martes, 7 de abril de 2020

INCONMOVIBLES

INCONMOVIBLES
Los verdaderos hijos de Dios son inconmovibles.
La inconmovibilidad en el cristianismo no se da por arte de magia, es un hecho de principios que deben ser grabados en el corazón de cada creyente y deben tener preeminencia en todo el caminar de su diario vivir.
Estos principios de fe son inmutables (que no deben cambiarse), y no solo inmutables, sino que son tan fundamentales que deben ocupar la preminencia.
Por ejemplo: A El Oíd – A El Seguid – A El Mirad – En él confiad -"A El Esperad".En el monte de la transfiguración Pedro y sus acompañantes escucharon directamente la voz del Padre, diciendo:
-"A él oíd”. Mt.17:5, Lc.9:35. Esto lo confirma 2P.1:17-19. Tambien lo profetizó Moisés.Hch.3:22.
-“A El Seguid”. Estas son las palabras de nuestro mismo Señor: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mt.16:24.
1P.2:21, lo dice de esta manera: Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.
-“A El Mirad”. He.12:2 dice: Fijemos nuestra mirada en Jesús, en quien la fe empieza y termina. En vez del gozo que podía haber tenido, sufrió la muerte en la cruz y aceptó la humillación como si no fuera nada. Después se sentó a la derecha del trono de Dios.
-“En él Confiad”. vamos a decirlo en las palabras de nuestro Señor: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz (tranquilidad, confianza). En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Jn.16:33.
En otra oportunidad también dijo: No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed (confiad) también en mí. Jn.14:1.
A la inquietud de Felipe Jesús responde la majestad que le había dado el Padre: El que me ha visto a mí ha visto al Padre – Las palabras que yo hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, el hace las obras – Créanme por las mismas obras. Jn.14:9-11.
-“A El Esperad”. Pablo en su defensa ante el sanedrín (concilio) alzó su voz diciendo: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; y se me juzga o estoy en juicio, porque creo en la esperanza de la resurrección de los muertos. Hch.23:6.
El apóstol Pablo haciendo conocer de los sufrimientos por Cristo, la obra de su ministerio, y la revelación de la grandeza de nuestra esperanza en Cristo dice: “Cristo en vosotros, es la esperanza de gloria” Co.1:24-29.
En la ascensión de Cristo los ángeles dijeron: Este mismo Jesús que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. (Hch.1:11).
Jesucristo es nuestra esperanza. 1Ti.1:1.
Amados hermanos en Cristo, si esto no nos da seguridad ¿Qué cosa puede serlo?
Para los creyentes que aman a Dios, Cristo es su todo.
Esto es, como las palabras que dijo Pablo en Ro.8:31-32. ¿Qué, pues, diremos a esto? Oh ¿Qué podemos decir a todo esto? Si Dios es por nosotros o está a nuestro favor, ¿quién contra nosotros? - El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Entonces podemos asegurar que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, a aquellos que han sido llamados por Dios de acuerdo a sus propósitos. Ro.8:28.
Que importante es grabarse esto en el corazón ¿porque?, porque en un mundo como el nuestro ¿qué bien podemos esperar de el (mundo)?
Sin embargo, ahora podemos entender que aun en las dificultades, aun en las amargas desilusiones, maltratos y sufrimientos de estos grandes advenimientos, los cristianos debemos de saber que Dios obra para que se cumplan sus buenos propósitos en sus hijos.
Pueda que Dios cambie o no la situación directamente, pero aun si se mantiene difícil. Dios nos garantiza buenos resultados al final, inclusive esto nos trae mayor madurez, y sobre todo la convicción de estar con él y parecernos cada día más y más a él.
1Jn.3:2-3 dice: Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es - Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Dios ha realizado una obra perfecta en los creyentes (sus hijos), y nos ha puesto en una posesión inconmovible a tal modo que Jesús dijo: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen - y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano - Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre - Yo y el Padre uno somos. Jn.10:27-30.
Entonces conociendo y fortaleciéndonos en nuestra posesión, no seamos irresponsables distrayéndonos con las cosas de este mundo y los acontecimientos del presente, y aun los que vienen ya.
Nosotros sabemos muy bien los cuidados que debemos tener ante las autoridades de este mundo, y también grandes deberes ante nuestro Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Hoy también podemos entenderlo mejor, que nuestros proyectos para esta vida son importantes, pero nuestra prioridad es estar a cuentas o preparados para volar con Él. 1Ts.4:16-17.
Recuerda que nuestros proyectos deben ser hechos con responsabilidad, pero nuestra prioridad es vivir como las vírgenes prudentes, preparadas (as) como si Cristo viniere en este momento.
Usted no está en la arena, usted está en la Roca (Mt.7:24-28). Usted es inseparable de Cristo, más, nadie lo puede arrebatar de sus manos (Jn.15:5, 10:27-30). Usted fue sellado con la garantía de Dios para consumar su redención (Ef.1:13-14,4:30). El Señor conoce a los suyos por el sello de la santidad (1Ti.2:19).
Dios desea que usted lo mire un día cara a cara para adóralo de manera perfecta (He.12:
14). No lo dude, porque el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día que regrese nuestro Señor Jesucristo. Fil.1:6.
Jamás olvide de los principios de fe inmutables (que no deben cambiarse), y no solo inmutables, sino que son tan fundamentales que deben ocupar la preminencia:
A El Oíd – A El Seguid – A El Mirad – En él confiad - A El Esperad.
Jesús es nuestra seguridad, él es nuestra pasión, nuestra adoración, por lo tanto nada ni nadie nos separará del amor de Dios en Cristo Jesús Señor Nuestro. Amén.Ro.8:33-39.

Jorsaaleza

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario ;)

Entradas populares