PROPOSISIÓN Y COMPROMISO
PARA VIVIR EN LA VERDADERA JUSTICIA
Sal.119:33-40
Dios ha dado su
palabra con integridad y santa pureza a los hombres.
Dios respeta el libre
albedrio del hombre que incluye sus deseos y aun sus propuestas.
De esto depende mucho
su condición y estado moral, social y espiritual.
Sin embargo la
revelación bíblica siempre está inclinada a volver el corazón del hombre hacia
Dios.
Hoy veremos
exclusivamente la expresión de ser libre con un acto de proposición, bajo
compromiso a Dios quien está atento para responder a un corazón que anhela su
justicia.
Así que hoy veremos en
cada uno de estos versos del Sal.119:33-40 las propuestas y compromiso de un
hombre que anhela justicia oh fidelidad ante su Dios hacedor y Señor.
Vs.33. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus
estatutos, y los guardaré oh seguiré
hasta el fin.
Aquí encontramos el
anhelo ardiente de un hombre como este salmista que escribe este salmos 119.
Sin embargo queremos compartir que no se conoce específicamente el nombre del
autor. Algunos dicen que probablemente vivió en el siglo quinto y era un
ardiente discípulo de la escuela de Esdras.
Lo que queremos
remarcar en este verso es el deseo profundo de aprender los estatutos oh la ley
del Señor; es por eso. La propuesta, proposición oh el proponerle a Dios:
Enséñame el camino de tus mandatos.
La clave que propone este hombre es: Enséñame (Instruir, indicar, dar señas de una
cosa. Mostrar algo, acostumbrarse a una cosa).
Esto es un buen principio para un buen fin. Sin embargo la enseñanza oh el
aprendizaje sin compromiso u obligación contraída, que tiene que ver con una
promesa; está incompleta, y podríamos decir que muchas veces es fatal. (Se
vuelve uno fariseo).
La enseñanza que nos
da Dios por medio de este siervo, es exactamente lo que todo hombre de Dios
debe hacer. Tener
un compromiso responsable oh estar obligado a cumplir sus compromisos,
como dice el salmista: “Y los guardaré oh seguiré hasta el fin”.
Si le propones a Dios
que te enseñe no dudes que él lo hará, la biblia está llena de esta virtud
divina, directa e indirectamente. Dt.4:5,6, 36, Nhe.9:19, 20, Sal.71:17,
Is.48:17-19.
El Señor dice: Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. Jer.33:3.
Lc.12:12 dice: Porque el Espíritu Santo os enseñará
en la misma hora lo que debáis decir.
Jn.6:45,14:26,
Ro.12:7,1Co.2:13,11:23,15:3, Gá.6:6, Tit.1:9.
Para eso está la palabra de Dios como dice
2Ti.3:16,17. Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
En
Esd.7:10,11 vemos
un gran proceso para un hombre capaz, cuando dice: “Porque Esdras había preparado su
corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel
sus estatutos y decretos - Ésta es la copia de la carta que dio el rey Artajerjes
al sacerdote Esdras, escriba versado en los mandamientos de Jehová y en sus
estatutos a Israel”.
Nunca una enseñanza a un buen corazón queda relegada
oh estática como un adorno inerte; sino que actúa oh se obliga al cumplimiento de sus
compromisos. Así vemos en todo el trajinar bíblico.
Son estos los hombres y mujeres que trastornan
el mundo entero (Hch.17:6).
Terminamos esta
explicación diciendo: Si te propones a servir y ser enseñado por Dios, no dudes
en cumplir tus promesas hechas u obligaciones contraídas. Amén.
Vs.34. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón.
Cuando uno gusta de la
benignidad del Señor, desecha toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidia y
todas las detracciones (maldiciones, hablar mal de otro), y desea como niño
recién nacido la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis para
salvación – si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 1P.2:1-3.
Cuando uno conoce al
Señor la ineficiencia oh necesidad humana nos hace anhelar oh desear
profundamente más y más las cosas inefables de la santa divinidad.
La enseñanza y la actitud de poner por obra lo
enseñado
nos pide cada vez más
luz. Eso es continuar proponiéndole en nuestras suplicas al Señor y decirle
como este hombre que dijo: “Dame
entendimiento oh ilumíname Señor” Aquel acto que vivifica la mente humana
en virtud de la cual se puede entender verdades ya reveladas; mejor dicho por
verdades ya reveladas se entiende las enseñanzas de las sagradas Escrituras.
El gusto inefable oh
el sabor sublime de la voz y la virtud del Señor (entendimiento) hace que
nuestro corazón se incline a él y con más profundidad suplicamos al Señor que
satisfaga nuestra necesidad; comprometiéndonos con ello a cumplir su santa
voluntad.
