LA FUERZA DEL
QUERER Y EL DESTINO DE SERVIR
El buen deseo es
una obra de Dios en nosotros, y hacer lo que le agrada es lo maravilloso de su
confirmación amorosa en cada uno de sus hijos y siervos.
Porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad. Fil.2:13.
Dios está obrando
en nosotros. Él despierta en nosotros el deseo de hacer lo que a él le agrada y
nos da el poder para hacerlo.
Dios conoce quien
eres tú. Dios te necesita. Él te llamó para ejercer su voluntad en ti.
Hay muchas maneras
o medios que Dios puede usar para dirigir tu vida, al fin de sus propósitos.
Muchas veces ni
estamos allí, pero Dios está trabajando en ti. Fil.1:6.
Samuel fue un
hombre de Dios que llegó en un tiempo crítico de la fe del pueblo de Dios.
Dios lo llamó para
cumplir un trabajo especial y de manera especial.
La biblia nos hace
entender de los designios de Dios antes de ser visible a nuestros ojos, por lo
cual también un día nace el deseo profundo de servirle y con mucho amor.
Jer.1:5 nos dice que Jeremías fue
elegido, consagrado y enviado por Dios antes de ser formado en el vientre de su
madre.
Pablo también lo dice:
Gá.1:15-16, Ef.1:4-5 y Ro.8:29-30 expresa rotundamente la determinación divina
para los suyos en su adoración y servicio.
Por ello podemos decir
que la fuerza del querer y el destino de servir es una obra de principio
divino.
Si alguien se
opusiera a las determinaciones de Dios ¿no estaría luchando con Dios?
El Señor dice: Lo
que hago yo ¿Quién lo estorbará? Is.43:13b. ¿Quién ha sido
capaz de frustrar los planes del Señor Todo poderoso? ¿Quién ha podido detener
su mano cuando él la ha extendido? Is.14:27. Job respondiendo
a sus amigos les dice: Si de algo se adueña ¿Quién podrá reclamárselo? ¿Quién
podrá pedirle cuentas de lo que hace? Job.9:12.
La biblia dice que no
depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia (Ro.9:16).
¿Quién eres tú
para que alterques con Dios? ¿No tiene potestad el alfarero sobre el barro para
hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Ro.9:20-21.
Cuando Dios
determina hacer su voluntad en alguien nadie ni nada lo detendrá.
Vamos
a recorrer algunos capítulos de 1S.1 al 12 para aprender de
Dios en la persona de Samuel, quien nació en un hogar disfuncional, donde la
burla apremiaba a su madre por su esterilidad.
Y fue esa necesidad y burla, el motivo
para que esta mujer que fuera madre de Samuel, comenzara profundamente a pedir
a Dios tener un hijo.
Esta historia
es muy conocida en 1S.cáp.1. El milagro de Dios sobre Ana fue hacer
de su esterilidad una matriz fértil. Sin embargo, debemos considerar que sobre
la fertilidad hubo un milagro de trascendencia para el servicio de Dios.
Los votos o
compromisos de Ana ante el Señor fueron cumplidos, dedicando a Samuel para el
servicio del Señor.
Cáp.2. La exaltación y la
gratitud de Ana hacia Dios por el hijo concedido fue notable, honró a Dios y
exaltó su soberanía.
Del mismo modo que Samuel nació en un
tiempo crítico de la fe del pueblo de Israel, Samuel vio con sus propios ojos y
muy de cerca la impiedad en la misma casa de Dios (el
mal ejemplo de los hijos de Elí).
Pero la biblia
dice: Que Samuel iba creciendo y era acepto delante
de Dios, y delante de los hombres.1S.2:26. Era un hombre con
decisiones limpias.
Hay
un dicho muy popular que dice: El que se quiere perder, o llevar una
mala vida. Aunque tenga la mejor oportunidad se perderá. Pero el que elige el
bien, aunque esté en medio del infierno no se perderá.
