jueves, 9 de julio de 2020

¿SERÁ QUE USTED PUEDE CRECER EN SANTIDAD SIN SALUD EMOCIONAL?

SEGUIMOS CON VERDADES QUE PRESISAMOS CONOCER PARA SEGUIR CRECIENDO ESPIRITUALMENTE

 

Nosotros no podemos hacer nada que vaya en contra de la verdad, solo podemos hacer lo que está a favor de ella. 2Co.13:8.

Hay muchas verdades que precisamos conocer. Si usted ya conoce estas que explicaremos, usted está fortalecido.

La verdad es que yo no voy a predicar algo que ustedes no conocen o no han oído.

Mi deseo es que esta palabra funcione para el bien de sus vidas. Espero que aproveche esta enseñanza, y le pueda instruir, para tener resultados óptimos en su vida.

No necesito ser un animador de auditorio. Mi intención es que usted aprenda y se beneficie con esta bendición de Dios.

Continuaremos con la enseñanza verdades que nosotros precisamos conocer:

La verdad número ocho, y así continuaremos sucesivamente.

 

¿SERÁ QUE USTED PUEDE CRECER EN SANTIDAD SIN SALUD EMOCIONAL?

 

8.   Sin salud emocional es imposible la santificación. Le explico. Hay gente que lee textos en la biblia, y muchas veces esta tan claro, y la gente no logra verlos o entenderlos.

1P.1:15-16, dice así: Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir - porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

El apóstol Pablo en 1Ts.5:23 dice: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 

Escuche lo que ya he dicho: Sin salud emocional es imposible la santificación. Expliquemos:

Por ejemplo: Hay personas que por causa de su pasado, tienen el alma enferma, y no consiguen perdonar, tienen raíces de amargura, son vengativas, etc.

Pregunto: ¿Cómo es que usted puede ser santo de esa manera?

Usted piensa que ser santo es expresar un sin número de glorias a Dios o aleluyas, oh tal vez por la ropa que usted viste. Tenga cuidado sobre esto.

Ser santo involucra la integridad de sus ser: Espíritu (aquella naturaleza suprema del hombre que envuelve la cualidad del alma, donde está la conciencia y la fe) alma (es el ente que es responsable de sus sentimientos, intelecto y su voluntad) y cuerpo (aquello que usted sabe que es).

Entonces mi hermano: ¿cómo una persona que no perdona, que guarda rencor puede ser santa?

Otra cosa, el problema de muchos creyentes es la ignorancia. Si una persona tiene un problema de salud va al especialista por el cual precisa su tratamiento. La otra cosa es: Jesús sana o usted busca al médico.

Solo que el problema de muchos creyentes cuando tratan de las cuestiones emocionales, ellos piensan que son espirituales, y confunden la una con la otra.

Es por ello que muchas veces vemos, expresiones simplemente eufóricas (Euforia = Sensación exteriorizada de optimismo y bienestar, producida a menudo por la administración de medicamentos o drogas, o por alguna satisfacción material o espiritual), sin base ni contenido espiritual.

Estos son los que piensan que no precisan de tratamiento. Piensa que van a resolver la cuestión emocional, sin tomar en cuenta los aspectos psíquicos y espirituales, y en muchos de los casos estos quedan sin resolver.

Estos son peligrosos porque pueden producir diferentes trastornos mentales o psicológicos. Algunos son comunes e incluyen: Trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés post-traumático y fobias. Depresión, trastorno bipolar y otros trastornos del estado de ánimo.

A  grosos modos mencionaremos algunos:

-  Trastorno de ansiedad. Trastorno mental que se caracteriza por producir sensaciones de preocupación, ansiedad o miedo, tan fuertes que interfieren con las actividades diarias de quien las padece.

-  Trastorno de pánico. El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad. Causa ataques de pánico, que son sensaciones repentinas de terror sin un peligro aparente. La persona puede sentir como si estuviera perdiendo el control.