Si le pedimos iluminación oh entendimiento y de
esto disfrutamos,
debemos aprovechar el todo para que nuestra propuesta tenga valor, y eso es
tener metas que nos comprometan al deber obligatorio de nuestras propuestas. En
este caso diremos con ese espíritu del salmista: “Dame entendimiento para
obedecer tus enseñanzas oh lo aprendido, y
las cumpliré de todo corazón”
Si le propones a Dios
que te ilumine oh te de entendimiento, él lo hará. Y una vez más repetimos que
la biblia está llena de esta virtud divina. (Entendimiento=Iluminación,
alumbrar, conocimiento, inteligencia, sabiduría).
En Ef.1:17-19 el apóstol Pablo pidiendo sabiduría y revelación por los
creyentes de Éfeso dice: Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo,
el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis
cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria
de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, según la operación del poder de su fuerza. (Puedes seguir los versos 20 al 23).
David dijo: Tú eres mi lámpara, oh
Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas - Contigo desbarataré ejércitos, y con
mi Dios asaltaré muros – En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada
la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en el esperan. 2S.22:29-31. (Puedes seguir hasta
al verso 41).
Esd.9:8, Sal.19:8,34:5,119:104, 130, Pr.2:3-6,3:13-18,4:5-9,19:8,
Dt.4:6,34:9, Ecl.8:1, Sal.51:6.
A Daniel
y sus amigos Dios le dio gran conocimiento oh entendimiento. Dn.1:17,20 dice:
A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las
letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda
visión y sueños - En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les
consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos
que había en todo su reino.
El
apóstol Pablo también
pide en oración a Dios para que los creyentes colosenses reciban conocimiento y sabiduría, cuando dice: Por lo
cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual - Para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios. Col.1:9,10.
Pedro
dice: Vosotros también,
poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la
virtud, conocimiento. 2P.1:5.
Salomón
pide sabiduría (inteligencia) a Dios, y dijo: Dame ahora
sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién
podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? - Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto
hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de
los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti
sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por
rey - sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y
gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán
los que vengan después de ti. 2Cr.1:10-13.
En
1R.3:28,4:29. Encontramos
las palabras: Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron
al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar - Y Dios
dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la
arena que está a la orilla del mar.
Stg.1:5-7. Y si alguno de
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada - Pero pida con fe, no dudando nada;
porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra – No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor.
Debemos
recordar que el Temor del Señor es la sabiduría oh inteligencia. Job.28:28,
Sal.11:10, Pr.1:7,9:10.
Job
dice: ¿Quién puso la
sabiduría en el corazón? ¿O quién dio al espíritu inteligencia? Job.38:36.
El
evangelio debe ser predicado con sabiduría e inteligencia divina oh espiritual.
2Co.1:12.
Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia, que con
sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de
Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros. Otros textos
que nos ayudan al asunto.1Co.1:24,2:13.
Ef.5:14-17. Por
lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te
alumbrará Cristo - Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino
como sabios - aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos - Por
tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea
la voluntad del Señor.
Necesitamos
sabiduría e inteligencia divina porque si no, pasa lo que dice:
1Co.8:1.
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos
conocimiento. El conocimiento envanece (nos hace creer importantes), pero el
amor edifica (nos hace crecer espiritualmente).
Os.4:6.
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del
sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus
hijos.
Cuando
leemos Lc.24:45-47 encontramos
un milagro de iluminación sobre los discípulos quienes iban en camino a Emaús. Y Lucas dice: Entonces les abrió el entendimiento, para que
comprendiesen las Escrituras - y les dijo: Así está escrito, y así fue
necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día -
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Es
exactamente con esta iluminación oh entendimiento de Dios que nuestras propuestas están
obligatoriamente comprometidas y debemos hacerlas vida en nuestro ser.
Terminamos enfatizando: Si a Dios proponemos dadivas o
pedimos iluminación oh entendimiento; sin duda alguna debe ser para obedecer de
todo corazón. Amén.
Vs.35.
Guíame por la senda de tus
mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad.
Es igual a decir guíame por tu senda, Porque en ella me
siento a gusto. Oh dirigirme y me deleitaré.
La grandeza de la enseñanza impacta el corazón que a la vez
suplica iluminación (entendimiento) y dirección para cumplir la ley (P
de Dios) de todo corazón y vivir a plenitud (gusto) la vida en el Señor.
El salmista en el proceso de su perfección, sabe que la
dirección perfecta está en la ley de Dios; por ello que su suplica es “Guíame
por la senda de tus mandamientos”.
Cuando
leemos el Sal.19:7-11 tal vez podamos entender su grandeza cuando dice: La ley de
Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que
hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el
corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que
permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos
justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro
afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es
además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.
Sobre
esta grandeza fluida a nuestro corazón ¿Quién no propondrá confiablemente
“Guíame en tus sendas?.
Esas fueron las palabras del salmista, hombre de Dios; las
mismas que hoy las hacemos nuestras y decimos de todo corazón “Guíame en tus
sendas Señor”.
