jueves, 9 de julio de 2020

PUES TODO ES TUYO Y DE LO RECIBIDO DE TU MANO TE DAMOS



CONTINUAMOS CON VERDADES IMPORTANTE QUE NECESITAMOS CONOCER

2Co.13:8. Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad.

Nosotros no podemos hacer nada que vaya en contra de la verdad, solo podemos hacer lo que está a favor de ella.

La Verdad es la que nos libera y nos da el camino correcto a seguir la verdadera prosperidad espiritual.

Por ello nos basaremos en la palabra de Dios: Y la verdad sobre el asunto a conocer hoy, es:

13-

PUES TODO ES TUYO Y DE LO RECIBIDO DE TU MANO TE DAMOS

¿De quién hemos recibido lo que tenemos? De Dios – Todo es tuyo

¿De quién hemos recibido lo que damos?    De Dios – de lo recibido de tu mano te damos

Entonces qué es lo que somos, sobre este asunto: Simplemente mayordomos – Administradores – Bendecidos para bendecir.

Dios quiere dar riquezas a su pueblo, mas Dios no quiere que usted sea dueño de nada, porque en el fondo de la verdad somos simplemente mayordomo.

Cuanto menos usted se sienta dueño Dios le dará más. 1Cr.29:11-14. Leer…Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos

David tenía una conciencia de que todo lo que el tenia era lo que Dios le daba.

No tenía un sentido de posesión y dominio sobre las riquezas. Tanto es que ese texto de 1Cr.29 cuando estaba preparando todo el material para la construcción del templo. La dádiva u ofrenda de David, de su tesoro personal o particular fue un aprox., de 102 toneladas de oro, y 260 toneladas de plata aprox. Fuera de piedras preciosas, y otras cosas de mucho valor.1Cr.29:2-4.

Preste atención a la noción que tenía David. David tenía una noción de que las riquezas y los bienes no eran suyos, era Dios quien le estaba dando.

En el fondo ya que Dios es quien da, David tenía una gran actitud para dar. Tenga esto presente: Cuanto más tiene usted esa noción, mas Dios tendrá un lugar para darle o bendecirlo a usted.

Otro caso, 1R.3. Dios habla para Salomón y le dijo: “Pide lo que quieras que yo te daré”  vs.5. 

¿Ha pensado alguna vez sobre esto, que Dios le diga pide lo que tú quieres?

Sin embargo, ¿Qué pide Salomón?: “Sabiduría” para gobernar este pueblo. Textualmente el verso dice así: Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Vs.9.

Dios ve que Salomón no tiene un sentido de ganancias interesadas.

Mire usted lo que Dios responde a Salomón por la pureza de su corazón: Yo te voy a dar, pero también te voy a dar lo que no me pediste riquezas y gloria (fama). Vs.10-13.

El cuidado de Dios sobre nuestras necesidades es apremiante, tal vez usted se olvidó o entendió que hay cosas de mayor prioridad que sus necesidades. Sin embargo, la biblia nos hace notar que Dios está también al tanto de nuestras necesidades, por lo cual dice: Dios es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. Ef.3:20.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.Fil.4:19.

Jesús enseñando sobre no usar vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos - Nos dice: No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mt.6:7-8.

Mt.6:33 dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Ro.8:32 dice: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 

Esto es más que suficiente para entender que la sabiduría y la inteligencia son superiores a las riquezas de este mundo, y que Dios también considera nuestras necesidades terrenales.

La biblia prioriza esta verdad sublime diciendo: Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Pr.4:7 

En otra parte dice: Compra la verdad, y no la venda; la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.

Lo que este texto nos está diciendo es: Vale la pena invertir para obtener la verdad, la sabiduría, el aprendizaje y el entendimiento. Pr.23:23.

Ahora podemos entender mucho mejor la oración de Salomón, la misma que debe ser nuestra.

Salomón era un hombre temeroso de Dios (1R.3:3), por lo tanto la sabiduría se expresaba hasta en sus oraciones.

La biblia dice: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Pr.1:7.

Pregunto: ¿Ahora estará listo para cambiar sus prioridades?: Temor de Dios (sabiduría), antes que riquezas.

¿Ha entendido lo invalorable que debemos priorizar?  Esto lo escribió Salomón en Ecl.12:13 cuando dijo: El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 

El que nos dice esto es el hombre más rico de su tiempo, y quien fue inspirado por Dios.

Como ya lo sabe, Salomón es uno de los hombres más ricos que la biblia menciona.

Salomón no pide riquezas y Dios le da. Salomón ya tenía aquello que usted ya escuchó (riquezas).

Si las riquezas hicieran que el hombre se desviare, el diablo haría que todo el mundo se hiciera rico.

Si las riquezas llevarían para el infierno, como repito el diablo haría a todo el mundo rico.

Pero no son las riquezas. ¿Qué cosa es entonces?  ¿Sabe usted cuál es la raíz de todos los males? La biblia dice que es el amor al dinero (1Ti.6:10).

Entonces mi hermanos, cuanto más pasión de posesiones o ambicione las cosas de esta vida, menos posibilidades usted tendrá de poseerlas.

Usted sabe mi hermano que el oro y la plata son del Señor (Hag.2:8).

Is.45:3 dice: Yo soy Dios de los tesoros de la oscuridad y de las riquezas escondidas.

Dios, es Señor de los cielos, de la tierra y su plenitud (Sal.24:1,1Co.10:26).

Entonces, cuando menos tenga esa noción de avaricia a las posesiones, Dios siempre tendrá un lugar más de posibilidad para bendecirlo.

Dt.8:11 a 18 dice: 11Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18Sino acuérdate de Jehová tú Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 

Ponga atención para terminar: Si honramos o tememos a Dios, el Señor nos abrirá su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado - Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. Dt.28:12-13.

Pero si desviamos el fin sublime de horrar a Dios, bajo su temor, Dt.28:47-48 dice: Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas - servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

Hermano (a), nunca olvides los hechos de Dios a tu favor, y sírvele con gozo y alegría, recordando que simplemente eres un mayordomo o administrador, y llevando estas palabras del rey David: ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Amén.

 

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