-  Trastorno obsesivo compulsivo. Pensamientos excesivos (obsesiones) que llevan a comportamientos repetitivos (compulsiones, término usado en psicoanálisis que define a un sujeto aparentemente sano que presenta una conducta adictiva u obsesiva, irresistible ante una determinada situación subyugante).

-  Trastorno por estrés postraumático. Trastorno caracterizado por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante.

-  Fobias. Una fobia es un trastorno de salud emocional o psíquico que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas​ como, por ejemplo, a los insectos, a la oscuridad, o a los lugares cerrados. Sin embargo, no es sencillamente un miedo, pues guardan grandes diferencias.​

-  Depresión. La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.

-  Trastorno depresivo mayor. Trastorno de salud mental que se caracteriza por depresión persistente o pérdida de interés en las actividades, lo que puede causar dificultades significativas en la vida cotidiana.

-  Trastorno bipolar. Trastorno que provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos (Que tiene manías, costumbres o comportamientos poco usuales, sin ser necesariamente un trastorno. Que posee rasgos obsesivos, se deja llevar por sus manías o pierde el control de sí mismo).

-  Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Trastorno crónico caracterizado por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad (Trastorno de la conducta caracterizado por una actividad constante, comportamientos cambiantes y dificultad de atención, que se observa en personas con cuadros de ansiedad) y la impulsividad (Problemas con el autocontrol de las emociones o los comportamientos).

-  Autismo. Trastorno agudo del desarrollo que afecta la capacidad de comunicarse y de interaccionar.

-  Demencia. Conjunto de pensamientos y síntomas sociales que interfieren con la vida cotidiana.

-  Esquizofrenia. Trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida.

Sin embargo, entienda. Jesús es quien sana tus traumas, tus heridas del alma tus trastornos mentales o psicológicos.

La biblia dice: Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias. Sal.103:3.

Is.53:4-5 dice: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido - Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Mt.8:14-17 nos menciona los favores de sanidad del Maestro para confirmar la profecía de Isaías.

Pero si así no sucediera, pregunto: ¿Qué hace usted?

Lo más cuerdo es buscar ayuda terapéutica bajo control espiritual.

Muchas veces los creyentes no entienden esto.

Lo explico y digo que esto debe ser de la misma forma como cualquier problema que usted tiene en su organismo.

¿Si usted está enfermo del corazón, y ora y no se sana? ¿Qué es lo que hace usted? Seguro que busca un cardiólogo. Sino, usted muere.

Mi hermano, busque a Dios y un siervo de Dios quien pueda ayudarle orando y usando la Palabra de Dios que es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (He.4:12), Sin embargo, si fuera conveniente el ministro puede sugerir un profesional al respecto, sobre todo que sea cristiano.

Jesús habló que los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Mt.9:12.

Hay personas que viven luchando por cuestiones emocionales, las mismas que deben ser tratadas para solucionar o restaurar su mal emocional, que es parte de su alma. Sanidad es un deseo natural.

Para el creyente, ser sano emocional es una necesidad urgente: ¿Por qué? sin salud emocional no existe santificación.

En cuanto usted no perdona, en cuanto usted no se libera de sus traumas, rencores, venganzas, amarguras, temores, envidias, etc., usted jamás podrá participar del proceso de santificación.

Esto es una verdad.

La fe es un instrumento importantísimo para la sanidad. La biblia dice: Al que cree todo le es posible (Mr.9:23).

Jesús le dijo a Pedro: Tened fe en Dios…Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá - Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas - Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.Mr.11:22-26.

Es a esto que nos referimos, que sin salud emocional es imposible la santificación.

Le digo algo sencillo y común: Cuando usted va al médico por alguna necesidad de salud, usted recibe una receta y sus indicaciones, luego va a la farmacia compra los medicamentos indicados y usted tiene que ingerirlos conforme a la indicación. Le pregunto, todo el acto de acatar la receta y las indicaciones médicas tienen un nombre. ¿Cuál es? Obediencia.