Un corazón con esta experiencia gloriosa y
eficaz del poder de la palabra de Dios, nunca podrá
resistirse ante su Dios solo a experimentar, sino también explotará expresando
con libertad el gusto y la felicidad que se siente y se vive cuando uno hace la voluntad de su Dios.
De allí las palabras del hombre con esta experiencia oh
vida: “Porque en ellas tengo mi voluntad oh me siento a gusto”
Mi
amigo y hermano quien es sabio en la vida, solo tendrá un punto de partida y
llegada o final para comenzar y terminar en su Dios: Esto es la Palabra de Dios;
y como dice el Señor:
Yo
soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el
último. Ap.22:13.
Vale la
pena esclarecer sobre la sabiduría oh
quien es sabio,como dice Stg.3:13-18. ¿Quién es
sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en
sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro
corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no
es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde
hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la
sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable,
benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni
hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la
paz.
Si le
propones a Dios que te guie no dudes que él lo hará. ¿Quién se podrá
resistir a expresar el gozo oh el gusto de vivir en la voluntad oh caminos de
su Dios?
Cuando
Abraham buscó esposa para Isaac expresó estas palabras a su criado: Jehová,
Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi
parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú
traerás de allá mujer para mi hijo. Gn24:7.
El
criado cuando vio a la joven Rebeca dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham,
dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. (vs.12).Y así sucesivamente Dios dirigió el asunto a través del
criado, quien encontró a Rebeca para ser la esposa de Isaac. (Esta historia
está en Gn.24:12-27-67).
Toda esta historia es una de dirección divina, todo fue dirigido
por Dios y la experiencia de estos hombres solo fue de gozo oh inefable gusto
oh alegría.
Pues
hay tanto material, que explicarlo, solo afirmará nuestra vida en la Roca
eterna: El Sal.43:3,4 dice: Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas. Entraré al altar de Dios, Al
Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
El Sal.48:14 dice: Porque este Dios es Dios nuestro
eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la muerte.
El Sal.73:24-26 dice: Me has guiado según tu consejo, Y
después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y
fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la
roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Cuando
Israel salió de Egipto Dios les guio de día
con una nube, Y toda la noche con resplandor de fuego. Sal.78:14, Ex.13:21.
El Sal.139:7-11, Pr.8:17-21, Is.49:10,63:12-14.Nos muestra
profunda dirección divina.
Jn.16:13 dice que el Espíritu Santo nos guiará, y este mismo
fluirá como ríos de agua viva por nuestro interior. Jn.7:38.
Ga.5:18
dice: Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
La
dirección divina nos testifica que somos hijos de Dios. Ro.8:14-16
dice: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez
en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de
que somos hijos de Dios.
Cuando Dios nos guía por sus mandamientos obramos conforme a
su voluntad y nos llenamos de satisfacción y verdadera felicidad, en la cual
nos gusta andar por la grandeza del Espíritu de Dios.
Para
confirmar y terminar leamos Ga.5:16-25.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los
deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del
Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo
que quisiereis. Pero si sois guiados por
el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
La
dirección divina no tiene otra, sino de responder al hombre su clamor de proposición y compromiso, guiándolo a la
perfección como santo para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo (Ef.4:12).
Por ello dice 2Ti.3:16,17:Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra. Eso es: “Guíame por la senda de tus mandamientos; porque
en ella tengo mi voluntad”.
Amén.
Jorsaaleza
Vs.36. Inclina mi corazón a
tus testimonios y no a la avaricia. (Pon en
mí el deseo de cumplir con tus requisitos, y no el de satisfacer mis deseos
egoístas)
Enrolarse en la senda de la justicia, tendrá como aliado la perseverancia de mantenerse en la
luz de la palabra.
Este acto confirma lo que Cristo dijo en
Jn.8:31b, 32: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos - y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.
El buscar este hecho tiene como principio el deseo de haber gustado la benignidad del Señor (1P.2:3). Por
ello esta oración: “Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia” específicamente
esclarece la separación de lo bueno y lo malo.
La
biblia dice que el Señor pone el querer como el hacer:
Fil.2:13. Porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
Ro.9:16-21. Así que no depende del que quiere, ni del que corre,
sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón:
Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi
nombre sea
anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha
resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que
alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el
alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso
para honra y otro para deshonra?
Stg.4:15. En lugar
de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello.
La
importancia de entender que lo bueno totalmente
viene de Dios nos llevará a reconocer que debemos tener dependencia inseparable de Dios.
La biblia dice que un joven rico le dijo a Jesús: Maestro
bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en
la vida, guarda los mandamientos (Mt.19:16-17).
Stg.1:17 dice: Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo
alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación.
En el Evangelio
de Jn.15:5 la biblia nos habla de la dependencia necesaria
que debemos tener de Jesús, cuando dice: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer.
