martes, 24 de julio de 2018

LA FORMA MÁS SUTIL DE LA IDOLATRÍA PARTE 1


LA FORMA MÁS SUTIL DE LA IDOLATRIA
(Que es poco perceptible)
Una de las primeras cosas que aprendemos cuando leemos la Palabra de Dios, es Ex.20, donde los primeros versos dice: “No adores otros dioses además de mí” - No hagas para ti ningún ídolo ni nada parecido de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que están debajo de la tierra - No te inclines ante ellos ni los adores porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Castigaré por el pecado de los padres a los hijos, e incluso a los nietos y bisnietos, por culpa de los que me desprecian.
Tal vez muchos hemos salido de este terreno idolátrico de representaciones vanas. Pero hoy, sabemos que nuestra vida no es simplemente salir, sino perfeccionarnos en la fe que es por el obedecer la Palabra de Dios (Ro.10:17, Gá.3:2-5, Col.3:16).
Es con la Palabra de Dios que perfeccionamos nuestra vida, imitando a nuestro Salvador para renunciar toda idolatría, no solo representativa sino también, aquellas acciones que trasgreden la Palabra de Dios y ofenden la santidad de nuestro Dios, tal como dice Col.3:5-6: Así que saquen todo el mal de su vida: pecados sexuales, inmoralidades, malos pensamientos, malos deseos y codicia, que es una forma de adorar ídolos - Todo esto hace que Dios se enoje con los que son desobedientes.
La biblia dice, que toda idolatría es abominación a Jehová Dios. Dios rechaza y condena enérgicamente la idolatría, y le causa repulsión. Quienes hagan idolatría sufrirán las consecuencias.
Sin embargo, ahondemos más sobre este asunto porque en estos últimos tiempos se ha modernizado y aparentemente se viste de luz, pero su fin no puede ser oculto porque es tan antiguo como la serpiente antigua y el dios de este siglo (Ap.12:9, 20:2,2Co.4:4, Ef.2:2).
Para una mejor revelación y entendimiento de la forma más sutil de la idolatría, comenzaremos hablando de aquel que nunca desvió sus ojos del Padre y cumplió la ley sagrada a plenitud y es digno de ejemplo a seguir. 
Comencemos preguntándonos ¿Quién es el Mesías? ¿Cómo identificaron los profetas al Mesías?
El Mesías no es otra divinidad, porque si sería otra divinidad no sería el siervo conforme lo tratan los profetas (Is.42:1-4, Zac.3:8), y no cualquier siervo, sino el siervo sufriente como lo dice Is.53.
El siervo de Dios no hace su voluntad, sino la voluntad de su amo. Jesús el Mesías dijo: Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.Jn.6:38.
No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.Jn.5:30.
Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.Jn.4:34.
Fil.2:6-8 nos dice: El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse - sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres - y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 
Ser siervo (doulos) o esclavo: Implica obediencia absoluta: No tiene derechos propios de ninguna manera, y está ligado por una total e incuestionable obediencia.
Implica humildad absoluta. No piensa en sus privilegios sino en sus deberes. No piensa en sus derechos sino en sus obligaciones, y ha perdido su propia identidad para servir a Dios.
Implica lealtad absoluta. No tiene intereses, propios porque está plenamente entregado a Dios. Las ganancias y las preferencias propias no entran en sus cálculos, su lealtad es para con Dios y ha perdido su identidad por la de su Señor.
El único que no es siervo es Dios, de allí para fuera todos somos siervos de Dios. Y al momento que hacemos algo, como una entidad separada de Dios. Estamos haciendo servicio extraño, fuego extraño (Lv.10:1, Nm.3:4,26:61).
Nosotros debemos tener en alta estima, toda las Sagradas Escrituras, A.T y N.T. Nosotros debemos tener respeto, reverencia, pulcritud y dignidad al tratar la Palabra de Dios.
No debe haber ninguna persona, que pase por alto el respeto, que debemos tener como pueblo de Dios, a la Palabra de Dios.
Pueden diferir con nosotros en alguna idea, en alguna doctrina, en alguna interpretación, pero en lo que todos están de acuerdo, es que aquí se debe oler reverencia, santidad y respeto por la sagrada Palabra de Dios.
La ley de Dios escrita no es un fin en sí mismo, al momento que nosotros convertimos la ley de Dios escrita en un fin en sí mismo, estamos practicando idolatría. Han visto a algunas personas poner la biblia en su mesa, bajo de su cabecera, en el tablero de su carro, etc. ¿Debemos preguntarles cual es el sentido?
El objetivo de la ley de Dios escrita, el objetivo de los mandamientos, no es un fin es un medio para alcanzar el verdadero fin.
¿Cuál es el fin?  El fin de la Palabra Dios es “el servicio y la adoración a Dios” Ro.7:4.
Nuestro Señor Jesús nos dijo en Mt.28:19-20, que le sirvamos haciendo discípulos con la Palabra de Dios.
Ese servicio que hacemos a través de la Palabra de Dios, nos va a llevar por los procesos redentivos del plan de la redención de Dios, y al final del día, nos vamos a encontrar con Jesús nuestro Señor y Salvador.
Es por eso, que los grandes siervos de Dios no dudaron en señalar y afirmar que el fin de la ley, es Cristo el Mesías.Ro.10:4, Gá.3:24,
Fin no significa término, sino “propósito”. El fin de la ley de Dios, quiere decir que el propósito final de la ley de Dios, es que nos encontremos con el Cristo Salvador, porque es a través de Él, que somos redimidos y perfeccionamos nuestro vida y servicio a Dios. 