Algunos ponen el
ejemplo de Judas, diciendo que tuvo: El mejor Maestro – El mejor amigo – El
mejor Pastor – El mejor líder y sin
embargo, fracasó.
Si tu actitud no
cambia, si tu carácter no es transformado, y no estas decidido a honrar a Dios
y tu ministerio, has un alto para entender: Que
Dios honra a los que le honran (respetan), y los que lo
desprecian o no lo respetan serán tenidos en poco, o les ira mal. 1S.2:30b.
No olvides que Dios mira con agrado a
la gente leal, la invita a vivir junto a él; y solo gente honesta estará a su
servicio.Sal.101:6.
Cáp.3. El joven Samuel
ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová
escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.vs.1. Recordemos el
tiempo de los jueces, que cada uno hacia lo que bien le parecía (Jue.21:25), pero Samuel fue el último juez de
Israel.
Es en esa circunstancia que Dios quiere
revelar su presencia a Samuel, y que él conociera su voz y sus hechos futuros.
La falta de conocimiento de la voz de
Dios (Palabra
de Dios) y la falta de
experiencia, hizo que por tres oportunidades Samuel confundiera la voz de Dios,
o pensara simplemente en la voz humana del sacerdote Eli.
También tenemos que reconocer que el
sacerdote Elí, no dejó de realizar su noble responsabilidad de enseñar al joven
Samuel, quien sería el nuevo ministro en el templo del Señor.
La
enseñanza de Elí quedó marcada en el joven Samuel, que cuando vino la voz de
Dios por cuarta vez, Samuel responde:
“Habla, porque tu siervo oye” vs.9, 10. De esa manera recibió el mensaje
profético y divino.
Así
crecía Samuel, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de
sus palabras, mejor dicho ninguno de los mensajes de Samuel fueron encontrados
falsos. De la misma manera todo el pueblo conoció a Samuel que era fiel profeta
de Jehova.Vs.19-20.
Cáp.4, 5
y 6. Luego
todo un acontecimiento al cumplimiento profético por la boca de Samuel: Los
israelitas perdieron batallas, el arca de Dios fue capturada por los filisteos,
murió el sacerdote Elí y sus dos hijos, Ofni y Finnes. Aunque los filisteos
llevaron el arca de Dios, tuvieron una experiencia muy triste y arruinadora de
grandes tumores malignos, a tal manera que después de siete meses tomaron la
decisión de volver el arca de Dios a los israelitas.
La presencia de Dios no soporta
la idolatría o a los idólatras.
El segundo mandamiento dado a Moisés
es: No hagas para ti ningún ídolo, ni nada parecido de lo que hay arriba en el
cielo, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Porque Jehová tu Dios es fuerte y celoso, que
visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que le aborrecen – y hace misericordia a millares, a los que
le aman y guardan sus mandamientos. Ex.20:4-6. Dios es fuego consumidor, Dios celoso.
Dt.4:24.
Los filisteos estaban duros y muy
pegado a su ídolo y dios “dagón” que era mitad en forma humana y la otra parte
en forma de pez.
La presencia de Dios no podía soportar
la idolatría de los filisteos que como consecuencia se condenaron y tuvieron
que alejarse y siguieron su fatalidad idolátrica.
Dios es primero o nada,
él no soporta ningún otro lugar fuera del principio de la lealtad como Dios y
Señor.
En 2R.17:33 tenemos un gran ejemplo
errado de la gente que puso el rey de Asiria para poblar Samaria, y como que
temían o sentían miedo a Jehová, y honraban o servían a sus dioses y a sus
propios pecados según las costumbres de las naciones de donde habían sido
trasladados.