La
oración es un elemento de esa relación
íntima con Dios. Acto que suplicará siempre a Dios. “Inclina mi corazón a tus
testimonios y no a la avaricia”.
Cuando gustamos la benignidad del Señor estamos a la
vanguardia y levantamos muro de contención, y nos ponemos a la brecha para no
mancillar nuestra pureza. Esto es lo que busca Dios. Ez.22:30 dice: Y busqué
entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de
mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
La
grandeza de nuestro corazón se verifica cuando trajinamos obedientemente por la senda de la justicia divina
transcrita en la Palabra de Dios.
Esta grandeza brillará radiantemente y tangiblemente que
todos podrán ver la luz de Cristo en
nuestra vida.
Mt.5:14-16 dice: Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre
un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un
almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Este
hecho desbaratará toda obra de las tinieblas. 2Co.4:4-6 dice: Que el dios de este
siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no
les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de
Cristo, el cual es
la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó
que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció
en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de
la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Cuan grandioso es caminar por la única buena
senda que es Jesús. En Jn.14:6
Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí.
Este
acto de caminar (escudriñar obedientemente) nos hará discernir el bien y el mal. Por ello el salmista
suplica liberación total, oh alejar la avaricia sin retorno.
La
avaricia es fruto de un corazón egoísta.
La
avaricia está ligada estrictamente a la raíz de todos los males. Esto es
abominación ante los ojos de Dios. 1Ti.6:10 dice: Porque raíz de todos los
males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
No sería malo si esclarecemos algunos síntomas de este
espíritu de avaricia oh amor al dinero o mamón; veamos algunos:
1-
Preocupación y ansiedad por el dinero.
2-
Mal manejo del dinero.
3-
Nunca tener suficiente.
4-
Mentalidad de no puedo afrontar.
5-
Comprar compulsivamente(compeler=Obligar
a uno a que haga lo que no quiere)
6-
La tacañería.
7-
La codicia/avaricia.
8-
Descontento.
9-
Esclavitud a las deudas.
10- Darle una importancia exagerada al dinero y una
sobreestimación de su verdadero poder.
Los
síntomas indican presencia oh avance de un mal oh enfermedad. Si esto ocurriera
u ocurre en un cristiano, de seguro suplicaría como el salmista “Como el siervo
brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía” Sal.42:1.
Y en seguida puede decir: “Ho Dios pon en mí el deseo de
cumplir con tus requisitos, y no el de satisfacer mis deseos egoístas” vs.36.
Si eres humilde y manso abre tu corazón para
ser enseñado.
Dios iluminará tu senda y te dirigirá oh ayudará a pedir lo
correcto, como dice: Ro.8:26. Y de
igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene,
no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos (Quejidos,
lamentos. Expresar su dolor con voces quejumbrosas) indecibles (Que no se puede
decir oh explicar).
De seguro que con ello, tu oración será hecha de todo
corazón, y expresaras profundamente: “Oh Dios inclina mi corazón a tus
testimonios y no a la avaricia”. “Oh pon en mí el deseo de cumplir con tus
requisitos, y no el de satisfacer mis deseos egoístas”. Amén.
Jorsaaleza.
Vs.37. “Aparta mis
ojos, que no vean la vanidad, avívame en tu camino”
“Aleja de mi mente los pensamientos
inútiles, dame vida para vivir en tus caminos”
Cada vez que más se escudriñe
concienzudamente la palabra de Dios, se obtendrá más conocimiento, y esto nos
hará más sensibles espiritualmente.
De allí 1Co.8:1. Cuando dice: El conocimiento envanece, pero el amor edifica. Oh
porque no decir: El conocimiento nos hace creer importante, pero el amor nos
hace crecer espiritualmente.
La sensibilidad espiritual es producto
de la comunión oh relación con Dios, y esto jamás se debe perder.
Relación es comunión, comunicación,
escuchar, hablar. Palabra y oración.
La propuesta del salmista aquí es: “Aleja
de mi mente los pensamientos inútiles, dame
vida para vivir en tus caminos”.
Dios jamás tardará en responder esta proposición, más aun, la respuesta está preparada
de antemano y abundante. Mt.6:8 dice:
Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Y Ef.3:20 dice: Y a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
Nunca los buenos deseos oh decisiones de hacer algo bueno se han originado
en el corazón humano, la biblia dice:
“Dios está obrando entre ustedes. Él despierta en ustedes el deseo de hacer lo
que a él le agrada y les da el poder para hacerlo” Fil.2:13.
Jesús le dijo al joven rico: ¿Por qué
me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Mr.10:18.
Entonces sin titubeos acreditamos que
la renovación mental al estilo divino es un hecho necesario para cambiar de
pensamientos oh apartar los ojos de lo monótono.
Que importante es actuar con sano juicio
para no caer al error de una renovación mental de cualquier ideología vaga y
sin principios; oh a la mera de la modernidad humanista y caótica de la
degeneración humana.
