miércoles, 6 de mayo de 2015

Mujer y Madre






MUJER Y MADRE
Tomaremos como base de explicación la vida de Ana, madre del profeta Samuel. 1S.1:1-28.
Una cosa es ser mujer y otra cosa es ser madre.
Madre tiene como antecedente la concepción (Concebir, quedar fecunda la hembra – Fecundar es producir una cosa) de un ser.
Imagínese la condición de Ana, estéril y sin fruto o prole (linaje o descendencia). Su condición era triste e insegura del amor de su esposo Elcana.
Aunque el esposo demostraba amor, brindándole cosas. Vs.5. Ana no tenía satisfacción y sabía que el amor no estaba consumado.
La consumación del amor en el matrimonio es un hijo - Por su puesto estamos hablando de dos voluntades en mutuo acuerdo.
Exactamente el hijo es quien le da el derecho a la mujer de ser madre – Y madre es el privilegio que resuelve el conflicto de la mezquindad humana, otorgándole Dios la gran oportunidad de ser un medio de influencia bendita sobre la humanidad creciente y la esperanza de salvación.
La primera promesa y prototipo del evangelio de salvación la encontramos en Gn.3:15 cuando Dios dice: Haré que tú (diablo) y la mujer sean enemigas, y que tu descendencia sea enemiga de la de ella – la descendencia de ella (Jesús) buscará aplastarte la cabeza mientras tú (diablo) le tratares de picar el talón.
El apóstol Pablo esclarece la influencia de la mujer sobre la humanidad en 1Ti.2:15 diciendo: Pero las mujeres se salvaran siendo madres, si tienen buen juicio y se mantienen en le fe, el amor y la dedicación a Dios.
Ana la triste y desolada mujer en la plena oscuridad de la noche o tormenta, resolvió en su corazón poner toda su confianza en Dios. Vs.9. Para así ver cumplido su propósito en la tierra, no solo de ser mujer sino también de ser madre.
1.   Y para esto usó su facultad o su sana razón (juicio) determinando tener un hijo.
Usar de buen juicio es importante:
Recuerdan al hijo prodigo cuando perdió el buen juicio, cayó a lo profundo de la perdición; y como algunos dice tocó fondo (moral, espiritual y físico), y el vs.17 del cap.15 de Lucas dice: Y volviendo en sí; Esto es volver al buen juicio. Porque luego de esto se dio cuenta que en la casa de su Padre había abundancia total – Determinó levantarse para volver a la casa del Padre y reconocer su pecado vs.18 – Expresó la actitud de un corazón humillado por el pecado y humilde para engrandecer a su Padre vs.19.
La respuesta al uso o volver al buen juicio fue la expresión del amor incomparable de Dios el Padre: Entregarle todo incondicionalmente solo por amor. Vs.22-32.
2. También usó la virtud de la fe profunda y abundante piedad en oración que había en su corazón.
La biblia dice que Ana oró a Jehová y lloró abundantemente con amargura de alma suplicándole un hijo, el mismo que se lo dedicaría consagrado a su servicio. 1S.1:10,11.
3.   No pudo excluir su amor concreto haciendo voto (compromiso) con integridad de entrega (dedicación), no solo de su vida, sino también la vida del fruto naciente de su vientre.
Ana hizo promesa a Dios y dijo: Dios Todopoderoso, mira lo triste que estoy ¡Acuérdate de mí! No me olvides. Si me concedes un hijo, te lo entregaré a ti. Será un nazareo (separado o consagrado a Dios) No beberá vino ni bebidas embriagantes, y nunca se cortará el cabello.1S.1:11.
· Los obstáculos de la vida no pudieron quebrantar la fe de Ana que estaba basada en los principios divinos. Aunque el sacerdote Elí la tuvo por ebria, ella dijo: No Señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu, no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.vs.15. (1S.1:12-14).
Sus congojas y aflicciones solo corroboraron para bien como dice Ro.8:28. “Y sabemos a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.
Ana confió y miró a Dios como fuente de bondades inexplicables, que como respuesta debería darle el privilegio de ser madre. 1S.1:15-16.