Gracias a Dios que nuestra forma de
pensar es perfeccionada por su Palabra sobre la idolatría figurada, y hoy una
idolatría de acciones deshonestas que también deben ser corregidas, diciendo: Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y
avaricia, que es idolatría (Col.3:5). No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de
modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias - ni tampoco presentéis vuestros
miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros
mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como
instrumentos de justicia - Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros (oh no será nuestro dios). Ro.6:12-14ª. Pero fornicación y toda inmundicia, o
avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos - ni palabras
deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias - Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o
avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.Ef.5:3-5.
Esto nos debe llevar a entender que nada
ni nadie puede tomar el lugar de Dios en nuestra vida, nuestra fe debe ser
expuesta con pureza en los fundamentos de la Verdad que creemos.
Cáp.7. Pasaron 20 años, y
toda la casa de Israel lamentaba y lloraba pidiéndole ayuda al Señor, y de
nuevo lo buscaban con ansias. Vs.1.
Nuevamente la presencia de Samuel se
hizo notar hablando a todo el pueblo, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis
a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad
vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los
filisteos - Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y
sirvieron sólo a Jehová - Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré
por vosotros a Jehová - Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la
derramaron delante de Jehová, y
ayunaron aquel día (No comieron ningún alimento), y dijeron allí: Contra Jehová hemos
pecado
(confesaron sus pecados). Y
juzgó (sirvió
como líder) Samuel a los
hijos de Israel en Mizpa.1S.7:3-6.
Aunque
los filisteos nuevamente se levantaron para hacer guerra a los israelitas fue
para su mal porque fueron derrotados.
Samuel
hizo un reconocimiento de la ayuda de Dios poniendo una piedra como monumento,
y diciendo: Eben-zer = “Hasta aquí nos ayudó Jehová” (vs.12).
Y
la biblia dice: Así
fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de
Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de
Samuel - Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los
filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró
su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el
amorreo. Y juzgó (sirvió como líder) Samuel a Israel todo el tiempo que
vivió. Vs.13-15.
Cáp.8, 9, 10, 11 y 12. Luego
de todo este acontecimiento los hijos de Israel pidieron rey, hecho que no le
agradó a Samuel, y Samuel oró a Dios quien le contestó: Oye la voz del pueblo
en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que
no reine sobre ellos.1S.8:7.
Podemos
recordar este caso, cuando el pueblo de Israel murmuró contra Moisés por los
momentos desérticos, y comenzaron a recordar su vida antigua diciendo: Ojalá
hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos
sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos
habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
Moisés
les dijo: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta
saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado
contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras
murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
Ex.16:3,8.
Es
esto, exactamente lo que pasó también en el tiempo de Samuel. En esta condición
llegó como rey Saúl, quien tuvo una experiencia con el Espíritu del Señor y los
profetas (1S.10:10-13). ¿Qué le parece?
Pero
aunque tuvo una experiencia de profetizar y ser rey en Israel no pudo
mantenerse en el trono, la biblia dice que a los dos años de su reinado (1S.13:1)
cometió un agravio o
desobedeció a Samuel que representaba al Señor, haciendo un sacrificio ilegal.
La orden de Dios por Samuel al rey Saúl era que esperase su llegada para el
sacrificio (1S.10:8), quien
no pudo contenerse por la desesperación apremiante de sus problemas. Que como consecuencia
recibió el mensaje divino de esta manera: Locamente has hecho; no guardaste el
mandamiento de Jehová tú Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová
hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre - Más ahora tu reino no
será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual
Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has
guardado lo que Jehová te mandó.1S.13:8-14.
Recordemos
que Samuel era un profeta reconocido por su fidelidad a Dios, quien fue
reconocido también por el pueblo.
Samuel en el discurso de
la coronación de Saúl expresó
lo que solo un hombre justo, fiel y honesto
pudiera hacerlo (siervo de Dios): Dios despertó en
Samuel el deseo de hacer lo que a él le agrada y le dio el poder para hacerlo. Es
a esto que le llamamos: La fuerza del querer y el destino
de servir.
