RESTAURACION
MATRIMONIAL
Antes del tema en sí,
haremos un preámbulo para fortalecer la idea de amor y servicio en el
matrimonio.
Empezaremos recordando acontecimientos
de la creación de Dios, para así entender algo de la razón y el alcance de
nuestro hacer, encomendado por Dios.
La biblia dice: Que el día
sexto Dios creo seres vivientes según su género y especie, y también dijo:
Hagamos al hombre a: (Gn.1:24-31).
Ø
Nuestra imagen (representación = Persona
que hace las veces de otra, individuo que sobresale en su especie). Nuestra imagen, parece referirse a
cualidades como la razón, personalidad, intelecto y capacidades de relacionar,
escuchar, ver y hablar (Todas estas aptitudes, Dios otorgó a los seres humanos).
Conforme a nuestra semejanza = Relación entre personas o cosas que tiene características comunes.
Parecerse.
Y señoree
= Tener poder (mandar en una cosa como dueño, apoderarse de una cosa.
Sujetar las pasiones a la voluntad).
En los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra. Gn.1:26.
Ø
El vs.27-28 dice: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen
de Dios lo creó; varón y hembra lo creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificaos
y multiplicaos; llenad la tierra,
Y sojuzgadla
= Ejercer control (Sujetar, dominar, someter, avasallar,
subyugar).
Y señoread
= Tener poder.
En los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
¡Dios creó al hombre para ser el agente (que
obra por otra) de su reino, para gobernar y sostener al resto de la creación,
incluyendo las agresivas fuerzas satánicas que pronto la invadirían! ¡Pero no
para Sojuzgad y Señoread oh ejercer control y poder sobre el hombre!
Estas dos palabras tienen relación con aquella
palabra muy usada en el tiempo, y especialmente en nuestros días, y esta es la
palabra “Líder”.
Hay muchos conceptos para esta palabra:
-
Líder = Líder alguien
que va delante
-
Líder = Influencia,
etc.
-
Líder = jefe = Capataz,
patrón. Caudillo = Adalid, jefe, cabecilla.
Entonces hagamos un hincapié para examinar a que liderazgo se refieren
estos versos de Gn.1:26-28.
¿Sobre
qué lideraría el hombre según estos versos?
De seguro que no encontrará que es sobre el
hombre, sino sobre los peces, las aves, las bestias, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra. Y usa las dos palabras enfáticamente:
1-
Señorear = “Tener poder”.
2- Sojuzgad = “Ejercer
control”
En realidad, no estaría completo el significado
de esta palabra, si el liderazgo no tiene poder y ejerce control, sobre algo o
alguien.
Si
volvemos al verso 26 – 28, recordaremos que este
liderazgo que Dios dio al hombre fue: Sobre los peces, las aves, las bestias,
etc.; pero no sobre el hombre.
Sin embargo, la vida o existencia está hecha
bajo órdenes y responsabilidades; y eso es muy claro en las Escrituras. Él
único que tiene “Poder” y “Control”
absoluto sobre toda su creación existente, es Dios.
Dios, dio al hombre solo el “poder y, el ejercer control”
sobre aquello que estaba hecho para cubrir sus necesidades y alcanzar el
retorno de su gloria (Los peces, las aves, bestias, etc.).
Pero no sobre el hombre.
Solo Dios es quien tiene el poder, y puede ejercer
control absoluto sobre el ser humano.
Sin embargo, Dios nos hace notar en las
escrituras que hay una influencia negativa que es enemiga de lo puro, santo,
perfecto y amoroso de Dios, para distorsionar el encargo primitivo de Dios
hacia el hombre.
Gn.3. Nos narra la maldad de satanás influenciada sobre el
hombre. Esta es la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero. Ap.12:9.
Ef.6:11,12. Nos narra las invisibles maniobras del infierno que
cautivan la humanidad y asechan al creyente.
1P.5:8. Nos habla de una agresiva hostilidad del diablo
lista para destruir a los buenos hombres.
Jn.8:44. Nos habla de un hecho triste que nos revela acciones
de paternidad diabólica.
