EL RESPETO
Hablar de respeto nos pone quietos y
reverentes. En sí, nuestra conciencia conoce el valor de esta verdad.
Sin embargo al pasar de los segundos o
el tiempo, a muchos como que nos cubre un velo que no solo nos hace olvidar de
su valor, sino que arremete transgresión contra esta virtud moral y
profundamente espiritual.
¿Qué es el respeto?
-
Respeto
es el acto de consideración a alguien por su valor.
-
Dignificar
a alguien que se merece o es digno de ser honorado
-
Consideración,
acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o una cosa por
alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que lleva a
acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o perjuicio.
-
“Temor o recelo que infunde una persona o
cosa.”
Esto de temor nos trae fácilmente a recordar el hecho muy conocido “El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová Dios” Pr.1:7.
Temor infunde respeto, y esto es un acto de sabios.
La palabra respeto abarca el
hecho de integridad de los seres o las cosas a quien se debe o existen.
Este tema es tan amplio que
involucra a la virtud valerosa y divina del amor. Podríamos decir que cuando se
falta o se pierde el respeto se trasgrede o desvanece el amor.
Hoy solo quiero tocar una
pisca (Cantidad mínima o muy pequeña de algo
material o inmaterial) de
esta virtud invalorable.
Y quiero referirme al respeto en el
organismo de la iglesia del Señor. Ente que es el patrón de respeto en la
existencia.
Si perdemos el orden y el respeto
debido en la iglesia del Señor, mi pregunta es ¿Dónde lo podríamos encontrar?
Dios es la máxima autoridad no solo de
la iglesia sino del universo.
Y Pablo en 1Co.11:3, nos hace ver el orden y la forma en que el hombre
y la mujer fueron creados, revelándonos la gloria de Dios y el Señorío de
Cristo como máxima autoridad que merece respeto reverente, y porque no decir
adorable.
Dios como principio y fin creó todas las cosas en
orden, y cada una con una razón de ser.
Dios no es Dios de confusión o desorden
(1Co.14:33), es por eso que en 1Co.14:40, la biblia dice: Pero hágase todo
decentemente y con orden.
Bien, después de esta escueta explicación voy al
orden y el respeto debido en algunas cosas en la iglesia.
Hoy en día parece que todos andamos a la par del
mundo, donde se dice que es tierra de nadie: Esto significa que se han perdido
los valores, y cada quien pone o inventa sus leyes oh hace lo que quiere, en
conclusión estamos viviendo la confusión o el caos moral espiritual más caótico
de todos los tiempos.
El desenfreno es intolerable y es increíble,
mientras más la ciencia aumenta para beneficiarnos y disfrutar de sus avances,
la degradación humana está llegando a su fin.
Esto no se puede negar, es tan real que caminamos a
tientas y expectantes a la ofensa, al maltrato, etc., y hasta la muerte.
Bueno
¿pero que dice la iglesia del Señor a todo esto? Esta es
una pregunta que no solo nos debe llevar a reflexionar sobre el asunto del
respeto, sino a restaurar y ponernos en el orden debido. Ya que al no ser así,
estaremos cayendo en la misma desidia
(Falta
de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa) de aquellos que no conocen los principios
infalibles del respeto que se desprende del amor de Dios transcritos en su
Palabra (Santa Biblia).
Voy hacer mención de estos versos,
aunque nos son exclusivos para una autoridad ministerial dentro de la iglesia,
pero sin embargo, también son trastocados para ella.
Ro.13:1-2
dice: Sométase
toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas - De modo que
quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que
resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Tit.3:1-2
dice: Recuérdales
que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos
a toda buena obra - Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino
amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Cuando hablamos de autoridad esto
merece dignidad, aunque ya hemos visto que en el mundo no eclesial ha perdido
su esencia de ser. Pero sin embargo, en la iglesia todavía debe permanecer su
esencia, esto significa que así como Dios hace dignos a sus ministros por su
embestidura, también estos deben honrar al que los estableció, con su lealtad, y
esto no solo debe ser al cargo si no en toda su manera de vivir (1P.1:15).
Debemos de tener en mente y no olvidar,
que cuando se pierde el respeto en alguna institución y de especial manera en
la iglesia, estamos trastocando ofensivamente al amor, y cuando esto sucede hay
confusión y en consecuencia desorden o caos.
Amados hermanos, deseo mencionar esto
para esclarecer el orden y el respeto debido: La biblia dice: Ya no hay judío
ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros
sois uno en Cristo Jesús.Gá.3:28.
Magnifico, pero esto no quita u omite
el orden y las responsabilidades concedidas por Dios en el organismo de la
iglesia.
Aquí no hay, yo soy más grande que tú,
pero sin embargo, el respeto y la consideración para todos, deben ser una
virtud admirable dentro del Cuerpo de Cristo.
