LA FORMA MÁS SUTIL DE
LA IDOLATRIA
(Que es poco
perceptible)
Una de las primeras cosas que aprendemos
cuando leemos la Palabra de Dios, es Ex.20, donde los primeros versos dice: “No adores otros dioses además de mí” - No hagas
para ti ningún ídolo ni nada parecido de lo que hay arriba en el cielo, ni de
lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que están debajo
de la tierra - No te inclines ante ellos ni los adores porque yo, el Señor tu
Dios, soy un Dios celoso. Castigaré por el pecado de los padres a los hijos, e
incluso a los nietos y bisnietos, por culpa de los que me desprecian.
Tal vez muchos hemos salido de este terreno
idolátrico de representaciones vanas. Pero hoy, sabemos que nuestra vida no es
simplemente salir, sino perfeccionarnos en la fe que es por el obedecer la
Palabra de Dios (Ro.10:17, Gá.3:2-5, Col.3:16).
Es con la Palabra de Dios que perfeccionamos
nuestra vida, imitando a nuestro Salvador para renunciar toda idolatría, no
solo representativa sino también, aquellas acciones que trasgreden la Palabra
de Dios y ofenden la santidad de nuestro Dios, tal como dice Col.3:5-6: Así
que saquen todo el mal de su vida: pecados sexuales, inmoralidades, malos
pensamientos, malos deseos y codicia, que es
una forma de adorar ídolos - Todo esto hace que Dios se enoje con los
que son desobedientes.
La biblia dice, que toda idolatría es
abominación a Jehová Dios. Dios rechaza y condena enérgicamente la idolatría, y
le causa repulsión. Quienes hagan idolatría sufrirán las consecuencias.
Sin embargo, ahondemos más sobre este
asunto porque en estos últimos tiempos se ha modernizado y aparentemente se
viste de luz, pero su fin no puede ser oculto porque es tan antiguo como la
serpiente antigua y el dios de este siglo (Ap.12:9, 20:2,2Co.4:4, Ef.2:2).
Para una mejor revelación y entendimiento
de la forma más sutil de la idolatría,
comenzaremos hablando de aquel que nunca desvió sus ojos del Padre y cumplió la
ley sagrada a plenitud y es digno de ejemplo a seguir.
Comencemos preguntándonos ¿Quién es el
Mesías? ¿Cómo identificaron los profetas al Mesías?
El Mesías no es otra divinidad, porque
si sería otra divinidad no sería el siervo conforme lo tratan los profetas
(Is.42:1-4, Zac.3:8), y no cualquier siervo, sino el siervo sufriente como lo
dice Is.53.
El siervo de Dios no hace su voluntad,
sino la voluntad de su amo. Jesús el Mesías dijo: Porque he descendido del
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.Jn.6:38.
No puedo yo hacer nada por mí mismo;
según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino
la voluntad del que me envió, la del Padre.Jn.5:30.
Mi comida es que haga la voluntad del
que me envió, y que acabe su obra.Jn.4:34.
Fil.2:6-8
nos dice: El
cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse - sino que se despojó a sí
mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres - y estando en la condición de hombre, se humilló
a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Ser siervo
(doulos) o esclavo: Implica obediencia
absoluta: No tiene derechos propios de ninguna manera, y está ligado por una total
e incuestionable obediencia.
Implica humildad absoluta. No piensa en sus privilegios sino en sus
deberes. No piensa en sus derechos sino en sus obligaciones, y ha perdido su
propia identidad para servir a Dios.
Implica lealtad absoluta. No tiene intereses, propios porque está
plenamente entregado a Dios. Las ganancias y las preferencias propias no entran
en sus cálculos, su lealtad es para con Dios y ha perdido su identidad por la
de su Señor.
El único que no es siervo es Dios, de allí para fuera todos somos siervos
de Dios. Y al momento que hacemos algo, como una entidad separada de Dios. Estamos
haciendo servicio extraño, fuego extraño (Lv.10:1, Nm.3:4,26:61).