Vale la pena mencionar que aquellos
que deciden renunciar a la vana e inútil manera de pensar meramente humana y
apartada de Dios, son aquellos que la santa divinidad los ha elegido por su
gracia.
La biblia dice: “Aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) - Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios” Ef.2:5,8.
Entonces cuando
nuestra propuesta es hecha a la divina santidad en esta condición de gracia, inmediatamente
nuestros ojos oh nuestra mente cambiara de posesión, por el principio renovador
bajo la ley inconfundible de la amorosa gracia de Dios, que nos convierte en
santos. Proceso de la perfección objetiva de Dios.
De allí Ro.12:1,2 cuando dice: Así que, hermanos,
os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional
- No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación
de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta = (Cambia tu
manera de pensar para cambiar tu manera de vivir).
Aquí la vana e inútil manera de pensar del
ser,
debe ser oh es renovada por la buena voluntad de Dios agradable y perfecta
escrita en la santidad bíblica.
Es en este acto oh
proceso de renovación mental bajo la dirección de la palabra de Dios que obran
los cambios en nuestra vida.
Si la propuesta es hecha con una decisión
concreta y sincera, la
respuesta como dije: Está hecha de antemano.
Cuando Dios responde
al clamor de un corazón sincero, su respuesta siempre será de beneficio al
hombre; y los beneficios son abundantes.
El Sal.68:11 dice: El Señor daba palabra; Había grande multitud
de las que llevaban buenas nuevas.
107:20 dice: Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.
119:130 dice: La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Is.55:10,11. Porque como desciende de los cielos la
lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá
a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para
que la envié.
Jer.15:16. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí;
y tu palabra me fue por gozo y por
alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh
Jehová Dios
de los
ejércitos.
Hab.3:2. Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En
medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia.
Mt.4:4. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo
de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Lc.7:7. El centurión le dijo a Jesús: Por lo que ni
aun me tuve por digno de venir a ti; pero
di la palabra, y mi siervo será sano.
Mr.4:1-9.La parábola del sembrador. Donde la semilla
plantada por Dios produce al treinta, al sesenta y al cien por uno.
Jn.5:24 dice: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de
muerte a vida.
Jn.8:31,32 dice: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían
creído en él: Si vosotros permaneciereis
en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres.
Jn.15:3 dice: Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado (La palabra nos
limpia de todo mal pensamiento y mala actitud).
Él, Jesús es el Verbo de Dios. (La Palabra). Jn.1:1, y en él
fueron creadas y subsisten todas las cosas. Col.1:16,17.
La renovación mental de un hombre de Dios oh la Iglesia del
Señor es el proceso de madurez oh perfección que tiene como medida la estatura
de Cristo.
Ef.4:12,13 dice: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Y agrega Ef.4:14-16: para que ya no
seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas
del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que
es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia
de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
El avivamiento verdadero no son los gritos
eufóricos oh movimientos desordenados que hacen perder el equilibrio y control
humano.
Más bien el verdadero
avivamiento en la biblia, se hace notar oh refleja, en el buen testimonio de la
Iglesia de Cristo. Oh sea en todos sus miembros.
Esto no quita la expresión de nuestras
emociones;
pero si debemos ser conscientes que cuando un hombre vive en el avivamiento
divino como respuesta de Dios: “Guarda su ley oh su palabra”; y esto
significa vivir en renovación mental, pero a la manera de Dios, oh mejor dicho “Ama” .Y ama como corresponde “Obedece a su Señor”
(Jn.14:15. Si me amáis, guardad mis mandamientos).
Entonces confiadamente: Podemos decir que la
buena interpretación de la propuesta a Dios, bajo la respuesta divina de este
versículo 37 del capítulo 119 del libro de los Salmos y con una reacción
concreta es: Renovaré mi manera de pensar con la palabra dicha por Dios, oh
tendré una mente oh vida útil en las manos de Dios, a su servicio, al servicio
de su Iglesia, mi pueblo, mi nación y la humanidad; porque para eso está dicha
oh hecha esta palabra, oh palabra de Dios.
Y bien dice: 2Ti.3:16,17. Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra. Amén.
Vs.38. “Confirma tu palabra a tu siervo que
te teme” (Cumple la promesa que le hiciste a tu siervo, la que haces a los que
te respetan).
1. Aquí no hay una proposición. Simplemente
hay un derecho que está condicionado al respeto oh temor de Dios. (Esto es un
principio para ser sabio.Pr.1:7).
Dios es un Dios de promesas, pero más
que promesas son dadivas reales que varían en tiempo.
Por ejemplo:
Después de la caída al pecado
(desobediencia) de la raza humana. Proféticamente Dios hace una promesa
restauradora a la humanidad.
Gn.3:5. Y pondré enemistad entre ti y la
mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y
tú le herirás en el calcañar.
A menudo se cita este verso 15 como la
primera profecía mesiánica del A.T. Cumplida aproximadamente 4000 años después.