¿Entonces? Esto nos llevaría claramente a
entender que hay una:
-
Influencia del bien
-
Influencia del mal
Esto es determinante para el hombre; y es el hombre
quien por su libre albedrio, determinará la aceptación de su influencia.
Ø Jesús, marcó la influencia del bien con la grandeza
del servicio (Siervo)
Y la influencia del mal es aquel hecho que refuta el
servicio de Dios y a Dios, y por ende al ser.
Todo hombre que pierde la influencia del bien,
quebrantará el cumplimiento de sus deberes y usurpará el derecho de los otros.
Al usurpar el derecho de los otros, rompe los límites de la encomienda divina de sojuzgad y señoread, aquello que
está hecho para cubrir sus necesidades y alcanzar el retorno de
su gloria (Los
peces, las aves, bestias, etc.). Pero no sobre el
hombre.
Este desvió o transgresión, es el originador de aquel acto
llamado “Explotación del hombre por
el hombre”. Y aquí existe:
-
El interés mal sano
-
El aprovecharse de los
demás.
-
La manipulación
dominante, etc.
En esta pequeña explicación, solo hemos querido
enfatizar la claridad de nuestro señorear y sojuzgad, contemplando los límites que
Dios nos encomendó: Los peces, las aves, las bestias, etc.; pero no sobre los
seres humanos; lo cual prima entre los hombres; y esto es lo que dijimos: “Explotación
del hombre por el hombre” = Tener poder y ejercer control sobre los seres
humanos.
Ø Tenemos que recordar que nuestro reino no es de este mundo,
y nuestro liderazgo por decir
así debe traslucirse en servicio,
ser “SIERVO”. No un jefe (Capataz, patrón), caudillo (Adalid, jefe, cabecilla), tirano, déspota y abusador de los incautos, débiles y
frágiles seres que nos acompañan en esta vida.
Recuerde, no sabemos del mañana ¿Qué es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece.Stg.4:14.
Deberíamos confiar en el Señor, dejar nuestro
orgullo y arrogancia porque es malo. Porque si uno sabe hacer el bien, y no lo
hace está pecando. Stg.4:15-17.
Ø Nuestro encargo es servir, y nuestro liderazgo
en el ámbito cristiano debe traslucirse en: Ejemplo, siervo, hermano,
compañero, amigo, padre, administrador, buena influencia.
Jesús dejó muy marcada esta actitud de siervo, basada
en su relación con el que ordenó sojuzgad y señoread. Su vida era totalmente
influenciada por el bien (Dios el Padre Jn.4:34,5:30,6:38, He.10:7).
Él dijo que no vino
para ser servido sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos. Él es el ejemplo a seguir. Mt.20:25-28, Lc.22:25,27.
Jesús redefine el significado de la grandeza,
revirtiendo (volver una
cosa a la propiedad de su primitivo dueño) los valores del mundo. La verdadera grandeza se mide
en términos de servicio sin pensar en recompensa.
El mismo Jesús ofreció el más alto ejemplo de servicio
en su muerte expiatoria.
Él es el Hijo del Hombre, él Siervo sufriente
(Is.52:13-53:1-12, Mt.12:17-21). El no
confundió a la gente con sus palabras, menos con sus hechos.
Él dijo yo soy siervo
(He venido a servir y no a ser servido. Mt.20.28).
Vale la pena esclarecer la palabra “Siervo”
La palabra “Siervo” significa
“esclavo” ser dominado y controlado totalmente por el ejercicio de poder.
Ro.6:16. Sea del bien o del mal (Dios o el diablo).
Algunos de estos poderes nos
influenciarán, y esta influencia reflejaremos y compartiremos.
- Serás siervo del bien = De Dios
- Serás siervos del mal = Del diablo
o el pecado.
Ro.6:16-22 hace notoria la consecuencia de nuestra influencia de
Dios o del pecado, cuando dice: ¿No sabéis que, si os sometéis a alguien como
esclavo para obedecerle, sois esclavo de aquel a quien obedecéis, sea del
pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Ø Vale la pena incrementar un poquito
más para profundizar el significado de siervo; pero de Dios.
