sábado, 16 de mayo de 2020

FE AMOR Y ESPERANZA


FE AMOR Y ESPERANZA
1Ts.1:3-10.
1Ts.1:3. Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
Alguna vez hemos dicho cuando el asunto más se repite, seguramente es de mucha importancia.
El apóstol Pablo menciona tres hechos contundentes de la vida ejemplar de los Tesalónicos: Fe, amor y esperanza.
Aunque la biblia especifica el mayor de ellos, es imposible alcanzar amor sin fe y esperanza.1Co.13:13.
Fe es el acto contundente que no deja lugar a discusiones sobre la seguridad y convicción de lo que se espera ver.
Amor es la virtud que sostiene a la fe, pero que a la vez le da la oportunidad de alimentar el sostén en la vida humana.
Esperanza es la virtud que asegura o da confianza de recibir lo que uno espera por esa fe. 
Aunque los tres están entrelazados, un día la fe y la esperanza dejaran de ser.
La fe será remplazada por la vista (2Co.5:7) y la esperanza se convertirá en experiencia (Ro.8:24). Solo quedará el amor, porque el amor es eterno. Dios es amor.1Jn.4:8.
Pablo declara estas tres virtudes en muchas de sus epístolas (1Ts.5:8, Ro.5:1-5,1Co.13:13, Gá.5:5-6, Col.1:4-5, He.10:22-24).
Estas virtudes fueron el resumen favorito de la iglesia primitiva.
Ahora hablaremos un poquito de cada una de ellas en forma ascendente conforme al texto.
1.  La obra de vuestra fe.
Para los primeros creyentes la fe no era un título, no era algo teórico, no era un grito espantoso, menos un espectáculo malsano.
La fe que vale según la biblia, es aquella virtud que depende de principios objetivos en obediencia al que los ordena. Ro.19:17, Stg.1:22.
Los tesalonicenses testimoniaban de su fe con hechos (1Ts.1:6-10).
-  Cambiaron de vida y siguieron el ejemplo de los apóstoles, para así seguir el ejemplo del Señor.vs.6.
-  Se volvieron ejemplo de vida para los nuevos creyentes (los macedonios y los de Acaya).vs.7.
-  Se convirtieron en grandes evangelistas, locales y forasteros.vs.8.
-  Su testimonio era acreditado con hechos contundentes: Generosos y hospitalarios, cero idolatría, devoción efectiva.vs.9.
-  Su esperanza al retorno de Jesús estaba activa para el momento presente (hoy).vs.10.
Ellos conjugaban la realidad de su fe con sus obras. Stg.2:14-22.
2.  El trabajo de vuestro amor.
Hay un dicho que dice: Hay que trabajar para el amor porque para comer Dios da.
El amor se refleja a través de los hechos, y es necesario comprender que ese esfuerzo  debe ser bien invertido.
Esto significaría actuar con sabiduría.
Nuestro primer trabajo debe ser invertido con esfuerzo para amar a Dios.
Jn.14:15. Si me amáis guardad (obedeced) mis mandamientos.
La realidad de esta verdad del amor de Dios en el corazón humano, se hace notar en la vida visible sirviendo a nuestros hermanos, etc. (1Jn.4:20 -21,3:17-18).
Nuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1Co.15:58.
En la biblia el trabajo es una honra. Nuestro Señor dijo estas palabras: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”Jn.5:17. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre.Jn.6:27.
Pablo enseña mucho sobre el trabajo, a tal modo que dijo: Si alguno no quiere trabajar tampoco coma. 2Ts.3:10.
El trabajo de los tesalonicenses estaba demostrado por un acto de fe, pero realizado con amor al margen del principio divino.
Como ya lo hemos dicho:
-  Trabajaban con esfuerzo por cambiar sus vidas.vs.6.
-  Trabajaban con valor para ser ejemplo para los otros.vs.7.
-  Trabajaban predicando el evangelio en su medio y más allá de ello.vs.8.
-  Trabajan duro para hacer el bien y consagrar sus vidas sirviendo al Señor.vs.9.
-  Su trabajo era fortalecido por la esperanza en el regreso de Cristo, y la libertad de la ira venidera.vs.10.
Ellos conjugaban la realidad de su amor con la obediencia a la Palabra de Dios.
El vs.6 dice claramente: Que cambiaron, porque vinisteis a ser imitadores o se volvieron como nosotros (apóstoles), siguiendo el ejemplo del Señor. A pesar de que sufrieron mucho, aceptaron esas enseñanzas con la alegría que les dio el Espíritu Santo.
3.  Vuestra constancia en la esperanza.
Dicen que lo último que se pierde en la vida es la esperanza.
La esperanza es una virtud importante en la vida, esta es impulsada por la fe y el amor.
La esperanza vinculada con la fe, y el amor de principio divino transcrito en la Palabra de Dios, marca la diferencia a cualesquier otra esperanza.
La esperanza de los tesalónicos era perseverante porque se fortalecía en las promesas del Señor.
Su trabajo de fe y amor fortalecían su esperanza, a tal forma que su confianza permitía que sus ojos se enclavaran en el autor y consumador de su fe (He.12:2).
Ellos eran motivado o fortalecidos por todas las promesas del Señor, pero a la vez esperaban la promesa que daría paso a la consumación de su fe: “Esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos librara de la ira venidera” vs.10.
La biblia dice que nuestro trabajo en el Señor, fortalece nuestra esperanza y jamás es vano.1Co.15:58.
Que importante es entender que la esperanza de nuestra fe llena de amor, sobre esperar de los cielos a Jesús y su venida, ha sido una fortaleza que ha impulsado a dos cosas importantísimas: Amar a Dios, y a nuestro prójimo.
Esto significaría: Obedecer a Dios cumpliendo la gran comisión con pasión, la misma que se reluciría en una predicación apasionada y compasiva por las almas perdidas.
Que de paso es bueno recordar que es lo que ahora debe suceder.
Que importante es entender que la fe la esperanza y el amor son la Puerta, el Camino y la Verdad y la Vida por la eternidad.
No nos olvidemos, e imitemos a nuestros hermanos de la iglesia de los primeros tiempos:
Conjugando la realidad de nuestra fe con nuestras obras. Stg.2:14-22.
Conjugando la realidad de nuestro amor con la obediencia a la Palabra de Dios.
Y conjugando la realidad de nuestra esperanza con la promesa que daría paso a la consumación de nuestra fe: “Esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos librara de la ira venidera” vs.10. Amén.
Jorsaaleza.

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