Nosotros debemos tener en alta estima, toda las Sagradas Escrituras, A.T y
N.T. Nosotros debemos tener respeto, reverencia, pulcritud y dignidad al tratar
la Palabra de Dios.
No debe haber ninguna persona, que pase por alto el respeto, que debemos
tener como pueblo de Dios, a la Palabra de Dios.
Pueden diferir con nosotros en alguna idea, en alguna doctrina, en alguna
interpretación, pero en lo que todos están de acuerdo, es que aquí se debe oler
reverencia, santidad y respeto por la sagrada Palabra de Dios.
La ley de Dios escrita no es un fin en sí mismo, al momento que nosotros
convertimos la ley de Dios escrita en un fin en sí mismo, estamos practicando
idolatría. Han visto a algunas personas poner la biblia en su mesa, bajo de su
cabecera, en el tablero de su carro, etc. ¿Debemos preguntarles cual es el
sentido?
El objetivo de la ley de Dios escrita, el objetivo de los mandamientos, no
es un fin es un medio para alcanzar el verdadero fin.
¿Cuál es el fin? El fin de la Palabra
Dios es “el servicio y la adoración a Dios” Ro.7:4.
Nuestro Señor Jesús nos dijo en Mt.28:19-20, que le sirvamos haciendo
discípulos con la Palabra de Dios.
Ese servicio que hacemos a través de la Palabra de Dios, nos va a llevar
por los procesos redentivos del plan de la redención de Dios, y al final del
día, nos vamos a encontrar con Jesús nuestro Señor y Salvador.
Es por eso, que los grandes siervos de Dios no dudaron en señalar y afirmar
que el fin de la ley, es Cristo el Mesías.Ro.10:4, Gá.3:24,
Fin no significa término, sino “propósito”. El fin de la ley de Dios,
quiere decir que el propósito final de la ley de Dios, es que nos encontremos
con el Cristo Salvador, porque es a través de Él, que somos redimidos y
perfeccionamos nuestro vida y servicio a Dios.
Ahora, no es una buena noticia para nosotros. ¿Porque no es una buena
noticia para nosotros? porque la mentira del principio, nos sigue como un
gusano dando vuelta en nuestra vida.
¿Qué le dijo, el mentiroso o padre de la mentira a la primera pareja
humana? En la conversación que tuvo la serpiente con Eva, la serpiente figura
de satanás que falsifica la verdad, astutamente le dijo a Eva: No moriréis – sino que sabe Dios que el día que
comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.Gn.3:4-5.
El
hombre en vez de servir a Jehová Dios evidenciando una vida de obediencia, establecieron sus
propias reglas en desobedecer a Dios queriendo ser como dios, y el resultado de
su desobediencia fue absorbida por la IDOLATRÍA.
Al momento que tú te envuelves con la idolatría, tu desconexión con Dios va
creciendo.
Una trasgresión te va llevando a otra trasgresión, y así sucesivamente. De
la misma manera, un acto de servicio a Dios, te anima hacia otro acto de
servicio a Dios, para elevar tu alma.
Ahora con todo el respeto que tenemos a las Sagradas Escrituras, no nos
equivocamos, que el que nos dio las Sagradas Escrituras es más grande que la
misma, porque es su propio autor.
¿Cuantos tienen la Biblia, que es Palabra de Dios? Hoy, casi todo el mundo
tiene la Santa Biblia, pero hay una diferencia entre ellas ¿cuál es la
diferencia que hace la una de la otra?
¿Sabes cuál es la diferencia y la razón? Es que los verdaderos hijos de
Dios, le dan el valor que corresponde obedeciéndola reverentemente, con el solo
propósito de adorar y servir a Dios.
Mientras otros, tienen la Santa Biblia solo para recibir buenas noticias, y
solo para informarse de cosas que llenen sus propios deseos egoístas y
vanidosos.
La Palabra de Dios, cobra vida cuando la reverencias obedeciéndola o
poniéndola en práctica (Stg.1:22). Ellas cobran su valor de sagradas, cuando tú
las obedeces.