Doulos, es una palabra griega que significa
siervo, esclavo, servidor.
Veamos lo que implica serlo:
1) Implica obediencia absoluta.
No tiene derechos propios de
ninguna manera.
Está ligado por una total e
incuestionable obediencia.
2) Implica humildad absoluta.
No piensa en sus privilegios
sino en sus deberes.
No piensa en sus derechos sino
en sus obligaciones.
Ha perdido su propia identidad
para servir a Dios.
3) Implica lealtad absoluta.
No tiene interese propios
porque está plenamente entregado a Dios.
Las ganancias y las
preferencias propias no entran en sus cálculos, su lealtad es para con Dios.
4) Pero aun así en el trasfondo
de todo, la palabra esclavo implica un cierto orgullo.
Lejos de algo deshonroso, este era el título con el cual eran conocidos los
grandes hombres del A.T. Moisés era el doulos de Dios. (1R.8:53, Dn.9:11, Mal.4:4),y
lo mismo eran Josué y Caleb(Jue.2:8,Nm.14:24),al igual que los grandes
patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob(Dt.9:27),así como Job.(Job.1:8)y también
Isaías(Is.20:3).
Doulos es característicamente el
titulo por el cual eran conocidos los profetas (Am.3:7, Zac.1:6, Jer.7:25) Al
tomar el título de doulos los apóstoles y los siervos de Dios (Stg.1:1) se
colocan en la grandiosa sucesión de aquellos que encontraron su libertad, su
paz y su gloria en la perfecta sumisión a la voluntad de Dios.
La única grandeza a la cual el
cristiano puede aspirar jamás, es la grandeza de ser “SIERVO DE DIOS OH ESCLAVO DE DIOS Y DEL SEÑOR JESUCRISTO. (DOULOS)”.
El mismo hecho de conocer un
poquito más el significado de ser siervo de Dios, y ser influenciados por el
bien, y a su vez entender la encomienda de sojuzgad y señoread como al
principio de la creación, nos librará de ejercer poder y dominio sobre nuestros
semejantes; mejor dicho solo serviremos
e influenciaremos de lo que somos influenciados.
Esta pequeña introducción solo ha
tenido el objetivo de aclarar y llevarnos al propósito del tema en sí:
“RESTAURACION MATRIMONIAL”.
Y así ayudarnos a esclarecer
nuestro servicio de amor en
el matrimonio, en el hogar, iglesia, etc.
Entonces vayamos al tema en sí.
RESTAURACION MATRIMONIAL
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¿Qué es el matrimonio? = La unión
legal (conforme a
la ley) del hombre
y la mujer.
Este es el sacramento que establece
dicha unión desde el punto de vista religioso.
Para los cristianos que creemos en
la Palabra de Dios, es la unión del hombre y la mujer bajo la obediencia de los
principios divinos.
Cuando hablamos de principios
divinos no solo debemos ir a la consumación del matrimonio, sino también a los
principios que influencian y regirán un matrimonio feliz.
Es bueno que el hombre antes de
consumar el matrimonio tenga una observación o escuche el consejo de Dios, y alinee
todas sus inquietudes amorosas bajo ese régimen.
Para continuar recordemos la
explicación pre ambular, la misma que hemos aclarado que nuestra encomienda de:
Señoread =
Tener poder (mandar
en una cosa como dueño, apoderarse de una cosa. Sujetar las pasiones a la
voluntad).
Y sojuzgad = Ejercer
control (Sujetar,
dominar, someter, avasallar, subyugar)
Está limitada a aquello que estaba hecho para cubrir necesidades
y alcanzar el retorno de su gloria (Los peces, las aves, bestias, etc.). Pero no sobre el hombre.
Nuestro encargo es servir, y
nuestro liderazgo en el ámbito cristiano debe traslucirse en: Ejemplo, siervo, hermano, compañero, amigo, padre, administrador, buena
influencia.
Cuando leemos Gn.2:18,21-25. Dios dijo: No es bueno que el hombre este solo,
le haré ayuda idónea para él.
Desde el verso 21 al 25 vemos todo el acto creativo de la mujer.
