LA INTIMIDAD CON DIOS ROMPE BARRERAS O FORTALEZAS

LA INTIMIDAD CON DIOS ROMPE BARRERAS O FORTALEZAS ADVERSAS A NUESTRA FE.

Pr.3:5,6. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia – Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”.

Uno de los fundamentos y fuerzas de poder para romper barreras adversas sobre los creyentes es la “INTIMIDAD CON DIOS”.Esto significa estar dentro de uno, o uno dentro del otro, aquí hay: Amistad, apego, familiaridad, confianzay ser inseparable.

Esto te da fe, y esta fe que es certera y convicta nos inclina y nos persuade a:

1.Confiar o fiarnos de todo corazón en el Señor. Vs.5.

Esto es entregarse totalmente o abandonarse en las manos del Señor (Aquí el abandono no es descuido)

Muchas veces cuando tenemos alguna decisión importante que tomar, a veces nos sentimos que no podemos confiar en nadie, ni siquiera en Dios. Sin embargo, Él sabe lo que es mejor para nosotros, incluso juzga mejor que nosotros para saber lo que queremos.

Debemos confiar en Él completamente en todas las decisiones que tomemos.

2.No apoyarnos en nuestra propia inteligencia.

Aquí la idea es de poner todo nuestro peso sobre algo, descansando y confiando en eso ya sea persona o cosa sobre la cual uno se apoya.

Esto no significa que debamos dejar de pensar con cuidado ni menospreciar la capacidad de razonamiento que Dios nos ha dado. Significa, sin embargo, que no nos creamos sabios ante nuestros ojos. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar que la Palabra de Dios y los consejeros sabios nos enmienden.

Esto también es rehusarnos y prohibirnos a que nuestros ideales ocupen el lugar de los ideales del Señor, nuestras ideas tenemos que ponerlas en las manos del Señor, de tal manera que acatemos su inspiración, su pensamiento o voluntad.

3.Tener presente al Señor en todos nuestros caminos(o reconocerlo en todo lo que hagamos).Vs.6.

Para el creyente la oración a Dios en la toma de sus desciciones debe ser imprescindible.

Tenemos que usar la Biblia como guía siguiendo la dirección de Dios, esto hará que nuestros caminos sean derechos y tengan protección.

Vale la pena en este verso enfatizar dos palabras:

a)Reconocer, que tiene que ver con observación, reflexión o experiencia directa; pero el valor más alto de esta palabra se obtiene a través del contacto directo e intimo con Dios en oración, obediencia y adoración.

Esto también tiene que ver con darle a Dios el lugar que se merece, en: Posesión (Poder, omnipotencia) Dimensión (Extensión, omnipresencia) e Intuición (Conocimiento, omnisciencia).

b)Caminos, esto significa una via, curso, sendero o modo de acción.

Esto nos sugiere las oportunidades específicas que una persona confronta de continuo.

Esta experiencia es cada dia, es como si este pasaje nos recordara que debemos reconocer a Dios en cada momento, o todos los días, quien entonces dirigirá nuestras veredas o caminos.

•Salomón nos dice que para recibir la dirección de Dios debemos colocarlo a Él en el primer lugar de nuestra vida. Esto significa entregarle cada esfera de la vida.

•Alrededor de mil años después, Jesús enfatizó esta misma verdad (Mt.6.33).

•Seria bueno analizar nuestros valores y prioridades: ¿Qué es lo más importante para usted? ¿En qué esferas de su vida reconoce a Dios? ¿Cuál es el consejo de Él para usted?

Quizás usted ya reconoció a Dios en varios aspectos de su vida, pero las que intenta restringir o pasar por alto su influencia son las que le causarán dolor. Mantenga a Dios en el primer lugar en todo lo que haga. Entonces Él le guiará debido a que usted trabaja para llevar a cabo sus propósitos.

•Queremos concluir este mensaje enfatizando y conjugando estos principios de: Confianza, Negación (Rehusarnos o prohibirnos a que nuestros ideales ocupen el lugar de los ideales del Señor) y Reconocimiento perseverante o por no decir en todo tiempo; para entender que solo así saldremos ilesos (Indeme, exentos de daño) o siempre nos encontraremos en el camino correcto, camino de avanzada, de poder y destrucción de barreras y fortalezas espirituales (2Co.10:3-5).

Todo esto hace la presencia de Dios dentro de nosotros, y nosotros dentro de él. A Dios sea la gloria, hoy y siempre, por esta bendita intimidad. Amén.

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