POR QUÉ DEBEMOS TENER COMUNIÓN UNOS CON OTROS?
POR QUÉ
DEBEMOS TENER COMUNIÓN UNOS CON OTROS?
¿Se ha hecho alguna vez esta pregunta?
¿Tendremos razones para hacerlo? Los
cristianos sabemos que nuestra razón
está hecha para sacar conclusiones o formar juicio (Facultad del entendimiento, por cuya virtud
el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso).
Así mismo también sabemos que sobre
nuestra razón esta la razón de nuestro Señor.
Por lo tanto para responder a esta
pregunta de la manera correcta vale la pena someter nuestras razones a la razón
de nuestro Dios.
Así que empecemos leyendo uno de los
principios correctos para responder correctamente.
1Co.12:12-14 dice: Nuestro cuerpo tiene muchas partes, pero todas
esas partes forman un solo cuerpo. Lo mismo sucede con Cristo - ya sea judíos o
no, esclavos o libres, todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para
formar parte de un solo cuerpo; a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu -
El cuerpo humano no está hecho de una sola parte, sino de muchas.
Col.1:18. Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su
cuerpo. Él dio comienzo a todo y fue el primero en resucitar de la muerte.
Entonces él es el más importante en todo sentido.
En primer lugar la cabeza es lo más importante,
allí se desarrollan las razones. Y si la cabeza del Cuerpo (Iglesia) es Cristo,
toda su membresía debe caminar bajo sus órdenes o razones.
En este cuadro del cuerpo el elemento
imprescindible es la comunión unos con los otros.
Bien, ahora partimos de esta premisa para nombrar algunas
razones por los cuales debemos tener comunión unos con otros.
1. Porque todos tenemos el mismo Padre.
Jn.1:13. Los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. El
vs.12 lo anticipa.
Mt.23:9. Jesús
dijo uno es vuestro Padre el que está en los cielos.
2Co.6:18, 1P.1:17.
En el vínculo filial del Padre Dios, la comunión de
Padre a hijo y de hijo a Padre, de hermano a hermano se hace una necesidad
imprescindible. Por eso
debemos tener comunión unos con otros.
2. Porque todos fuimos comprados con la
misma sangre.
1Co.6:20. Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad (honren a Dios) pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
· Sabemos que hemos sido comprados con la sangre de
Cristo, debemos honrar a quien pertenece. Y una manera de honrar es amarnos o
tener comunión unos a los otros.
1Co.7:23,
1P.1:18-19, Ap.5:9.
3. Porque todos somos miembros del mismo
cuerpo.
Ro.12:4-5. Todos tenemos un
cuerpo formado de muchas partes y cada una tiene una función distinta - Así
pasa con nosotros, somos muchos, pero todos formamos un solo cuerpo en nuestra
relación con Cristo. Como parte de ese cuerpo, cada uno pertenece a los demás.
· Cada uno de nosotros tenemos que contribuir a la
vida de la comunidad y al crecimiento de todo. No hay espacio para la
arrogancia, ni necesidad de sentirse inferior en el cuerpo de Cristo, porque
cada individuo desempeña un papel especial en su funcionamiento.
Esto es comunión unos con los otros.
1Co.12:12,
Col.1:18.
4. Porque todos fuimos bautizados por el mismo
Espíritu para formar un cuerpo.
1Co.12:13. Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
· Al beber del mismo Espíritu está garantizada la
comunión unos con otros, y esta debe ser la vida común de los cristianos, cuya
dinámica es más rica que todas las otras realidades humanas.
Esto es lo que nos diferencia ante otras personas:
La comunión unos con otros, que lleva entrelazado el amor.
Ef.2:18, Jn.7:37-39.
5. Porque todos andamos en el mismo camino
de fe.
2Co.5:7-8. Pues vivimos por la fe y no por lo que
vemos - Tenemos confianza y preferimos dejar este cuerpo e ir a vivir en ese
hogar con el Señor.
Ro.1:17. Porque en el evangelio la justicia de
Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe
vivirá.
· Nuestra vida es una vida completamente
de fe y para fe: Somos salvos por fe - Vivimos por fe – Andamos por fe –
Adoramos por fe, en fin la fe es la virtud que dirige nuestra vida.
· Pero no olvidemos, que no es cualquier
fe, sino la fe que se relaciona con dependencia absoluta al autor y consumador
de nuestra vida de fe. He.12:2.
Con ese principio de fe que OBEDECE a
la Palabra de Dios o a Dios mismo, hagamos efectivo nuestro amor testificando
la comunión los unos con los otros.
6. Porque todos tenemos el mismo Maestro.
Mt.23:8,10. Pero vosotros no queráis que os llamen
Rabí; porque uno es vuestro Maestro - Ni seáis llamados maestros; porque uno es
vuestro Maestro, el Cristo.
· Aunque la biblia habla de ministerios o dones de
maestros, pues sobre todo esto está el Maestro de los maestros. Él es nuestro
Maestro verdadero a quien todos debemos guardar reverencia absoluta.