En esto encontramos una distancia abismal para ejecutar la palabra señoread
y sojuzgad.
Dios trató con cuidado y delicadeza el acto milagroso de la creación de la
idónea del hombre
(Idónea = Que tiene suficiencia, capacidad o aptitud
- buena disposición natural o adquirida para un cargo)
La costilla fue seleccionada probablemente como parte simbólica de lo más
íntimo de la anatomía de Adán. Y que Dios la pusiera a su lado, le dio la
capacidad de reconocer que era parte de su vida, era un ser humano como el, era
hueso se sus huesos y carne de su carne.
Era el complemento para la integridad del matrimonio ideal y cumplir la
encomienda de señorear y sojuzgar.
La conclusión de esta unión amorosa debería llevarlos al respeto y al
compañerismo, con lealtad el uno para el otro, y ambos para Dios (Ef.5:21).
Debemos recordar que somos creados de una sola mano para ser una sola carne,
esto es como si fuera su propia vida. (Ef.5:28,29).
La intimidad corporal era como si fuera su propio cuerpo, se conocían lo
más íntimo de su ser y con transparencia. Gn.2:25.
De toda esta unión hombre y mujer, llámese matrimonio, tiene un acto fundamental que se llama servicio. Y esto es,
el uno para el otro y ambos hacia Dios.
Lo que no puede hacer el hombre lo puede hacer la mujer, y lo que no puede
hacer la mujer lo hace el hombre. Eso se llama ayuda mutua o servicio mutuo.
Claramente vemos que aquí entre hombre y mujer (seres humanos) no funciona:
Señoread y sojuzgad.
Qué bueno es esclarecer esto para restaurar el matrimonio, que en estos
últimos tiempos se ha degenerado tanto, y que se ha vuelto la preocupación de
muchos.
Es por eso que hoy en día escuchamos toda receta y consejo sobre como tener
un matrimonio feliz.
Estas recetas no solo son de personas cristianas, también del mundo
secular.
Conferencias de como tener un matrimonio o un hogar feliz, están a la orden
del día o a cada paso.
Qué bueno que lo haya, en algo a de ayudar. Pero con sinceridad después de
las conferencias la mayoría de los participantes vuelven a vivir su verdadero
calvario matrimonial, etc.
¡Ha! y esto
tiene un costo, también tienen nombres o títulos muy llamativos.
Mis
queridos amigos y hermanos, la verdad es que siempre estamos yendo a la copa
del árbol, solo queremos recoger frutos, por no decir platita y haya magia de
cambios.
Nadie
quiere buscar la buena tierra, prepararla hacer el proceso de siembra: Cultivar,
cuidar, cosechar y conservar. Esto precisa tiempo, dedicación, inversión, etc.
La
reconstrucción o restauración matrimonial no se arregla con una conferencia mi
amigo.
Esto es un
trabajo de seguimiento y servicio por amor de ese hogar constituido por un
matrimonio, con la intensión de fructificad (Gn.1:28).
La
restauración matrimonial como dijimos precisa de: Tiempo, dedicación, entrega,
conocimiento de principios, actitud de humildad, etc.; y de ambos (pareja) etc.
VAYAMOS AL PRINCIPIO:
Gn.1:27. Así que
Dios creo al ser humano a su imagen y semejanza, creó al varón y a la mujer.
Gn.2:24. Por esta
razón el hombre dejará a su papá y a su mamá, se une a su esposa y los dos se
convierten en un solo ser.
Gn.5:2. Creó al
varón y a la mujer, los bendijo y los llamó “seres humanos”.
Mt.19:4-6. Jesús
respondió: ¿No han leído que el creador desde el principio “hizo al hombre y a
la mujer”? – Y dijo: Por esta razón el hombre dejará a su papá y a su mamá para
unirse a su esposa y los dos serán un solo ser – Así que ya no son dos, sino
uno solo. Por tanto, lo que Dios a unido, que ningún ser humano lo separe.
Sobre esto
podemos ver que el matrimonio es un principio divino. Sin embargo, también
debemos ver que Dios enseña principios para empezar, procesar y consumar el
matrimonio.