Al marcar la diferencia como una madre devota y piadosa en la fe, de antemano Dios le da la bendición por medio de su siervo el sacerdote Elí. Vs.17. “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho”.
· Su confianza creció en gracia y se despojó de su abrumadora aflicción, trocándola en seguridad y gran satisfacción de gozo inefable. 1S.1:18.
El salmista David describió una experiencia con Dios de esta manera cuando dijo: Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Sal.30:11.
· Los procesos de las verdades bíblicas se dan en el tiempo; pero también en los cumplimientos de nuestros compromisos con Dios.
Dios respondió a Ana; pero Ana cumplió sus votos o compromisos con Dios sirviéndole, y trayendo a Dios su ofrenda más preciada; su hijo primogénito llamado Samuel para que le sirviera a Dios, mejor dicho lo dedicó al servicio de Dios. Así fue. 1S.1:19-28.
Ana como madre devota del divino creador no perdió el control de prioridades; aunque su primogénito era su amado no podía quitar el lugar de su Dios, de esto aprendió su amado hijo Samuel, primero Dios después su madre.
· Jesús el maestro, el camino, la verdad y la vida nos dio una lección de esta verdad cuando dijo: “He aquí mi madre y mis hermanos – porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre. Mt.12:49,50.
· Que privilegio de comprender que sobre todo Dios debe primar en nuestro corazón.
Solo así viviremos lo que dijo el apóstol Pablo: “Y ya no vivo yo, más Cristo vive en mi”. Gá.2:20.
Esto nos hará disfrutar esa verdad espiritual profunda del primer mandamiento de la ley de nuestro Señor. “Amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos”. Mr.12:30,31.
· Amadas hermanas y madres en Cristo usen lo que usaron aquellas mujeres que se dedicaron al servicio de nuestro Señor: Su atavió no era el externo de cosas ostentosas – Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios – Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios. 1P.3:3-5.
· No olviden en usar lo que dice 1Ti.2:15. Su buen juicio, para determinar entregar su corazón a Dios y también el corazón de los frutos de su vientre. Sus hijos. 
Sean firmes en la fe o perseverantes en ella – Porque el que persevera hasta el fin ese (a) será victorioso.
El amor de Dios no solo irradie por su vida, sino también por la vida de  tus hijos que son frutos de tu vientre, pero también regalos de Dios. Sal.127:3, 4.
· Amada madre consagra tu vida dedicándote o rindiéndote totalmente a tu Dios con hechos dignos que testifiquen lo que profesas. Amor a Dios. Jn.14:15.
Recuerda querida hermana que ser ama de casa (señora, dueña de  casa, sirvienta a los que Dios te dio), Cristiana (seguidora de Cristo), esposa y madre, es la tarea más sublime a que una mujer puede aspirar, especialmente cuando estudiamos la abundante evidencia histórica de la influencia materna en el proceso educativo de los hijos que a su vez han modelado la historia de la iglesia y de las naciones.
· La influencia de la madre es una historia viviente; los hombres que Dios ha usado y usa en bien de la humanidad han sido y son influenciados por su madre.
Miremos a Moisés con su madre Jocabed. Ex.6:20.
El mismo Samuel con su madre Ana. 1S.1:20.
El joven pastor Timoteo con su abuela Loida y su madre Eunice. 2Ti.1:5, Hch.16:1.
Juan el Bautista con su madre Elizabeth y su padre Zacarías. Lc.1:6.
El mismo Salvador nuestro Señor Jesucristo con su madre María una mujer virgen y consagrada a Dios. Lc.1:26….
Hoy es un día especial amada hermana para ti, asegura tu fe amorosa en tu Dios compartiéndola con tus amados hijos. Quien sabe que están marcando o marcaran la historia de la vida en este tiempo final. Amén
                                                 Dios te bendiga.
                                                                        Jorsaaleza.


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