En
este discurso encontramos algo que no solo nos debe asombrar, sino que debemos
determinar ahora mismo a vivir o evaluarnos como siervos de Dios con esta regla,
cuando dice: He aquí, yo he oído vuestra voz en todo cuanto me habéis dicho, y
os he puesto rey - Ahora, pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo
soy ya viejo y lleno de canas; pero mis hijos están con vosotros, y yo he
andado delante de vosotros desde mi juventud hasta este día - Aquí estoy;
atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el
buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si
he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con
él; y os lo restituiré - Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni
agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre - Y él les dijo: Jehová
es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no
habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es.1S.12:1-5.
Esto nos enseña la
grandeza de integridad en el ministerio, hecho que todo siervo debe anhelarlo
hacer:
Primero. Debemos escuchar al pueblo.1S.12:1. Pero antes escuchar a Dios.1S.8:7.
Cuando aprendemos a oír a Dios, él nos guía a escuchar todo lo que
queramos que oigamos.
Segundo. Hemos sido llamados para reproducirnos, jamás
para perpetuarnos.
Tercero. Samuel dijo: Yo he andado delante de vosotros.
Ejemplo no es el asunto principal para influir en otros, es la única cosa. 1S.12:2-5.
Cuarto. Hay que ser perseverante. 1S.12:2,
Hch.20:18-24.
Quinto. La evaluación de nuestras vidas necesita
extenderse a las siguientes 4 ares de nuestro ministerio como siervos de Dios.1S.12:3-5.:
Administración.Vs.3. Atestiguad. Gran
honestidad…
Conversación. Vs.3. Si he calumniado –
Limpio de calumnias, murmuraciones, etc.
Relación. Vs.3. Si he agraviado a
alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él.
Omisión. Vs.3. Yo restituiré,
esto es devolver lo agraviado al prójimo. Recuerdan de Zaqueo, eso es señal de
arrepentimiento verdadero e integridad.Lc.19:8.
La integridad que necesitamos es ante Dios en lo secreto, y ante los
hombres en público. Ellos nos deben calificar.
El apóstol Pablo lo dice de esta manera. Así, pues, téngannos los hombres
por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios Ahora
bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.1Co.4:1,2.
Hay algo que no puede cambiar: Aunque se cambie, se ausente o por cualquier
razón se retire un siervo, estas palabras no se deben dejar de decir porque
tienen un valor de trascendencia eterna: Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y
oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto
vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios,
haréis bien - Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a las
palabras de Jehová, la mano de Jehová estará contra vosotros como estuvo contra
vuestros padres.1S.12:14-15.
Samuel como hombre de
Dios tenía el deber de hacerles ver su pecado de desobediencia, al pedir un rey
y menospreciar a su Dios.
Para concluir,
después de la prueba de la integridad de Samuel testificada por Dios y el
pueblo de Israel. Samuel sella la presencia y la voluntad de Dios en su vida
obrando un milagro de hacer llover en tiempo no acostumbrado, milagro que les
trajo a memoria su pecado, y de la misma manera les sobrevino gran temor de
Dios y de Samuel.1S.12:16-19.
Samuel nunca dejó de
cumplir su responsabilidad de hacer ver al pueblo su mal hecho, y enseñarles
del amor y la gracia de Dios, como también su gran responsabilidad como siervo
de Dios, con estas palabras: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal;
pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo
vuestro corazón - No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran,
porque son vanidades - Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande
nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo - Así que, lejos sea de mí
que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en
el camino bueno y recto - Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con
todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros
- Mas si perseverareis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.1S.12:20-25.
Nunca olvides que Dios mira con agrado
a la gente leal, la invita a vivir junto a él; y solo esta gente honesta estará
a su servicio.Sal.101:6.
La fuerza del querer
y el destino de servir solo se encuentran en las manos de Dios, por ello jamás
te separes de él, como dice Jn.15:4,5: Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí - Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer.
Los otros
acontecimientos de ungir a David y el fin de Samuel lo dicen los próximos
capítulos. Amén.
Jorsaaleza
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