En
Is.7:14. Por tanto,
el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel. Esto se cumplió 700 años después se cumplió.
A Abraham Dios le hizo una promesa de darle
un hijo cuando tenía 75 años Gn.15:4 y esta se cumplió cuando tuvo 100 años
Gn.25:1.
Así sucesivamente las promesas varían
en el tiempo de su cumplimiento.
Dios nunca falló a una promesa, ni fallará a quien se la haga.
Jos.23:14
dice: Y he aquí que yo
estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con
todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de
todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros;
todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas.
Jos.21:45. No faltó palabra de todas las buenas
promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
He.10:23. Mantengamos firme, sin fluctuar, la
profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
1Ts.5:24. Fiel es el que os llama, el cual
también lo hará.
La experiencia histórica y contemporánea nos hace ver que el hombre por su
naturaleza siempre ha infringido sus compromisos o promesas con Dios.
Sin embargo Dios no es hombre, para
que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he
recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla. No ha
notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel. Jehová su Dios
está con él, Y júbilo de rey en él. Dios. Estas fueron las palabras proféticas
de Balaam cuando Balac le dijo que maldijera a Israel.Nm.23:19
Tit.1:2. La cual Dios, que no miente, prometió
desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su
palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios
nuestro Salvador,
Stg.1:17. Toda buena dádiva y todo don perfecto
descienden de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Si fueranos infieles él permanece fiel, él no puede negarse a sí mismo.
2Tim.2:13.
Dios no se olvida de nada, ni del
menor detalle, todo está latente para él.
Cuando Dios habla del olvido, es
porque ya no trae a la memoria o recuerdo las cosas pasadas, no encara o saca
en cara lo que ya perdonó (Jer.31:34.
Dice Jehová; porque perdonaré la maldad
de ellos, y no me acordaré más de su pecado).
Si algún derecho tendríamos hacia él, seria por la fidelidad de nuestros
compromisos cumplidos ante él.
En este caso no hay promesa sin condición. Algo tenemos que hacer. Por ello se
nos calificará oh retribuirá lo prometido.
Ro.2:5-6
dice: Pero por tu
dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día
de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada conforme a sus obras:
2Co.5:10. Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Col.3:23-25. Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor
recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Más
el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay
acepción de personas.
Aun siendo justificados por gracia. Porque
quien recibe la gracia obrará bien. Veamos estos versos:
Tit.2:14. Quien se dio a sí mismo por nosotros
para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso
de buenas obras.
Tit.3:1,
8,14. Recuérdales que
se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos
a toda buena obra - Palabra fiel es ésta, y en estas cosas quiero que insistas
con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras -
Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de
necesidad.
Nunca debemos olvidar que es
necesario entender, aun cuando cumplamos la condición, reconocer que es la
gracia que marca este hecho. (1Co.15:10. Pero por la gracia de Dios soy lo que
soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que
todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo).
2. Las promesas de Dios son hechas para su pueblo, su Iglesia, sus hijos, sus siervos;
pero aunque son para sus hijos, su siervo y su pueblo están ligadas al temor de
Dios. Esto es amar a Dios, obediencia a sus dichos.
Cuando el salmista le recuerda a Dios
el cumplimiento de sus promesas, es porque este hombre amaba a Dios. De allí
las palabras: “Cumple las promesas que le hiciste a tu siervo, las que haces a
los que te respetan”. Vs.38.
Temer a Dios es hacer su voluntad, y esto le complace a Dios. (Mt.3:17. Y
hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia).
La voluntad de Dios debe ser nuestro alimento oh comida, como lo era para nuestro Señor
y maestro. (Jn.4:34. Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que
acabe su obra).
La voluntad de Dios tiene como principio el “Temor de Dios” y el temor de Dios se rige bajo un
estatuto, ese estatuto oh ley es la Palabra de Dios.
Así mismo estos hombres y mujeres
temerosos de Dios son guiados por Dios mismo, a través de su Espíritu. (Ro.8:14.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios).
La ligadura perfecta con Dios está hecha en la unidad perfecta
de Dios
para los que le temen:
Padre, Hijo y Espíritu Santo (Jn.17:21-23, Jn.16:13.) y Dios es fiel a sus
dichos:
1Tim.1:15.
Palabra fiel y digna
de ser recibida por todos.
2Tim.2:11. Palabra fiel es ésta: Si somos
muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con
él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece
fiel; Él no puede negarse a sí mismo.
Tit.3:8. Palabra fiel es ésta, y en estas
cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren
ocuparse en buenas obras.
Estos hombres y mujeres que complacen a Dios haciendo su voluntad oh siendo
temerosos de Dios, son aquellos que todas las cosas les ayudan para bien (Ro.8:28.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien).
Y a la vez sus palabras están dichas
bajo la dirección del Espíritu de Dios (Ro.8:26. Y de igual manera el Espíritu
nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles).Y este nunca se equivoca.
