martes, 16 de junio de 2020

ERROR IMPUREZA Y ENGAÑO 1Ts.2:1-12.


ERROR IMPUREZA Y ENGAÑO

1Ts.2:1-12.

Tres cosas que un siervo de Dios debe evitar o ser librado: Del error (equivocación), la impureza (mala intención), y el engaño (mentira).

Esto es lo que Pablo dice en 1Ts.2:3. Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño.

Lo que Pablo estaba aseverando era su conducta, que es la conducta de un siervo de Dios.

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si usted no conoce la doctrina del Dios de la biblia?

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si su vida es una de impureza o de mala intención?

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si todavía está apasionado por el engaño o la mentira?

Para descifrar este verso fundamental no hay que ser un gran teólogo, un gran exégeta, un hombre de ciencia o un erudito en el origen de las palabras.

Simplemente me voy a remontar a las Sagradas Escrituras para no equivocarme.

La biblia dice: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Otra versión (P de D para todos) dice: El que no es espiritual no acepta lo que viene del Espíritu de Dios porque le parece una tontería. No puede entenderlo porque eso tiene que juzgarse espiritualmente. 1Co.2:14.

Partimos desde aquí para entender que la biblia es un libro de principios. Y este principio de entendimiento no es que no hay que estudiar, sino simplemente hay que nacer de nuevo (Jn.3:3-6).

Entonces volvamos a los principios de la conducta de un siervo de Dios, la que según Pablo nos dice en este verso:

1.  Evitar o ser librado del error (vs.1-7).

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si usted no conoce la doctrina del Dios de la biblia?

Esto de conocer la doctrina o la voluntad de Dios es un tema importante y repetitivo en las Sagradas Escrituras, desde el principio del A.T., hasta el fin del N.T.

Recuerde, que Dios mismo se encargaba y se encarga de preparar a sus siervos:

Moisés el siervo más manso de la tierra (Nm.12:3), fue preparado 40 años y en el desierto.

No quiero ignorar la oportunidad que tuvo de prepararse como príncipe, en todas las ciencias privilegiadas de Egipto en casa de Faraón (40 años). Como muy bien lo sabemos que el resto de su vida fue avocada a su ministerio de líder del pueblo de Israel (40 años).

Esdras otro siervo preparado para servirle a Dios. La biblia dice que era diligente en la ley de Dios, y que la mano de Dios estaba sobre Esdras. Esdras ejecutaba el servicio a Dios en bien del pueblo, habiendo pasado por el alambique del proceso de la preparación: Estaba a cuentas con Dios. Estudiaba profundamente la ley de Jehová. La ponía en práctica y luego la enseñaba al pueblo, en fin, la biblia dice que Esdras era un escriba versado en los mandamientos de Jehová y en sus estatutos a Israel (Esd.7:6-11).

Jesús mismo dice: Escudriñad (estudiar) las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mi (Jn.5:39), y hay otros muchos pasajes que Jesús menciona sobre el asunto.

Pablo en estos versos menciona actos de justicia y verdad que eran aprobados por Dios a través de su Palabra (vs.1-7).

Pablo hace mención de su sufrimiento por predicar el verdadero evangelio (vs.1-2). Da a entender su gran cuidado doctrinal para destituir el error o la equivocación (vs.3). Tenía la certeza de la aprobación de Dios, agradándole totalmente en hacer su voluntad (vs.4). Su predicación no era manipuladora, menos tenía la intención de aprovecharse del dinero de los hermanos (vs.5). No buscaba reconocimiento de nadie, ni imponer su autoridad apostólica (vs.6). Lo que expresaban a los hermanos de la iglesia, era su ternura como el amor de una madre que muestra hacia los hijos que ella misma concibió (vs.7).

Este Pablo que vivía apasionado por la justicia y la verdad en bien del evangelio de Cristo, dejó muy plasmado el cuidarse de los errores o equivocaciones de la sana doctrina.  

Su pasión tenía que ver con su preparación, sabía lo que tenía y defendía.

Nosotros sabemos que Pablo fue preparado en la ley de Dios bajo la instrucción del fariseo Gamaliel, un gran maestro en su tiempo (Hch.22:3,5:34).

Que interesante, sin embargo, Pablo tuvo que ser preparado por el mismo Cristo para ejercer su apostolado o ser un siervo de Dios (1Co.15:3,10:23, Hch.26: 22,24:14,9:6).