Y más, el orden infalible en la
iglesia nos debe llevar a considerar o respetar la embestidura y las
responsabilidades de los ministros o siervos de Dios.
Déjeme incrementar a esto,
esclareciendo que respeto en el ámbito ministerial también es prepararse prudentemente
para ministrar la Palabra de Dios. No preparase en el estudio de la Palabra de
Dios para ministrar a la grey del Señor, es faltarle el respeto a Dios a y a su
grey.
Por eso Pedro dice: Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios.1P.4:10.
Subrayamos los “buenos”, Los de
otra categoría no deberían figurar siquiera como “administradores” de
las obras de Dios.
En realidad en el reino de
Dios el respeto se gana por el testimonio y el ejemplo de vivir ante los demás.
Así comienza un buen administrador de la multiforme gracia de Dios.
La verdad, es que los líderes
siervos o ministros de Dios están llamados a ser ejemplo de la grey, y desde esa premisa embellecemos la embestidura
o ministerio que Dios nos ha dado.
Si merecemos respeto, también
debemos respetar en el orden debido (respeto guardan respeto).
He.13:17 dice: Obedeced (respetar) a vuestros pastores, y
sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de
dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os
es provechoso.
El Pastor es como un padre, pero espiritual. Esto lo sabemos
bien, que como padres debemos hacernos amigos de nuestros hijos. Pero los hijos
no deben sobrepasar la línea del respeto.
Dios un día pedirá cuentas a
cada uno de sus hijos por la responsabilidad que les dio en esta vida, y el
pastor tendrá que responder a eso, y usted también.
Claramente Hch.20:28 dice que
Dios nos ha puesto como obispos
(pastor) para apacentar su iglesia que la ganó con su sangre. Eso merece una
seria observación respetable para los ministros.
1Ti.5:17, 19 dice: “Los ancianos que gobiernan bien, sean
tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar
y enseñar - Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres
testigos”). “Doble honor”
también significa “doble respeto”, pues, ¿cómo “honrar” a quien no
“respetamos”?
En 1P.5:1-4 claramente habla
del comportamiento de un ministro de Dios para recibir su recompensa. Y al
mencionar elevados valores en este pasaje expresa la palabra “ejemplo de la
grey”. Ejemplo no es el asunto principal para influir en otros, es la única
cosa en un cristiano.
En la biblia se trascribe el
ejemplo como autoridad, y autoridad divina en la biblia es algo que se deriva
de la obediencia, respeto o temor de Dios. Esto envuelve hacer la voluntad de
Dios (Jn.14:15,23-24).
Mire lo que Dios dice ha estos hombres
conocedores de su voluntad, voluntad que es luz para dar respeto a quien se
debe en el orden correcto. Mt.7:21-23.
Con todos los actos de necesidad humana que sorprenden tu atención, Jesús
reprocha la irreverencia (falta de respeto) de estos actores con falsos
ministerios. En Mal.1:6 dice:
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra (respeto)? y si
soy señor, ¿dónde está mi temor
(respeto)? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que
menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Mi amigo, si no respetamos a Dios obedeciendo su Palabra, como respetaremos al
ser humano y a la autoridad delegada que Dios le dio.
1Jn.4:20-21 nos habla del amor, y aquí hemos explicado que el respeto está intrínseco en el amor.
Entonces como puedes decir que
respetas a Dios cuando no respeta al ser humano y el orden y autoridad que Dios
delega (Ro.13:1-5).
Voy a parafrasear de esta manera una parte
del texto de 1Jn.4:20-21. Si alguno dice: Yo respeto a Dios, y no respeta a su
hermano, es mentiroso. Pues el que no respeta a su hermano a quien ha visto,
¿cómo puede respetar a Dios a quien no ha visto? - Y nosotros tenemos este
mandamiento de él: El que ama (respeta) a Dios, ame (respete) también a su
hermano.
Terminamos con estas preguntas
¿Usted respeta, honra o temo a Dios? ¿Respeta a su hermano y a su prójimo?
¿Respeta el orden de la iglesia o congregación que es usted miembro? ¿Respeta a
su pastor o líder siervo en la congregación que asiste?
Si no guardamos esta
consideración debida del respeto. Algo está andando mal en nuestra vida.
Hoy es un buen momento para
hacer una confesión de fe con temor y reverente, reconociendo nuestra necesidad
y entronando todo lo que hemos aprendido en esta enseñanza.
No olvides, cuanto más reverencia
tenga a Dios y respeto a su prójimo, más dignificaras a la vida y a la vez tus
hechos confirmaran el testimonio de tu verdadero amor cristiano.
Dios te bendiga
Jorsaaleza
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