Ø
Hemos visto que Dios al
principio dio responsabilidades al hombre de señoread y sojuzgad con límites.
Luego en Gn.2.16, 17. Dios mandó al hombre diciendo: De todo árbol del huerto
podrás comer – más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás,
porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Estos principios u
ordenanzas de Dios fueron infringidos por el hombre (aunque la biblia dice que
no fue directo el hombre, sino la mujer). Sin embargo, Dios pide
responsabilidades al hombre.
Todo esto también nos
hace ver que la raza humana comienza con la hechura del hombre y luego la
mujer, pero un Hacedor (Dios).
Eran diferentes en
diferentes cosas, en responsabilidades, etc.
Era el complemento el uno para
el otro. Eso se llama como dijimos ayuda mutua o servicio mutuo.
No eran iguales, nunca lo
fueron y nunca serán iguales.
Hay un pasaje en la biblia que
dice…No hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gá.3:28, Col.3:11.
Aquí la igualdad no es de
responsabilidades matrimoniales, ni estructura física, etc., sino de derechos
como el de la salvación, amor, etc.
En Cristo las distinciones de
raza, rango o sexo no impiden establecer vínculos fraternales, ni garantiza
privilegios especiales.
Jesús dijo: “Lo que Dios junto no lo
separe el hombre” Mt.19:4-6.
Pregunta ¿Será que todo hombre
y mujer que se junta en una sola carne, Dios los une o juntó?
¿Cuándo Dios aprueba esa
unión, y la sella con su bendición?
Primero: La historia nos hace ver que
Dios siempre protegió a Israel para no unirse con pueblos paganos, y esto
incluía el matrimonio de hombre y mujer. Ex.34:15, 16, Dt.3:4, Esd.10:11
Segundo: Algunos dicen que este texto
de 2Co.6:14-16 no corresponde al matrimonio, pero en realidad no se puede
evitar de aplicarlo para la solidez y la paz de un hogar cristiano.
Estos textos son de mucha
importancia para un buen matrimonio y de especial manera para los cristianos.
No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos.
Ustedes no
son iguales a los que no tienen fe en Cristo. Entonces no se junten con
ellos. ¿Acaso hay algo en común entre la justicia y la injusticia? ¿Cómo puede
estar la luz junto
con la oscuridad? - ¿Es que puede haber un pacto
entre Cristo y satanás? ¿Qué puede haber en común entre un creyente y alguien
que no cree en Cristo? – El templo de Dios no puede tener ningún pacto con los
ídolos, y nosotros somos el templo del Dios viviente….
Aquí hay mucha claridad para la convivencia, la
compresión y la paz de un matrimonio feliz.
Esto se debe aplicar y extender a la vida del
creyente antes del matrimonio para librar o anticipar el fracaso del mismo.
Yugo desigual debe extenderse primeramente a
nuestra fe.
Segundo, debe afinarse y observarse
profundamente a otras situaciones en relación a otras diferencias de la vida
cotidiana.
Si es cierto que en el cristianismo debemos
evitar las diferencias, también es cierto que tenemos que ver con entendimiento
los pormenores del futuro de nuestro matrimonio, para no romperlo o fracasar
cuando fluctuemos en nuestra vida espiritual.
Nota: La vida espiritual del
cristiano por lo general siempre fluctúa (bajamos y subimos), y cuando estamos
llenos todo es posible en el amor; pero cuando bajamos, no soportamos muchas
cosas, y es allí donde se puede romper el matrimonio.
(Yugo desigual puede ser también: Cultura,
conocimiento, profesión, finanzas, etc.)
Estas cosas también son
reales, muchas veces no lo vemos así, porque estamos apasionados por el
momento.
Y, en verdad la mayor parte de
matrimonios se unen por pasión, etc., más que por amor verdadero. Vale la pena
obedecer el consejo de Pr.31:30. La gracia y la belleza son engañosas. Pero la
mujer que respeta al Señor es digna de alabanza (aplicable al hombre en cierto
sentido).
Aquí también está comprometido
el ministro que ministra el casamiento, porque conociendo la palabra de Dios y
conociendo las desigualdades, no anticipa a la pareja, pues luego fracasan.