Pablo en Gálatas habla directamente sobre la enseñanza de Jesús a su persona como siervo de Dios (Gá.1:11-17).

Pablo es el hombre que hizo grandes discípulos de cristo y notables, a los que les dijo: Que no dejaren enseñar en el seno de la iglesia doctrinas extrañas (1Ti.1:3). Que se ocuparen en el estudio, la exhortación y la enseñanza (1Ti.4:12). Tú que has escuchado mis enseñanzas confirmadas por muchos, ahora enséñalas a personas dignas de confianza que a su vez puedan enseñarlas a otros (2Ti.2:1-2). Esfuérzate por presentarte aprobado ante Dios como un trabajador que no tiene nada de qué avergonzarse y que enseña correctamente a poner en práctica el mensaje de la verdad (2Ti.2:15). El siervo de Dios debe ser apto para enseñar (2Ti.2:24-25). Practica las enseñanzas que has aprendido, sabiendo de quien has aprendido (1Ti.3:14). Te dejé en Creta para corregir las deficiencias y establecieras ancianos (Tit.1:5). Deben apegarse al mensaje verdadero tal como lo enseñamos… (Tit.1:9). Tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina para vivir una vida recta (Tit.2:1). Tit.2:7-8, 15,3:8-11.

Si usted no lleva un tiempo de preparación, puede ser engañado fácilmente, o desviarse del entendimiento o la interpretación bíblica. Que como resultado el error y la equivocación están más que seguro.

Recuerde que si usted está errado, estará cegado de la verdad correcta que por ende llevará a muchos al error (Mt.15:14, Lc.6:39, Ro.2:19-24).

Evite el error o la equivocación de la verdad, porque no solo se perderá usted, sino que llevará a muchos por el mismo camino.

Entonces, pregunto una vez más: ¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si usted no conoce la doctrina del Dios de la biblia?

 

2.  Evitar o ser librado de la impureza (vs.1-13).

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si su vida es una de impureza o de mala intención?

La ignorancia sobre la verdad de Dios o la Palabra de Dios es el atraso de la perfección de los santos (Ef.4:11-15).

La ignorancia no nos permite desplazarnos en el área de nuestra nueva naturaleza como santos.

Sabemos que nuestra nueva vida está regida por leyes santas, leyes que proceden de la boca de nuestro Dios Santo, el mismo que nos exhorta a vivir en santidad (1P.1:15-16,2Co.7:1).

Pablo en estos versos habla de la impureza de los impíos o los que se oponen a la pureza o santidad (vs.2). La vida de Pablo era una carta abierta pura y leída por todos los hombre (vs.3). Pablo confirmaba su pureza en la vida testimoniada por los creyentes a quienes enseñaba. A diferencia de los intrusos e impuros que trataban de desacreditar a Pablo y elevarse a sí mismos, Pablo no necesitaba una carta de presentación o recomendación personal de sí mismo. Su legitimidad como ministro del evangelio se probaba con el cambio de muchas vidas por la enseñanza del evangelio (2Co.3:1-3).

La prueba de un ministro impuro es complacer la vida de las gentes, tal como él vive sin agradar a Dios (vs.4). La vida de estos impuros es adular a los creyentes para sacarles provecho y complacer su avaricia y egoísmo (vs.5). Su interés, es porque le reconozcan como autoridad máxima y lo exalten (vs.6). No les importa el rebaño a tal modo que su trato es déspota, despreciativo e inferiorizan a los hermanos, que es muy contrario al de un siervo que ama la obra de Dios (vs7-8). Los impuros no están pensando en el bienestar de los creyentes, ellos piensan desplumarlos hasta el fin para que ellos pasen una vida, como ellos dicen, de rey (vs.9).

Los impuros siempre aparentaran ser santos, sin embargo, su vida espiritual es un desastre (2Co.11:13-15), no tienen nada de amable, menso amor por la iglesia de Cristo. No les importa honrar con sus vidas a Dios, menos exhortaran a vivir en pureza o santidad a los creyentes, que es lo que un buen siervo de Dios hace y hará para honrar a su Dios (vs.10-13).

El ejemplo de Pablo basado en la vida de Cristo, es un gran ejemplo a seguir, y así evitar o ser librado de la impureza, para vivir en santidad o santificación que es la voluntad de Dios (1Ts.4:3).

Para terminar la explicación de este punto nos preguntamos en forma de confrontación: ¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si su vida es una de impureza o de mala intención?

