LAS MALDICIONES SE TRASMITEN PERO TAMBIEN SE ROMPEN
La biblia dice: Yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen (Ex.20:5). Y que de ningún modo tendrá por
inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y
sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.Ex.34:7.
Pero también dice: Conoce, pues, que Jehová tu Dios es
Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y
guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones. (Dt.7:9).
Que importante es saber que debido a los estrechos
vínculos de una familia, la influencia patriarcal, buena oh mala afecta a sus
generaciones que están bajo su control.
Sobre este tema (maldiciones y bendiciones) mencionaremos
algunas familias reales que gobernaron Israel, desde el Cap.8:16-13:25 de 2R. Para
luego finiquitar con la muerte del profeta Eliseo.
No antes hablaremos del rey David y el
rey Salomón.
Aunque la biblia dice que
David era conforme al corazón de Dios (1S.13:14) su
pecado le trajo consecuencias atroces, porque la biblia dice lo que David había
hecho fue desagradable ante los ojos de Jehová. (Esto fue por el caso de
Betsabé esposa de Urías 2S.11).
La biblia dice que Dios
por medio del profeta Natán dijo a David:
¿Por qué, pues, tuviste en poco la
palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste
a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de
los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada,
por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese
tu mujer. Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu
misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo,
el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo hiciste en
secreto; más yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo
David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha
remitido tu pecado; no morirás. Más por cuanto con este asunto hiciste blasfemar
a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. Y Natán
se volvió a su casa.
Aunque Dios remitió el pecado de David
no dejó de arrastrar consecuencias (Rebelión filial, pleitos entre hermanos,
vileza a sus hijas, muerte, etc.).2S.12.
Salomón siendo querido por
Jehová porque amó a Dios andando en sus estatutos recibió de parte de Dios sabiduría, riquezas,
prudencia y extensión de territorio más grande que todos los hombres de su
tiempo. 1R.3-…Pero el descuido de su lealtad para con Dios le trajo ruinas.
La biblia dice que
Salomón se alejó de Dios
(Apostató) por sus muchas mujeres (700 mujeres reinas y 300 concubinas) quienes
inclinaron su corazón a aceptar la idolatría, pecado abominable a los ojos de Jehová.
Su corazón no era perfecto. En consecuencia Dios se enojó con Salomón y rompió
su reino y le suscitó oh levantó adversarios. Hasta su propio siervo se levantó
contra él e hizo afligir a su descendencia.
Y murió Salomón sin un buen final
porque hizo lo malo ante los ojos de su Dios, no siguió cumplidamente a Jehová
como David su padre. 1R.11.
Así sucesivamente muchos
reyes hicieron lo malo
ante los ojos de Dios, quienes hicieron trascender maldiciones a sus
generaciones; por ejemplo nombraremos a otros, desde el Cap.8:16 a 13:25 de 2R.
La biblia dice que el
rey Joram hizo lo malo
ante los ojos de Jehová, aquí corroboró su mujer Atalía quien era la hija del
rey Acab y Jezabel. 8:16-24.
El rey Ocozias hijo de Joram y Atalía también hizo lo
malo ante los ojos de Jehová.8:25-29.
Luego viene Jehú que al parecer hizo cosas de beneficio
a Israel. Este fue el rey ungido por el profeta comisionado por Eliseo - Pero
en condición de exterminar la casa o familia del impío rey Acab y su mujer la
malvada Jezabel, quien fue comida por los perros (Profecía dicha por el profeta
Elías 1R.21:23) 2R.9:-37.
Jehú fue preguntado por el rey Joram
quien dijo ¿Hay paz Jehú? Y Jehú respondió ¿Qué paz, con las fornicaciones de
Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías. 2R. 9.22.
Jehú acabó con Joram, Ocozias, Jezabel,
degolló 70 hijos príncipes y familiares de Acab, 42 familias del rey Ocozias,
mató a los adoradores y sacerdotes de Baal, así exterminó la casa del rey Acab,
marido de Jezabel la mujer malvada.