Restaurar un matrimonio no es
borrón y cuenta nueva. No mi hermano.
Son vidas que tienen que sanar
y cambiar su manera de vivir.
También necesitamos orar, pero la oración es una
parte
Para que ocurra esto
progresivamente y fundamentalmente se tiene que cambiar la manera de pensar. Ro.12:2.
Y como ya lo dijimos
se necesita de tiempo.
Esto no se puede hacer en una conferencia, en una cita de consejería o
simplemente con meras declaraciones.
¡No mi hermano! Se tiene que renovar la mente, y esto es volver a nacer en
los principios del corazón, en conexión con nuestra mente, teniendo como base
la Palabra de Dios.
Tenemos que volver a los principios de siempre, aquello que no cambia. La
palabra de Dios.
El primer paso a dar es arrepentirse con el proceso de 2Cr.7:14. Si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren
y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré
su tierra.
Hay que aprender hacer justicia, amar y vivir humildemente con tu Dios.
Miq.6:8.
Debemos de tomar conciencia del esfuerzo a realizar para ordenar o
reaprender los principios básicos y profundos de la palabra de Dios.
Hay que perdonar y mirar con superioridad a nuestro cónyuge de manera
recíproca.Mt.6:14, Fil.2:3.
Hay que confiar en nuestro cónyuge, recuerde que somos una sola carne.
Estudie la palabra de Dios día a día, hay que dar un tiempo para ello
(altar familiar).
Asista a la iglesia a escuchar y aprender la palabra de Dios. He.10:25.
Hay que considerar la ordenanza conyugal, civil, eclesiástica y respetuosa
ante Dios, las autoridades y el pueblo.
El servidor o quien consolida la restauración matrimonial debe saber que:
Los matrimonios enfermos (problemas) tienen el mismo médico, los mismos
principios, pero recuerde, diferentes enfermedades, y deben ser tratados con
diferentes remedios (formas) de aplicación al problema – Y esto precisa de
tiempo, conocimiento, obediencia, perseverancia y lealtad; hasta experiencias
con Dios y su palabra. Tanto de parte de la pareja como del servidor.
Cuando tratamos de sanidad tiene que haber sinceridad de vuestras
enfermedades (problemas).
Se sabe que Dios es el médico por excelencia, pero sus médicos (servidores)
deben ser leales, sinceros, honesto, etc., en el servicio.
El principio bíblico es guardar lealtad ante Dios, a quien se le sirve y a
la causa. Esto hará que haya seriedad, respeto y responsabilidad. De la misma
manera se enseñe o se sirva con lealtad sin acepciones o inclinaciones de
favores o sentimientos, distorsionados a la verdad, etc.
La actitud de respeto en el matrimonio es infalible, porque donde se acaba
el respeto se ha desvanecido el amor.
La mujer debe ocupar su lugar y respetar a su marido, de igual manera el
hombre debe tratar con fragilidad a su mujer y así amarla y respetarla.
Ef.5:33.
Es importante la conducta matrimonial, la belleza que no se echa a perder,
la del espíritu, el hacer las cosas por amor, sin temor (1Jn.4:18), y el buen
trato, teniendo conciencia que es su propia carne. 1P.3:1-7.
Sin duda alguna que precisamos de sabiduría para logar un hogar feliz. Entonces
el matrimonio es para los sabios. Y ésta solo la encontramos en la presencia y el
temor de Dios.
La sumisión es recíproca y, esta es perfeccionada en el temor de Dios.
Ef.5:21.
El orden no desvalora a nadie, más bien fortalece la personalidad y protege
la integridad de la entidad matrimonial. 1Co.11:3.
La sujeción matrimonial no es: Señorear = “Tener
poder” o Sojuzgad = “Ejercer control”.
La sujeción matrimonial es desarrollar el servicio que
corresponde a cada individuo (hombre-mujer).
Ef.5:22-30 da el orden debido, pero también la
responsabilidad amorosa que corresponde al varón.
