jueves, 13 de abril de 2017

EL PODER DE LA MUERTE DE JESÚS EN LA CRUZ




EL PODER DE LA MUERTE DE JESUS EN LA CRUZ
La cruz toma importancia por Cristo, porque simplemente la cruz era un madero usado para castigos crueles de extrema abominación. Sin embargo, Dios resalta la muerte de Cristo en la cruz.
A Dios le plació que la cruz estuviera incluida en la obra redentora de Cristo.
La muerte en la cruz era una maldición.
Dt.21:22,23. Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero (cruz) - no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero (cruz); sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
Gá.3:13. Cristo pagó para librarnos de la maldición de la ley y aceptó estar bajo maldición en lugar de nosotros. La Escritura dice: Maldito todo aquel cuyo cuerpo es colgado en un madero (cruz)».
La maldición era para el que violaba la ley de Dios, y Pablo usa esta analogía con Cristo. Al igual que el cuerpo del criminal era maldecido por Dios. Así Cristo colgado de la cruz, llevaba sobre si el castigo divino, la misma vergüenza que todo criminal condenado.
Entonces claramente podemos ver que la cruz de Cristo es incluida para demostrar Dios en su hijo amado, quien no merecía esa cruel y vergonzosa muerte, el cumplimiento del castigo a quien se merecía.
Sin embargo, Cristo estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil.2:8); para demostrarnos su acto valeroso e incomparable y lleno de amor a favor de toda la humanidad.
Ro.5:8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 
Al tomar sobre si la maldición de la ley, el castigo de nuestras violaciones, Jesucristo se hizo vil, ocupando nuestro lugar para redimirnos de ella. Solo por puro amor.
El profeta Isaías (Is.53) aproximadamenete750 años dijo:1 ¿Quién realmente creyó lo que oímos? ¿Quién vio en ello el gran poder del Señor? 2Creció delante de Dios como un retoño, como una raíz en tierra seca. No había en él hermosura o majestad como para que nos fijáramos en él. No había en él nada atrayente como para que nos gustara. 3La gente lo despreció y hasta sus amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos y no pensamos que fuera alguien importante. 4Verdaderamente él soportó todos nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores. Aunque nosotros pensamos que Dios lo había castigado, golpeado y afligido, 5en realidad él fue traspasado debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos. El castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos hicieron sanar a nosotros. 6Todos nosotros nos habíamos perdidos como ovejas. Cada uno agarró su propio camino. Pero el Señor cargó en él todo el castigo que nosotros merecíamos. 7Lo trataron cruelmente y lo torturaron, pero él se mantuvo humilde y no protestó. Permaneció en silencio, como cuando llevan a un cordero al matadero o como cuando una oveja guarda silencio ante los que la trasquilan. 8Después de que lo arrestaron y condenaron, se lo llevaron. ¿Y a quién le importó lo que le iba a pasar? Porque a él lo quitaron del mundo de los vivos. Lo mataron por los pecados de su pueblo. 9Lo enterraron al lado de criminales y en una tumba de ricos, aunque él nunca fue violento ni engañó a nadie. 10Pero el Señor se agradó de su humilde siervo, quien tanto sufrió. Después de ser ofrecido como sacrificio por el pecado, él verá a sus descendientes, alargará su existencia y la voluntad del Señor prosperará a través de él. 11Después de ese terrible sufrimiento, él verá la luz. Se sentirá satisfecho con todo lo que experimentó. «Mi siervo, que siempre hace lo justo, salvará a muchos, y cargará con el castigo que merecían las maldades de ellos. 12Por lo tanto, yo haré que esté al lado de los grandes, y que comparta el botín con los poderosos. Porque él se entregó voluntariamente a la muerte. Fue tratado como un criminal, pero en realidad él cargó sobre sí el castigo que muchos merecían. Ahora él está ante mí, intercediendo por los pecadores».
A causa de Cristo y su muerte llena de amor, cambió totalmente el sentido de la cruz.
Hoy la cruz es el encuentro del amor de Dios y su justicia: Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jn.1:29. En Él (Jesús), Dios expresó su incomparable e infinito amor: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna - Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Jn.3:16,17.
Jesús les dice a sus seguidores: El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí (El que no acepta la cruz que se le entrega al seguir, no merece ser de Cristo). Mt.10:38.
Llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.Mr.8:34.
Jesús, mirándole, le amó al joven rico y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.Mr.10:21.
La Cruz toma importancia por Jesucristo. Porque cuando miramos a Jesucristo en la cruz nos recordamos de lo que nos libró y nos regaló. Él nos perdonó, nos libró del castigo eterno y nos regaló la vida eterna. Cambio nuestro lamento en baile. Sal.30:11.
En Nm.21:7-9 tenemos una figura del Salvador, cuando el pueblo de Israel pecó, mucha gente moría por la mordedura de las serpientes (pecado). 7- Entonces el pueblo se acercó a Moisés y le dijo: Hemos pecado al hablar mal del Señor y de ti. Pídele al Señor que aparte las serpientes de nosotros. Entonces Moisés oró por el pueblo. 8- y el Señor le dijo a Moisés: Haz una serpiente y ponla en un poste (madero, cruz). Todo el que haya sido mordido y la mire se salvará. 9-Entonces Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un poste (cruz). Así que cuando alguien sufría la mordedura de una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.
Jesús uso este pasaje para identificarse como el salvador, él dijo: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado - para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.Jn.3:14,15.
La cruz es una simbología importante para los discípulos de Cristo, quien enfáticamente mencionó con sus propias palabras.
Pablo hablando a los corintios va exclusivamente al mensaje de la cruz y dice: Porque la palabra de la cruz es locura (tontería) a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 1Co.1:18 (19-25).
Existe un mutuo antagonismo entre la sabiduría de este mundo y la sabiduría de Dios, y el conflicto se manifiesta de manera suprema en la cruz de Cristo. Dios obra más sabiamente y de manera más poderosa por vía directamente opuestas a las expectativas humanas.
Aun cuando veían a Jesús en la cruz, los judíos pedían alguna señal de su poder (Mt.27:40-43). Los griegos hicieron de la búsqueda de la sabiduría un fin carente de significado en sí mismo, como descubrió Pablo en Atenas. Hch.17:21.
El mensaje del evangelio con la cruz es tontería para los incrédulos y sabios insensatos de este mundo – Pero para nosotros los que creemos, es poder de Dios (Ro.1:16).
El evangelio o el mensaje de la cruz es la revelación de la verdad, es la obra del poder de Dios con su victoria sobre el pecado y la muerte.
Entonces, podemos entender que un evangelio sin cruz no es el evangelio de Cristo. Esto nos ayudaría entender lo que Pablo dice en Gá.1:6 - 10.
La cruz (simbología de sufrimiento) es infalible en la vida del cristianismo verdadero, no se puede obviar. Pablo dijo: Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.Gá.5:11.
Escribiendo Pablo a los gálatas dijo: Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano - Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo - Pero lejos esté de mí gloriarme (presumir), sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Gá.6:11,12,14.
Siendo la cruz una simbología de sufrimiento y donde eran castigados los depravados malhechores, Dios la usa para vernos de qué estado nos redimió, y eso no solo nos debe llevar a tomar nuestra cruz sino a ser enclavados junto a nuestro Señor Jesucristo.
Valen decir y vivir estas palabras: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gá.2:20.
Crucificado con Cristo es: Armarnos del mismo pensamiento que Cristo, él ha padecido por nosotros en la carne; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado – Esto significa estar dispuesto a vivir el resto de su vida según la voluntad de Dios y no según los deseos humanos. 1P.4:1,2. 
Debemos de tener muy en claro que el acto de Jesús en la cruz solo fue por amor, y esto incluye primeramente su ejemplo de amor a Dios.
Fil.2:8 dice: y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 
Y Pedro nos dice: para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. 1P.2:21.
El aposto Pablo recomienda su imitación diciendo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1Co.11:1. Y agrega en Fil.3:18-21: Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo - el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal - Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo - el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestra tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante - puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. He.12:1,2.
La cruz y las 7 palabras de Jesús solo fueron el final de la redención del pecado, porque su curso de perfección continúa estando a la diestra del Padre, para luego volver y llevar a su iglesia amada.
Las 7 palabras de Jesús estando en la cruz fueron:

1   1- Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Lc.23:34. (La extensión de su perdón = Siempre y sin acepciones).

2   2- De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lc.23:43. (La extensión de su salvación = Cielo).
3-  Mujer, he ahí tu hijo, discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. Jn.19:26,27. (La extensión de su comprensión humana = Familia
(Núcleo de la sociedad, humanidad).
4  4- Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mt.27:46. (La extensión de sus cargas y sufrimientos = Desamparo, abandono Divino)
5  5- Tengo sed.Jn.19:28. (La extensión de su humanidad = Era hombre de verdad con sentimientos y deseos).
6  6-  Consumado es.Jn.19:30. (La extensión de su lealtad = Tarea cumplida, carrera terminada.Jn.4:34).
7  7- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Lc.23:46. (La extensión de su confianza = Dios el Padre).
La muerte no lo pudo contener es por eso que solo quedó una tumba fría y vacía. Jn.20:1-
10,11-18.
El resucitó, él vive. El ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado - No está aquí, pues ha resucitado. Mt.28:5,6.
Los 2 varones de vestiduras blancas dijeron a las mujeres: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Él no está aquí a resucitado. Lc.24:5,6.
Después del último mensaje del Cristo resucitado viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos - Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas - los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.Hch.1:9-11.
Entonces podemos decir confiadamente: Porque él vive nosotros también vivimos. Por lo tanto, debemos de vivir obedientemente amando a nuestro Dios Señor y Salvador con la gran esperanza de gloria.
Amen.
Jorsaaleza






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