Ahora, no es una buena noticia para nosotros. ¿Porque no es una buena noticia para nosotros? porque la mentira del principio, nos sigue como un gusano dando vuelta en nuestra vida.
¿Qué le dijo, el mentiroso o padre de la mentira a la primera pareja humana? En la conversación que tuvo la serpiente con Eva, la serpiente figura de satanás que falsifica la verdad, astutamente le dijo a Eva: No moriréissino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.Gn.3:4-5.
El hombre en vez de servir a Jehová Dios evidenciando una vida de obediencia, establecieron sus propias reglas en desobedecer a Dios queriendo ser como dios, y el resultado de su desobediencia fue absorbida por la IDOLATRÍA.
Al momento que tú te envuelves con la idolatría, tu desconexión con Dios va creciendo.
Una trasgresión te va llevando a otra trasgresión, y así sucesivamente. De la misma manera, un acto de servicio a Dios, te anima hacia otro acto de servicio a Dios, para elevar tu alma.
Ahora con todo el respeto que tenemos a las Sagradas Escrituras, no nos equivocamos, que el que nos dio las Sagradas Escrituras es más grande que la misma, porque es su propio autor.
¿Cuantos tienen la Biblia, que es Palabra de Dios? Hoy, casi todo el mundo tiene la Santa Biblia, pero hay una diferencia entre ellas ¿cuál es la diferencia que hace la una de la otra?
¿Sabes cuál es la diferencia y la razón? Es que los verdaderos hijos de Dios, le dan el valor que corresponde obedeciéndola reverentemente, con el solo propósito de adorar y servir a Dios.
Mientras otros, tienen la Santa Biblia solo para recibir buenas noticias, y solo para informarse de cosas que llenen sus propios deseos egoístas y vanidosos.
La Palabra de Dios, cobra vida cuando la reverencias obedeciéndola o poniéndola en práctica (Stg.1:22). Ellas cobran su valor de sagradas, cuando tú las obedeces.
Al momento que tú no la entiendes, y no la obedeces, y piensas que tú puedes poner tus propias reglas de juego. Entonces tú dejas de ser siervo, y cuando tú dejas de ser siervo, cometes el pecado de IDOLATRIA MÁS “SUTIL” que existe. Pierdes el honor de servir a Dios.
La pérdida más grande que puede experimentar un ser humano: No es su salud, no es su dinero, la pérdida más grande, es perder el honor de una relación personal con Dios.
Esa es la perdida más grande que existe, y eso se evidencia desde los mismos días del comienzo de la creación.
Cuando el Dios Altísimo, estableció su juicio sobre la serpiente y la primera pareja humana, nos preguntamos ¿Cuál fue el dictamen del juez para la mujer? ¿Por qué la mujer, tuvo su parte en el asunto? ¿Cuál fue la porción de juicio que cayó sobre la mujer? Sabe cuál fue: “Con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido (desearas estar con tu marido), y él se enseñoreará (dominará) de ti”.Gn.3:16. (Interesante dice los hijos, no dice tus hijos, que dice el Sal: 127:3)
¿Cuál fue el juicio sobre el hombre? Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra. Gn.3:17-19. Cuando siembres la tierra te van a salir espinas y cardos, vas a tener que trabajar y proteger esas plantitas, porque si no los cardos y las espinas las destruyen. Tienes que sudar con tu frente para traer tu pan.
¿Y cuál fue el juicio para la serpiente? Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.Gn.3:14. ¿Qué juicio fue ese? Si dijéremos que a la serpiente le puso a trabajar, bueno es un juicio. Pero a la serpiente le puso el veredicto final: “Sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”. Lo que más hay en la tierra, es polvo. La serpiente tiene toda la comida del mundo. Se la pusieron fácil. La serpiente tiene comida por todo lado, y de todo tipo. Todo lo que venga de la tierra ella puede comer, no tiene que trabajar.
Entonces ¿qué juicio fue? Fue el más atroz de todos los tiempos: Por toda la eternidad.
Lo de la mujer y del hombre fue juicio. Pero el juicio de la serpiente fue sin esperanza, y por toda la eternidad.
Explicamos un poquito más esto: Cuando la mujer va a dar a luz y tiene dolor, ella gime por Dios, gime por ayuda y dice: “Dios ayúdame – dame fuerzas” y Dios está allí para ayudarla. Cuando el hombre siembra la tierra, solo tiene que esperar que Dios mande la lluvia, y súplica diciendo: “Dios mío, por favor que no se pierda la semilla, la cosecha, Señor manda tu lluvia”.
La serpiente, no tiene que depender de nada de eso, todo lo tiene fácil. Pero sabe usted ¿cuál fue el juicio más fatal para ella? “Perder su comunión y condenación para siempre”
La serpiente está totalmente condenada, no tiene acceso a la presencia de Dios como un hijo de Dios. Sin embargo, el hombre no, él comerá con el sudor de su frente, pero no ha perdido la esperanza en Dios. El Señor dice: Clama a mí y yo te responderé (Jer.33:3) “Yo estoy contigo” en el sudor, a la mujer en el dolor parirás, pero yo estoy allí para ayudarte en ese parto.
Pero tengamos cuidado, porque en el momento que actuamos como la serpiente, y pensamos que podemos desconectarnos de Dios, y que no necesitamos de Dios en nuestras vidas, hemos cometido la forma más SUTIL DE IDOLATRÍA.
Muchas veces pensamos que ya hemos abandonado toda forma de idolatría, pero hoy podemos reflexionar, y pensar en estas cosas que estas escuchando en este momento, tal vez podemos darnos cuenta que todavía somos idólatras.

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