jueves, 30 de abril de 2020

HAY QUE ASUMIR NUESTRA RESPONSABILIDAD, Y EL NOMBRE DE ESA LEY ES ENFRENTAR

3- HAY QUE ASUMIR NUESTRA RESPONSABILIDAD, Y EL NOMBRE DE ESA LEY ES ENFRENTAR
Nunca podremos conquistar aquello que no estuviéramos dispuestos a enfrentar.
Esto es, “hacer frente a alguien o algo” Mantenerse en actitud de oposición ante un problema, situación difícil u obligación sin eludirlos, asumiendo el esfuerzo que suponen y luchando y actuando de acuerdo con sus exigencias.
La vida está hecha de confortamientos, son ellos los que nos dan el privilegio de medir nuestra capacidad de poder o no poder.
Aunque tengamos todo el poder del mundo tenemos que demostrarlo, y eso se hace enfrentando.
En la biblia esto nos permite ver el progreso, o desarrollo de las conquistas que logramos en la integridad de nuestra vida, comenzando por lo más importante. La vida espiritual.
Gá.5:16-17 dice: Que en nuestro interior hay una lucha, una confrontación entre la carne y el Espíritu. Nuestra decisión es hacerle frente a la actitud carnal. Y el texto nos hace entender que para esto tenemos la ayuda del Espíritu.
Fácilmente podemos entender que en nuestra batalla confrontativa con los deseos de la carne tememos la ayuda de Dios para hacer el bien con toda libertad, dejándonos enseñar y guiar por el Espíritu para gozar de su presencia (Jn.14:26,16:13).
Solo hay que decidirlo, confrontarlo y dejar que Él nos dirija para triunfar.
El cristiano sabe que tiene una batalla confrontativa día a día, no solo con complacer los malos deseos, o dejarnos atraer por lo malo que vemos, ni simplemente sentirnos orgullosos de los que tenemos (1Jn.2:16). Sino, también que nuestra confrontación es contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Y que importante es saber, que Dios nos da la armadura de su fortaleza para vencer. Y que sin duda alguna su presencia nos acompaña infaliblemente (Ef.6:12-18).
Sepa usted que los retos que enfrentamos son reales. Son serios y son muchos. Y si queremos lograr algo en la vida tenemos que confrontarnos.
No confrontar es igual a ser conformista, no tener una vida con sentido o propósito.
Tenemos que asumir nuestra responsabilidad ante Dios, ante nuestra familia y la sociedad.
Hay que asumir con esfuerzo y luchar de acuerdo con las exigencias del caso.
Sólo atravesando la noche se llega a la mañana.
Toda la biblia está llena de actos confrontativos, recordemos algunos casos:
Cuando todo el ejército de Israel tembló delante de un gigante llamado Goliat. Historia que hasta personas que no son evangélicas la conocen. Sin embargo, un joven llamado David se dispuso a enfrentar, y la biblia nos narra su victoria que compartió con el pueblo de Dios, y que a su vez publicó que la victoria era de Jehová de los ejércitos. La narración en1S.17:45-50.
dice:45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado - 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel - 47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos - 48 Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo - 49 Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra - 50 Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.
En esta victoria Divina, que Dios dio a su pueblo usando a su siervo David, vemos 4 cosas, que muy posible siempre estén entrelazadas en los confrontamientos.
Este caso está en 1R.17. Estas cuatro cosas son:
1-Separación.vs.3. 2-Desafío.vs.8. 3-Decisión.vs.32. 4- Victoria.vs.50.
Usted no va a conquistar nada que usted no esté dispuesto a enfrentar.
Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza.
Recuerde lo que dije en cuanto que David huyó de Saúl, que David se retiró, que David escapó para el desierto, para la cueva de Adulam, y luego fue a los filisteos (Está en la exposición anterior # 2).
Sin embargo, en 2S.3:1 vemos algo importante, cuando dice: Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.
Ahora se da cuenta: Hay un tiempo de alejarse o retirarse, pero hay una verdad que no se puede obviar. Si usted quiere conquistar una cosa llegará la hora de confrontar, no puede escapar.
David no confrontó a Saúl, sin embargo participó contra la casa (linaje, descendencia) de Saúl y David venció.
Esto también sucedió con Moisés cuando evadía el confrontamiento al Faraón de Egipto, y Dios se enojó (Ex.4:14). Al fin después de una larga jornada decidió enfrentar (Ex.Cap.3 al 5).
Sucedió con Josué servidor de Moisés (Ex.24:13,33:11, Nm.11:28), para confrontar la responsabilidad y la conquista de la tierra prometida.
Dios tuvo que darle un mensaje de poder y autoridad que trasciende hasta hoy (Jos.1:1-9).
Lo mismo sucedió con Gedeón cuando Dios le dijo: Ve (confronta) con esta tú fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Dios tuvo que trabajar sobre Gedeón para ponerlo en las filas de enfrentar al enemigo. (Jue.6).
Es interesante, muchos de estos hombres con esa actitud eran legales, honestos.
Por ejemplo, de este guerrero Gedeón aprendemos que era un hombre humilde y consagrado, y sobre esto, aprendemos siete características que debemos llevarlas en el corazón y hacerlas nuestras:
1-Indisposición a gobernar a menos que Dios lo llamara (6:36-40).
2-Dependencia continua de Dios (7:1-8).
3-Disposición de convertir la fe en acción (6:25-27,7:15-22).
4-Disposición de usar los dones que Dios le dio para dirigir a otros. Les dijo a los 300 que se quedaron con él que le observaran y siguieran su ejemplo (7:17).
5-Le dio la gloria a Dios antes, y después de la victoria (7:15,8:23).
6-Humildemente le atribuyo crédito a otros, que realmente merecía él (8:1-3).
7-Rehusó establecer una dinastía luego de haber cumplido el encargo divino (8:22,23).
Esto debemos entenderlo muy bien aunque enfrentemos y tengamos la victoria.
La victoria es de Nuestros Señor.
Tal vez se nos fue de la memoria, pero recordemos que en el tema #2 hablé de Jesús. Que Jesús se retiró al desierto. Sin embargo, en Mt.26:45 dice: He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
Jesús no fue asesinado. En Jn.10:17-18 dice así: Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar - Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Jesús confrontó a la muerte para vencerla, porque si Jesús no fuese a confrontar la muerte, no tendría el poder de vencerla o haberla vencido.
Es por eso que la biblia dice en Ap.1:5-6. Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre - y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Jesús fue el primero en salir o vencer la muerte y nunca más volver a pasar, la muerte jamás lo confrontará.
Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo, y confiando en nuestro Señor podemos decir: ¿Dónde está oh muerte tu aguijado? ¿Dónde, oh sepulcro tu victoria? 1Co.15:55.
Es por ello que la biblia también dice en Ro.14:9. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
He.2:14 dice: Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.
Jesús confrontó a la muerte, derrotó a la muerte, para poder darnos el derecho de la vida eterna.
Si Jesús no hubiera vencido la muerte. No haya podido ofrecer la vida al hombre.
Jesús es el prototipo divino de ejemplo a seguir, por lo cual no dudemos en seguir su ejemplo de confrontar en el tiempo correcto, para obtener y disfrutar de su victoria (1P.2:21).
No olvide que nunca podremos conquistar aquello que no estuviéramos dispuestos a enfrentar.
Sino vas por lo que quieres, nunca lo conseguirás.
Sino preguntas, la respuesta será un no.
Sino das un paso hacia adelante, siempre estrás en el mismo lugar.
Nunca olvides que nunca vas solo, vas acompañado del poderoso gigante (Jer.20:11). Amén.

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