Aquí esta uno de los problemas matrimoniales: Muchas
mujeres han perdido el respeto a sus maridos, y han caído en el acto de la
liberación femenina. Luego el hombre expresando su machismo libertino, olvida
la fragilidad de que debe tener con su propia carne (Gn.2:24). Es tosco para
tratar con aquella que esta puesta para completar la integridad de su vida.
Debemos aprender el buen trato.
Mi amigo hoy en día todo está distorsionado. La
iglesia ha sido influenciada por el mundo, antes de cumplir su responsabilidad
de influenciar en ello (mundo).
Todo ha cambiado:
El derecho de la mujer – El derecho del niño, el
derecho de los animales, el derecho de las plantas, etc. Y el hombre en el
matrimonio está perdiendo sus derechos; consecuencia de no cumplir con sus
deberes ante el que dijo: señoread y sojuzgad con límites.
Bien, la verdad es que todos tenemos derecho.
Pero ¿Qué de nuestros deberes? – Reflexionemos un
momento y entremos en cordura (Prudencia, juicio, sensatez). Volvamos a los
antiguos caminos, pero tan modernos para siempre, que es la Palabra de Dios.
Jer.6:16.
Mi amigo y hermano: El machismo en el cristianismo es
desterrado, el feminismo también lo es.
En el cristianismo se disfrutará de los derechos según
cumplamos nuestros deberes. Esto tiene un control de jerarquía, de poder, y
debe ser controlado por Dios.
Si así lo fuera, nuestras esposas nos respetarán con dignidad,
y las trataremos con fragilidad amorosa. Nuestras amadas esposas no serán
estorbadas para amarnos, y cumplir el deber de amar a los suyos. Nuestros hijos
nos guardaran respeto demostrándonos obediencia amorosa, seremos delicados para
tratarlos de tal manera que no les provoquemos enojo, más bien los educaremos
con la disciplina y la enseñanza del Señor. Ef.6:1-4.
EN CONCLUSIÓN: Nuestro matrimonio en el hogar será lo
que anhelamos y proclamamos “un
pedacito de cielo en la tierra”.
¿Por qué? Porque nunca nos olvidaremos de que no
estamos puestos para señorearnos y sojuzgarnos los unos a los otros, sino más
bien para servirnos los unos a los otros y, juntos a Dios.
Somos hijos de Dios, siervos de Dios para servirnos los
unos a los otros. Antes que líderes de manipulación y explotación humana.
Nuestro liderazgo de poder y control es para los
animales, etc., pero entre los hombres es de servicio por amor; que es el
principio del líder absoluto por excelencia Dios ¡Dios es amor! 1Jn.4:8.
Y aun así a la encomienda limitada de señoread y
sojuzgad debe ser tratada conforme a nuestro hacedor, con mucho amor.
Jesús dijo: Yo no he venido para ser servido sino para servir, y
dar mi vida en rescate por muchos.Mt.20:28. Y el mayor es el que sirve.
Lc.22:26-27.
¿Queremos sanar nuestros matrimonios? Primeramente,
sanemos de manera personal cada uno de nosotros – Luego con sanidad y amor
miremos a nuestro cónyuge.
Guardémosle respeto y tratémosle con fragilidad o
delicadeza.
No demos motivo de amargura y desaliento a nuestros
hijos. Ef.6:4. Col.3:21.
Nunca se olvide, que son herencia divina. Sal.127.3.
Recuerda que el tratamiento depende de cumplir la
orden escrita en el recetario (la Palabra de Dios), debes continuar la visita
al consultorio médico (el templo). He, 10:25.
El milagro de transformación en nuestro matrimonio
(hogar), no es con nuestra fuerza, sino con su Espíritu. dice el Señor. Zac.4:6
Si el Señor no construye (edifica) la casa, los constructores
pierden su tiempo.Sal.127:1-2.
Dios tendrá presente nuestra necesidad en todo tiempo,
pero es necesario recurrir a su presencia, su casa y escuchar su Palabra a
través de sus siervos. Amén.
Dicen que un mal hábito se corrige en 40 días, con la
práctica de uno buen.
¿Quieres verlo? Debes estar aquí los 39 días
venideros. Amen.
Jorsaaleza