Por lo cual tenemos confianza que él
nos oye y nos responde a nuestras peticiones oh al clamor de las promesas que
ha puesto en nuestros corazones; porque están hechas en su voluntad (1Jn.5:14,15.
Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que
pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho)
Si usted es un hombre oh una mujer que complace a Dios haciendo
su voluntad, puede
confiadamente decirle a su Dios: “Confirma tu palabra a tu siervo que te teme,
oh cumple la promesa que hiciste a tu siervo, las que haces a los que te
respetan”.
Créame que el Espíritu Santo le hará recordar todos sus deberes y lo prometido por su Dios. Jn.14:26. Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Y como está escrito: 1Co.2:9. Antes
bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en
corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Si Dios cumplió la promesa de enviar a su Hijo para salvarnos y
gozar de la eternidad; pues tengamos por seguro que todas sus promesas se cumplirán.
Amén.
Vs.39, 40. “Quita de mí
el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios – He aquí yo he
anhelado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia”.
“Aleja de mi la vergüenza a la que
temo, porque tus ordenes son sabias y justas – Yo deseo tus instrucciones, dame
vida de acuerdo a tu justicia”.
Como hemos visto en el título del tema
de esta porción de la palabra de Dios, sobre una proposición y compromiso
humano, y al mismo tiempo esta porción comienza con la letra del alfabeto
hebreo “He”= H = “ajá” del vs.33-40.
Pero hoy hablaremos de estos 2 vs.
39,40 donde encontramos 2 aspectos importantes:
1.
Expresión
de temor y reconocimiento humano
2.
El
deseo profundo de ser instruido en los mandamientos del Señor, y vivir de
acuerdo a su justicia.
1. En la expresión y reconocimiento humano:
a) El hombre por naturaleza anda inseguro y a tientas: Vive en el
será oh no será.
El oprobio oh la vergüenza
está al asecho para destruirlo y tenerlo cautivo, que al final se hace un
desvergonzado oh sinvergüenza.
Un estado así es impúdico (deshonesto falto de
pudor) y necesita
despertar del sueño letal oh abrir los ojos para reconocer su estado.
Aquí podemos declarar que
el despertar para reconocer su estado impúdico solo se da, cuando reconoce su
necesidad y le brilla la luz de Cristo. Esa es la luz que nos confronta y
transforma nuestro ser.
Cuando conocemos esa luz
inigualable e inagotable y vivimos bajo esa lumbrera como dice el Sal.119:105 “Lámpara
es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” jamás deseamos volver al
pasado.
De allí la expresión de
este hombre “Aleja de mi la vergüenza, a la que temo”. Mejor dicho: “No me
dejes caer en tentación y doblegarme al pecado”
Esta es una enseñanza que
nos da nuestro Señor cuando dice en su oración de Mt.6:13. “No nos dejes caer
en tentación y líbranos del maligno”
Porque exactamente es el
pecado que nos avergüenza oh nos hace andar cabizbajos delante de Dios y de los
hombres.
Aquí la palabra temo, es
fracaso, errar el blanco = Pecado. Me da miedo, vergüenza, no quiero volver al
pasado a una vida de fracaso oh pecado.
Recuerda usted la oración
de Jabes en 1 Cr.4:10 cuando dice: E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo:
¡Oh, sí me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano
estuviera conmigo, y me libraras de
mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
Tu que has experimentado
la luz de Jesús ¿Temes volver al fracaso, la oscuridad oh el pecado?
He.6:4-6
dice: Porque es imposible
que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron
hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra
de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez
renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de
Dios y exponiéndole a vituperio.
Es imposible hacer volver
a los que deciden separarse del camino de Dios. Hablo de los que ya conocieron
la verdad y recibieron el don de Dios, o sea los que participaron también del
Espíritu Santo y disfrutaron del excelente mensaje de Dios y de los grandes
poderes del mundo que está por venir. Cuando se separan del camino de Dios,
ellos mismos están crucificando a Cristo otra vez y lo exponen a la burla de
todos (Versión
la palabra de Dios para todos).
Solo hay un camino para
vivir sin temores, fracasos e impúdicamente. Nos preguntamos ¿Qué es?
Aquí aplicamos la otra
frase que dice el salmista en este mismo versículo. Y lo marcamos como el punto
b).
b) Porque buenos son tus juicios, oh tus órdenes son sabias y
justas.
Claro está que quien es
libre de la inseguridad del será oh no será, de la desvergüenza o
sinvergüencería. Jamás quera volver a ello.
Su vida restaurada a las
bondades divinas bajo los juicios o mandamientos de Dios (P. de D). Le ha
llevado a estar seguro y a tomar decisiones concretas, honestas e integras.
Esto jamás olvidará, es
tan fuerte este ligamento a Dios por su palabra, que el temor se espanta cuando
la plenitud divina y la virtud del amor está en el corazón del hombre de Dios.