· Dios es el Maestro por excelencia y no ha dejado de
seguir enseñándonos. El corrige a todos sus maestros trasmisores de sus
enseñanzas y más, está presente en cada actuación: Enseñando y recordando
(Jn.14:26), Nos enseña del Maestro Jesús (Jn.15:26), Nos guiará a toda la
verdad (Jn.16:13), Nos enseñará confirmándonos la verdad (1Jn:2:27).No acompaña
en el cumplimiento de la misión de enseñar (Mt.28:19,20).
Jn.13:13-14.
En el ejercicio o ejecución de nuestra labor en la
presencia de nuestro Maestro es imposible no tener comunión unos con los otros.
7. Porque todos esperamos la misma herencia.
Ro.8:17. Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con
él, para que juntamente con él seamos glorificados.
· Herencia es recibir por derecho los bienes de un
padre o de alguien en
cumplimiento de la ley o de las disposiciones señaladas en un testamento.
· El principio de la comunión se basa en
el amor de los unos con los otros, y esto es como la garantía de recibir la
herencia de nuestro Padre Dios junto a nuestro Salvador Cristo.
Comunión los unos con los otros es
ahora y para siempre.
Gál.4:7.
8. Porque todos somos la familia de Dios.
Ef.2:19. Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios.
· Recordemos que somos hijos de Dios, y si hijos
somos hermanos y somos hermanos somos una familia.
Ahora imagínese una familia desunida, sin comunión
unos con los otros. Que dolor para los padres. Mucho más cuando hay una
herencia que dejar a vuestros hijos.
· Comunión unos con los otros es consecuencia del
amor que es la base de la vida del reino
o la familia de Dios. Es esto lo que nos garantiza ser herederos del Padre de
Familia. En este caso el Padre de la Familia de Dios.
· Si somos miembros de la familia de Dios es imposible
que no se apunte a vivir en comunión unos con los otros.
Gá.6:10.
9. Porque la cabeza ordena que debemos
amarnos unos a otros.
Jn.13:34. Un mandamiento nuevo os doy: Que os
améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros.
·
Como
hemos venido explicando que la comunión unos con los otros en vuelve el amor. Y
si envuelve el amor, entonces en el mandamiento de amarnos unos a los otros
está incluida la comunión unos con los otros.
·
La
comunión para el cristianismo o familia de Dios, nos es una elección al querer
de cada uno de los miembros del cuerpo (iglesia), sino más bien es una orden
que se debe obedecer ya.
·
Si
la cabeza ordena amarnos que incluye comunión unos con los otros, solo nos
queda acatar esa orden: Tener comunión unos con los otros.
Jn.14:13,15:10,
Hch.2:42,2Co.13:14,1Jn.1:3,6-7.
10. Porque todos somos guardados
por el poder del Padre.
Jn.17:24. Padre, quiero que
los que me has dado estén conmigo donde yo esté para que ellos vean la gloria
que tú me diste, pues tú me amaste antes de la creación del mundo.
· Dios
tiene el poder para guardarnos hoy y siempre, de tal manera que un día estemos
en el hogar celestial.
No
hay duda que al ser guardados por el poder de Dios, su amor nos constriñe y la
comunión unos con los otros se engrandece.
Jn.17:11,15. Padre santo, a los que me has dado,
guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros - No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del mal.
·
Jesús
en su última petición al Padre, ora por la unidad de los creyentes de las
futuras generaciones, y el asevera que
esta unidad daría testimonio que él fue enviado por el Padre (Jn.17:21). Esto
es algo que debe estar presente en el cristianismo legítimo.
Con
esto una vez más aseguramos que es necesario nuestra comunión los unos
con los otros para que estemos perfectamente unidos. Jn.17:23.
1P.1:5, 1Jn.5:18, Jud.24, Ap.3:10.
11. Porque somos hermanos.
Mt.23:8. Y todos vosotros sois hermanos.
·
No
podemos dudar de nuestra hermandad espiritual.
Primero: “Porque Dios nos dio el derecho y nos
engendró por su propia voluntad de ser sus hijos”. (Jnn.1:12-13).
Segundo: “Porque Jesús dijo: El que hace la
voluntad del Padre, ese es su hermano, y hermana, y madre”. Mt.12:50.
Tercero: “El mismo Padre dijo: Seré para
vosotros por Padre y vosotros me seréis hijos e hijas (hermanos)”.2Co.6:18.
Cuarto: “Tanto los que son purificados como Jesús, quien los purifica, tienen el
mismo Padre. Por eso Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos - cuando
dice: «Hablaré de ti a mis hermanos. Cantaré tus alabanzas cuando ellos estén
reunidos»”. He.2:11-12.
Los hijos de Dios reflejan o brillan a distancia la
gloria de su Padre - La gloria de la sangre del Cordero – La gloria de la
iglesia de Cristo – La gloria del Espíritu – La gloria de la fe – La gloria del
Maestro de maestros – La gloria de la
herencia del Padre – La gloria de la familia de Dios – La gloria de la
obediencia a la cabeza de la iglesia que es Cristo – La gloria de la protección
del Padre – y la gloria de la hermandad cristiana pero celestial.
Terminamos diciendo que con todo este bagaje es imposible que no tengamos comunión
los unos con los otros, y porque no decir comunión que nos lleva a la perfecta
unidad.
Dios les bendiga.
Jorsaaleza.
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