Así es como también actúan las bendiciones de Dios sobre nuestra vida. Él nos ha dado el recetario y todas las indicaciones para obedecerlas. Las mismas que al obedecerlas veremos óptimos resultados. Eso obra la fe que Obedece.

Es la fe de testimonio a la que Dios honra destruyendo todo obstáculo que interfiere en el caminar de la vida de los santos.

Para los santos la solución de las dificultades, obstáculos o problemas, está en la medida de su fe amorosa a Dios. Esto es obediencia., a mayor obediencia, mayor amor, mayor vida purificada.

La fe que vale y que tiene respuesta para los sucesos terrenales, y entrada al reino celestial, es la fe que obedece, esa es la fe que destruye obstáculos, para así crecer en santidad y vivir en paz en esta vida y la venidera.

La fe que vale y destruye obstáculos e impurezas emocionales, tiene un principio fundamental, y ese principio de llama, “OBEDECE”, una palabra con siete letras, un número que se menciona varias veces en un acontecimiento importante en la historia universal.

Siete es el número que simboliza la perfección y la obra poderosa de Dios, por ello vamos a descifrar esta palabra en base a la destrucción de este acontecimiento histórico, que son los muros de Jericó.

Lo vamos hacer “Acrósticamente”, y para esto nos basaremos en Josué Cáp.6:2 -20, para explicar el sistema que usa el poder de la fe en concordancia con el acto: “OBEDECE”, la misma que nos hace ver que al obedecer es:

Organizada.

La fe que obedece es organizada u ordenada, la organización o el orden es un elemento importante para los actos de fe.

Así lo ordenó Dios, lo hizo Josué, y el pueblo de Dios, todos estaban ordenadamente y actuaban disciplinadamente.

La Biblia dice: “Pero hágase todo decentemente y con orden” (1Co.14:40), “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos” (1Co.14:33).

 

Belicosa.

La fe que obedece es belicosa o batalladora, ella marcha al compás  de  las  manos  maestras  a  la guerra, y acomete en la batalla y arremete a matar al enemigo de la incredulidad, la rebeldía y el desorden, menospreciándolos y renunciándolos rotundamente.

Esa fue la actitud del pueblo de Israel, belicosamente pero como Dios lo había encomendado.

Hecho ejemplar que debemos seguir hoy en día nosotros los santos de Dios.

Exigente.

La fe que vale demanda, insiste o exige ser organizada, belicosa y es perseverante en hacer la voluntad de Dios, esto es obedecer al Señor.

Dios fue exigente para con Josué, Josué fue exigente para con los líderes y el pueblo, y todos fueron exigentes consigo mismos, para así no dejar de hacer, todo lo que Dios había ordenado.

Una vida exigente en hacer la voluntad de Dios, es una vida que resuelve problemas, y suceden milagros exigentes.

Decidida.

La fe necesita hombres resueltos y decididos, Dios había resuelto destruir las exuberantes fortalezas amuralladas de la ciudad de Jericó, para entregarla a su pueblo.

De igual manera Josué e Israel resolvieron activar su fe, al pie de la palabra “Obedece” como Jehová lo había dicho.

La vida del creyente es una lucha constante, y necesita organizarse, ser belicosa y exigente consigo mismo, para obedecer a su Señor, y decidida o resuelta a enfrentar y ganar la batalla.

La fe es un instrumento de guerra, por lo tanto necesita hombres valientes, resueltos y decididos a ganar, no hombres que estén claudicando entre dos pensamientos, menos hombres medrosos y pusilánimes (miedosos, temerosos, tímidos). Éstos deben de volverse a su casa, porque apocan (achicarse, asustarse) el corazón de sus hermanos, como el suyo. 

Así lo dijo Elías (1R.18:21), así lo dice el Señor a través de Moisés (Dt.20:1- 8), un corazón así, no puede brillar en fe para destruir problemas, montañas, tormentas, dolores y angustias, que son obstáculos que impiden la santidad para ver la gloria de Dios.