Pero con todo eso la
biblia dice que el
corazón de Jehú no era recto para con Dios, el celo que manifestó por el Señor
fue realmente un celo por sí mismo,
porque continuó el culto a los becerros de oro.
Dios cumplió su promesa a Jehú; pero
su infidelidad lo llevó al desastre (2R.10:29-31) y así murió.
Todo esto fue un caos en el pueblo de Israel por el pecado
de sus reyes y su gente.
En este lapso hasta Atalía madre de
Ocozias usurpó el trono, quien fue muerta fuera del templo de Baal (2R.11:15).
Para luego gobernar Joás,
de quien la biblia dice
que de 7 años era Joás cuando comenzó a reinar en Jerusalén, asesorado por el
sacerdote Joiada (2R.11:4-21).
Joás es otro rey que habiendo hecho lo
recto ante los ojos de Jehová todo el tiemplo que fue asesorado por el
sacerdote Joiada (2R.12:2) desvió su corazón a la muerte de este y apostató la
fe del camino recto dedicándose a la idolatría, etc, y matando al profeta Zacarías
hijo del sacerdote Joiada (2Cr.23-24). Este rey Joás malogró su buena
reputación desobedeciendo los mandamientos de Dios, y murió.
Así sucedió en el tiempo de estos
reyes israelís, la maldición ancestral alcanzó a su descendencia.
No antes el amor de Dios
siempre buscó restaurar y
salvar a su pueblo. Dios no puede fallar a sus promesas, aun cuando el pecado
avanza, la gracia se extiende cada vez mucho más (Ro.5:20).
Aquí también vemos la última
intervención de Eliseo al morir,
dando una palabra profética figurativa para vencer al enemigo sirio y obtener salvación;
pero el rey Joás no fue perseverante en el propósito, porque a la orden del
profeta solo golpeo 3 veces la tierra, acto que no consumó totalmente a los
sirios(2R.13:18,19).
Este profeta Eliseo quien recibió el
manto del profeta Elías (Legado instructivo del profeta) murió, pero al morir
hasta sus huesos hicieron resucitar un cadáver. (2R.13:20,21).
La narración de esta
historia nos hace ver la
trascendencia de las maldiciones, pero también nos hace ver la gloria de la
cruz y la resurrección rompiendo maldiciones, hecho que se acredita no solo
para uno, sino uno para todos.
Si Eliseo hizo resucitar a uno, Cristo
hace resucitar a todos los que creen y se acercan a él, porque él dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente (Jn.11:25,26).
Jesús puede salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios (He.7:25).
Cristo se presentó una vez para
siempre, por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado (maldición)
He.9:26.
Podemos decir que Cristo llevó
nuestras maldiciones para que seamos bendecidos eternamente y para siempre.
Cristo nos redimió de la maldición de
la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que
es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del
Espíritu. (Gá.3:13,14).
Is.53 nos declara que Jehová cargo en él el
pecado (maldición) de todos nosotros.vs.6. El llevó todos nuestros males (maldiciones).
De esta manera podemos
confirmar esta bendición
de libertad gloriosa, por Cristo eternamente y para siempre, quedando así las
maldiciones en derrota, pero sin olvidar de mantener las puertas cerradas para
el pecado, y vivir bajo la gracia del amor, amando a nuestro Señor que se
demuestra con la virtud de la obediencia. Jn.14:15.
Amén.
Nunca olvidemos las palabras de
nuestro Señor y Dios, quien nos dice:
Porque tú eres pueblo santo para
Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más
que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que
todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el
más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso
guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa,
y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón (diablo) rey de Egipto (mundo).
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones; y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y
no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.
Guarda, por tanto, los mandamientos,
estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Y por haber oído estos
decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo
el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te
multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano,
tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la
tierra que juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los
pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Y quitará
Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces,
no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren (Dt.7:6-15).
Amén.
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