 

3.  Evitar o ser librado de engañar.

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si todavía está apasionado por el engaño o la mentira?

Amado hermano y consiervo, sepa usted que la mentir es un legado del diablo (Jn.8:44), la mentira es el desvió de la verdad, y ésta,  siempre ha sido inducida para confundir o engañar a los hombres, y aunque no parezca, el diablo a usado por permisión divina, que espíritus de mentira operen en el ámbito religioso para castigar a los impíos y desobedientes. (1R.22:1-28.  El caso del profeta Micaías cuando advierte su caída al rey Acab y la derrota del pueblo de Israel, aunque sus 400 profetas aproximadamente profetizaban mentirosas victorias. Versos claves.6, 8,12-14,18-24-28). 1Ti.4:1,2Ts.2:3,11-12, 2Ti.3:13.

El mentiroso toma la mentira como una broma. Recuerda la historia del pastor mentiroso que engañó al pueblo por tres veces y el lobo se lo comió.

Cuando una persona está tomada por el espíritu de mentira es fatal: Se cuenta de una persona que mentía hasta por los codos. Un día le propusieron que si dejaba de mentir, por lo menos una sola vez, lo premiarían: A lo que él contestó, hace poco tiempo acaban de ofrecerme el doble y no quise. ¿Qué les parece?

Lo que Pablo recomienda, es que el creyente, más aun, el siervo de Dios, debe dejar de mentir o hablar engaños.  

Un siervo de Dios no debe hacer cosas sin resultados, o vanas que no edifiquen a los santos, su mensaje debe ser claro sobre el evangelio santo y de salvación (vs.1-2).

Su mensaje debe ser aprobado por Dios, estar lejos del engaño o las malas intenciones (vs.3-4).

Su mensaje debe ser puro y transparente sin hipocresía, sin halagos exagerados e interesados, deben estar lejos del propósito de satisfacer y conseguir el favor de los otros, simplemente por ganarse su voluntad (vs.5).

No debemos caer al engaño de buscar reconocimientos de superioridad, cuando en realidad todos servimos y somos hermanos, las diferencias simplemente son responsabilidades, porque el respeto nos merecemos todos (vs.6).

Un siervo de Dios no debe escatimar esfuerzos para servir a sus hermanos, debe expresar amor sincero a tal modo si es posible dar su vida por el amor de Cristo (1Jn.3:16-19). Pablo le dice a Timoteo que el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida - de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería (1Ti.1:5-6). Lo que Pablo estaba diciendo es que no mientan (vs.7-8).

Nuestros mensajes no deben esconder interese económicos impropios, nuestro trabajo debe ser arduo en todo, tratando de no ser carga o agravio a nuestros hermanos, a fin de que el evangelio no se torne como un negocio (vs.9).

Nuestro testimonio debe ser a la luz de las Sagradas Escrituras conforme a la santidad, la  justicia, la honestidad, a tal modo de ser irreprensible (vs.10).

El trato de nuestra sinceridad debe afectar al estímulo y a la consolación, para ser fuertes en la tribulación. Su amor debe ser transparente como un padre a sus hijos (vs.11).

El amor verdadero de Pablo y de cada siervo de Dios, está lejos de la mentira, por lo cual la trascendencia de sus acciones sellan sus palabras, recomendando a los creyentes a vivir con dignidad su profesión de santos (vs.12).

Los siervos de Dios deben considerar el valor de su testimonio, quienes deben ser ejemplo bajo la enseñanza, e imitando a Cristo su Maestro por excelencia, andando en santificación que es la voluntad de Dios (1Ts.4:1-3).

Concluyendo este mensaje os hago recordar para bien de vosotros estas importantes  preguntas: 

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si todavía está apasionado por el engaño o la mentira?

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si usted no conoce la doctrina del Dios de la biblia?

¿Cómo es posible que usted diga que le sirve a Dios, si su vida es una de impureza o de mala intención?

Mi amado hermano, amigo y consiervo, este es un buen momento para reflexionar sobre lo explicado en este humilde y sencillo mensaje, corregir las deficiencias que como siervos tenemos, y entronar: El conocimiento, la sabiduría e inteligencia espiritual, la vida de pureza o santidad, y por último reprender todo espíritu de mentira, y renunciar de una vez y por todo la mentita o engaño de satanás. Dios le bendiga. Amen y amen.

Jorsaaleza

 

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