Al momento que tú no la entiendes, y no la obedeces, y piensas que tú
puedes poner tus propias reglas de juego. Entonces tú dejas de ser siervo, y
cuando tú dejas de ser siervo, cometes el pecado de IDOLATRIA MÁS “SUTIL” que existe. Pierdes el honor de servir a
Dios.
La pérdida más grande que puede experimentar un ser humano: No es su salud,
no es su dinero, la pérdida más grande, es perder el honor de una relación
personal con Dios.
Esa es la perdida más grande que existe, y eso se evidencia desde los
mismos días del comienzo de la creación.
Cuando el Dios Altísimo, estableció su juicio sobre la serpiente y la
primera pareja humana, nos preguntamos ¿Cuál fue el dictamen del juez para
la mujer? ¿Por qué la mujer, tuvo su parte en el asunto? ¿Cuál fue la
porción de juicio que cayó sobre la mujer? Sabe cuál fue: “Con
dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido (desearas estar con tu marido),
y él se enseñoreará (dominará)
de ti”.Gn.3:16. (Interesante
dice los hijos, no dice tus hijos, que dice el Sal: 127:3)
¿Cuál
fue el juicio sobre el hombre?
Con el sudor de tu rostro comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra. Gn.3:17-19. Cuando siembres la tierra te van
a salir espinas y cardos, vas a tener que trabajar y proteger esas plantitas,
porque si no los cardos y las espinas las destruyen. Tienes que sudar con tu
frente para traer tu pan.
¿Y
cuál fue el juicio para la serpiente?
Por cuanto esto hiciste, maldita serás
entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás
todos los días de tu vida.Gn.3:14. ¿Qué juicio fue ese? Si dijéremos que a
la serpiente le puso a trabajar, bueno es un juicio. Pero a la serpiente le
puso el veredicto final: “Sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”. Lo que más hay en la
tierra, es polvo. La serpiente tiene toda la comida del mundo. Se la pusieron
fácil. La serpiente tiene comida por todo lado, y de todo tipo. Todo lo que
venga de la tierra ella puede comer, no tiene que trabajar.
Entonces
¿qué juicio fue? Fue el más atroz de todos los tiempos: Por toda la eternidad.
Lo
de la mujer y del hombre fue juicio. Pero el juicio de la serpiente fue sin
esperanza, y por toda la eternidad.
Explicamos un poquito más esto: Cuando la mujer va a dar a luz y
tiene dolor, ella gime por Dios, gime por ayuda y dice: “Dios ayúdame – dame
fuerzas” y Dios está allí para ayudarla. Cuando el hombre siembra la tierra,
solo tiene que esperar que Dios mande la lluvia, y súplica diciendo: “Dios mío,
por favor que no se pierda la semilla, la cosecha, Señor manda tu lluvia”.
La
serpiente, no tiene que depender de nada de eso, todo lo tiene fácil. Pero sabe
usted ¿cuál fue el juicio más fatal para ella? “Perder su comunión y
condenación para siempre”
La
serpiente está totalmente condenada, no tiene acceso a la presencia de Dios
como un hijo de Dios. Sin embargo, el hombre no, él comerá con el sudor de su
frente, pero no ha perdido la esperanza en Dios. El Señor dice: Clama a mí y yo
te responderé (Jer.33:3) “Yo estoy contigo” en el sudor, a la mujer en el dolor
parirás, pero yo estoy allí para ayudarte en ese parto.
Pero
tengamos cuidado, porque en el momento que actuamos como la serpiente, y
pensamos que podemos desconectarnos de Dios, y que no necesitamos de Dios en
nuestras vidas, hemos cometido la forma más SUTIL DE IDOLATRÍA.
Muchas
veces pensamos que ya hemos abandonado toda forma de idolatría, pero hoy
podemos reflexionar, y pensar en estas cosas que estas escuchando en este
momento, tal vez podemos darnos cuenta que todavía somos idólatras.
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