De esta manera el salmista
expresa la necesidad y el reconocimiento humano. Y esto se transluce en que el
hombre: Necesita a Dios en todo tiempo, y a su vez debe reconocerlo y vivir
bajo los juicios o las ordenes sabias y justas de Dios.
2. El deseo profundo de ser instruido en los mandamientos del Señor, y
vivir de acuerdo a su justicia:
a) No hay bien que el hombre anhele, desee oh haga por sus propios
principios.
Todo lo bueno que el
hombre anhele, desee o haga está sujeto a los principios del Dios al cual la
biblia lo llama “el Dios bueno”. El salmo 136:1 dice: “Que Dios es bueno y su
fiel amor es para siempre”. Esto es repetitivo en toda la sagrada escritura.
Sal.25:8,100:5, Lm.3:25,
Nah.1:7, Mt.19:17.
También dice el Señor,
separados de mí, nada podéis hacer. Jn.15:5.
La biblia dice que en el
Señor no se encontró maldad (engaño, pecado, etc.) 1P.2:22,23.
Entonces podríamos decir
que separados de nuestro Señor nada bueno podemos hacer oh que agrade a Dios
nuestro Padre.
Él es quien dice Fil.2:13. Porque Dios es el
que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
El
apóstol Pablo da una explicación de esto en Ro.7:18-25. Y yo sé que en mí, esto
es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no
el hacerlo - Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago - Y si hago
lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí - Así que,
queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí - Porque
según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios - pero
veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros - ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este
cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así
que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley
del pecado.
Entonces
queda aprobado que cuando hacemos lo bueno lo hacemos gracias a Dios, de allí que reconocemos la gracia
divina. Gracia que no solamente salva (Ef.2:8), sino que también nos hace obrar
bien, como dice el apóstol Pablo en
1Co.15:10. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha
sido en vano
para
conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia
de Dios conmigo.
b) El anhelo, deseo para el salmista no quedaba solo en
sentimiento, emociones, sensaciones, etc. Sino que él experimentó la Palabra de Dios, como lo
experimentaron y experimentan muchos siervos de Dios.
Ez.3:3. Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta
tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como
miel.
Jer.15:16. Fueron halladas tus palabras, y yo
las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu
nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
Jer.23:29. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y
como martillo que quebranta la piedra?
En
Jer.20:7-9. Sobre el lamento o impopularidad de Jeremías dice: Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más
fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se
burla de mí - Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y
destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio
cada día - Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un
fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.
Para el salmista el anhelo
de vivir la Palabra de Dios se translucía en vida procesal, como dice Esd.7:10. Porque
Esdras había preparado su corazón para inquirir (Examinar
cuidadosamente una cosa)
la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
La
vivificación procesal a la santidad y perfección solo se da viviendo de acuerdo
a la justicia de Dios (P de D) Jn.1:17. Santifícalos
en tu verdad; tu palabra es verdad.
En
Ef.4:11,12 habla de
los ministerios, habla de enseñar la Palabra de Dios, allí es donde dice: Y él
mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros - a fin de perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo - hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo.
CONCLUSIÓN:
Tengo por bien recordarles
vuestro reconocimiento hacia Dios:
- Aleja de mi la vergüenza a la que temo
= La vida impúdica (deshonesta, falta de pudor) = Pecado.
- Porque tus ordenes son sabias y justas
= No puedo desviarme de tu palabra, solo en ella me complazco (Hacer la
voluntad de Dios).
Nuestra meta debe ser esa.
Hacer la voluntad de Dios: Complacer a Dios haciendo su voluntad.
Cristo nos dejó esto como
la cúspide de su ejemplo.
He.10.7.
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo
del libro está escrito de mí.
Jesús les dijo: Mi comida es que haga la
voluntad del que me envió, y que acabe su
obra. Jn.4:34.
Jn.5:30 dice: No puedo yo hacer nada por mí
mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió, la del Padre.
Jn.6:38. Porque he descendido del cielo, no
para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
De
Jesús, Dios dio testimonio cuando dijo este es mi Hijo amado en quien tengo
complacencia. Mt.3:17.
- Debemos desear, anhelar las
instrucciones del Señor; pero sabiendo que no es suficiente el deseo, anhelo,
etc. Hay que vivir oh hacer práctica la palabra de Dios, como dice Stg.1:22. “Pero sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos”.
La vida del creyente, hijo de Dios oh siervo de Dios debe
translucirse oh vivir al margen de los principios divinos (P de D) y debe ser
procesal. Esd.7:10.
Preparar el corazón, es estar a cuentas con Dios.
Inquirir la palabra de
Dios, es Examinarla
cuidadosamente
Cumplirla es ponerla por obra u obedecerla
Enseñarla es compartirla, Amén.
Dios
te bendiga
Jorsaaleza
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