No perdamos el orden belicoso, exigente y decidido en nuestra fe,

La fe que destruye obstáculos, necesita claras decisiones de obedecer, para destruir.

Eficaz.

La fe es una virtud activa eficiente y poderosa.

No olvidemos que la fe que vale, es la fe virtuosa del Dios que todo lo puede, y que actúa por el hombre de fe que obedece.

La fe de los israelitas para enfrentar las murallas de Jericó, y sus enemigos que se encontraban detrás de ella, era eficaz, porque obedecieron al Señor, organizadamente, belicosamente, exigentemente, decididamente y poderosamente.

Para que nuestra fe sea eficaz, no necesitamos una fe como un globo gigante, y sin los elementos necesarios, suficiente un pequeñísimo globito con los elementos necesarios.

Por ello dijo Jesús: “Porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte; pásate de aquí allá, y se pasará, y nada os será imposible” (Mt.17:20). Esa es la fe eficaz.

Ordenémonos belicosamente, exigentemente, decididamente y eficazmente en obedecer la Palabra de Dios, y obtendremos una fe “Eficaz”.

Capaz.

La fe que vale es capaz de todo por su obediencia, y es ella la que nos hace aptos, competentes e idóneos, para resolver los obstáculos de nuestro progreso santificador.

Dios es un Dios perfecto que emana y comparte capacidad santa y perfecta.

Los israelitas recibieron la capacitación sabia, poderosa e inteligente y suficiente del Dios omnipotente, omnipresente y omnisciente (Sal.139), que al ponerla por obra los hizo aptos, idóneos

Y competentes para destruir las murallas de Jericó, hecho imposible para la razón humana e incrédula.

Este gran acontecimiento histórico fue hecho por unos pocos hombres, con arca (presencia de Dios), bocinas (fe), gritos (clamor) vueltas (acción), y religión (devoción), pero esto de religión, “Pura y sin mácula delante de Dios el Padre, ayudando a los necesitados en sus aflicciones, y guardándose sin mancha del mundo” (Stg.1:27), esto es obediencia a la Palabra de Dios.

No olvidemos que nuestra fe necesita: Capacitarse eficientemente con la Palabra de Dios; para luego ser capaz de destruir cualesquier dificultad o impedimento que atrofia la travesía de nuestro camino santo a nuestra morada celestial.                                                                                                                      

Efectiva.

No puede haber fe que obre milagros o que destruya obstáculos en legitimidad y agradables a Dios, si es que no hay una real, segura, verdadera o efectiva enseñanza o capacitación, y obediente a su Señor.

Los israelitas fueron efectivos al destruir el blanco “Los muros de Jericó”, porque fueron capacitados efectivamente, y obedecieron con efectividad, hecho que los llevó a ser organizados, belicosos, exigentes, decididos, eficaces, capaces y efectivos; que como resultado ya lo hemos dicho muchas veces, que vieron estallar en destrucción el obstáculo más descomunal que les impedía culminar triunfalmente la batalla, para así caminar por el llano de la libertad y disfrutar de lo que se les había concedido.

Eso se llama obedecer con fe, y fe efectiva para dar en el blanco, hecho que puede ser cualesquier necesidad del momento o cualesquier obstáculo circunstancial.

Los creyentes necesitamos capacitación efectiva de la Palabra de Dios, con efectiva obediencia.

Solo así tendremos una fe efectiva para resolver todas nuestras circunstancias adversas, y problemas emocionales que mancillan nuestra santidad.

Santidad que debe desarrollarse hasta que cerremos y abramos nuestros ojos para ver a Jesús nuestro Señor.

La fe de los santos es sinónimo del acto Obedece.

Organizada.

Belicosa.

Exigente.

Decidida.

Eficaz.

Capaz.

Efectiva.

Nuestra sanidad emocional debe darse si o si, porque sin ella nuestra santificación se entorpece, y la biblia dice: El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía - He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Ap.22:11-12. Amén.

 

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