lunes, 15 de mayo de 2017

Encuentro interdenominacional


martes, 9 de mayo de 2017

EJEMPLOS DE MADRES EN LA BIBLIA A SEGUIR





Pr.31:28-31. Sus hijos hablan bien de ella, y su esposo la alaba y dice: - «Hay muchas mujeres buenas, pero tú eres la mejor de todas» - La gracia y la belleza son engañosas, pero la mujer que respeta al Señor es digna de alabanza - Que se le dé el reconocimiento que merece; y se le felicite en público por todo el bien que ha hecho.
·  Entre muchos días especiales en el año, hay un día como hoy que se celebra el día de la madre, y este día se celebra mucho más que el día del padre.
Is.49:15 dice: ¿Se olvida una madre del bebé que amamanta? ¿No tiene compasión del hijo que dio a luz? Aun si eso pasara, yo (Dios) no te olvidaré.
Tenemos que reconocer que, en muchas familias, es la madre quien ha marcado la diferencia en la vida de sus hijos no el padre; es la madre que ha estado a su lado, es la madre quien los ha sacado adelante en la vida, es la madre quien ha forjado sus vidas con esfuerzo y dedicación.
(Cuidado con caer al feminismo, sabiendo que hay buenos padres que cumplen su rol con responsabilidad, y eso es lo ideal).
·  Otra cosa, debemos tener muy en claro que la biblia diferencia entre mujeres y madres.
Madre tiene como antecedente la concepción (Concebir, quedar fecunda la hembra – Fecundar es producir una cosa) de un ser.
Para una mejor explicación recordemos la condición de Ana (1S.1:1-28). Imagínese estéril y sin fruto o prole (linaje o descendencia). Su condición era triste e insegura del amor de Elcana su esposo.
Aunque el esposo demostraba amor, brindándole cosas. Vs.5. Ana no tenía satisfacción y sabía que el amor no estaba consumado.
La consumación del amor en el matrimonio es un hijo - Por su puesto estamos hablando de dos voluntades en mutuo acuerdo. (Las excepciones no las hablaremos por hoy).
Exactamente el hijo es quien le da el derecho a la mujer de ser madre – Y madre es el privilegio que resuelve el conflicto de la mezquindad humana, otorgándole Dios la gran oportunidad de ser un medio de influencia bendita sobre la humanidad creciente y la esperanza de salvación.
·   Es importante también tomar en cuenta que hay muchas mujeres que Dios ha querido que no tengan hijos, pues de seguro que Dios tiene otros propósitos para sus vidas,
Pero muchas mujeres deben de saber que Dios les da la bendición de convertirse en madre y, deben tomar con mucha seriedad esa responsabilidad.
·  Toda mujer que Dios le ha permitido ser madre tiene que saber que su papel de madre puede tener un impacto muy grande, tanto positivo como negativo sobre la vida de sus hijos, y por ende en la sociedad, pues la madre es la primera que da afecto al niño, es la primera maestra, la madre es la primera que disciplina, es la primera que alimenta, y todo esto tiene un efecto muy grande en la vida de sus hijos.
Su influencia es determinante para que sus hijos e hijas tengan una vida de bendición.
Hoy nos avocaremos a explicar algunos características o ejemplos de algunas madres en la biblia que son dignos a seguir y por medio de los cuales podemos ver, y así nuestras madres sean bendecidas para tener una influencia positiva en la vida de sus hijos: Veamos estos ejemplos de madres dignas a seguir:
I. Jocabed la madre de Moisés. (Ex.2:1-10)
·  Cuando Jocabed quedó embarazada el decreto de faraón estaba vigente, si era niña viviría si era niño tenía que morir.
Cuando llegó el momento del parto ella supo que era varón, es decir tenía que morir, pero ella valientemente a pesar de todo, decidió esconderlo para preservarle la vida.
·  Hoy en día en nuestro país hay muchímas Jocabed, es decir mujeres que a pesar de que quizás se dieron cuenta de su embarazo no en una buena época, solteras, sin dinero, jovencita, rechazadas por el padre del bebé, avergonzadas por su familia, pero valientemente dijeron en su corazón: No lo voy a matar (abortar) voy a tener él bebe.
·  Quizás no has podido darles a tus hijos la ropa más cara que él o ella hubiera querido, y tu también, no has podido darle una casa con lujos o una educación en un colegio privado, pero has marcado la diferencia en su vida porque a pesar de todo lo que tuviste que sufrir por haber salido embarazada decidiste que tu hijo (a) tenía que nacer y darle lo mejor. Y lo mejor no es la apariencia y la vanidad de esta vida sino el amor de madre y el amor de Dios que tiene que ver con tu fe.
II.  Ana la madre de Samuel (1S.1:26-28, 2:18-19)
·  Ana era estéril pues oró grandemente por concebir un hijo, y el señor se lo dio y de esa manera él Señor le regaló la bendición de ser madre.
·  Pero cuando su hijo nació, ella lo dedicó al Señor, cumplió su voto de llevarlo a la casa de Dios y la biblia dice que Samuel creció allí, Samuel vivía en el templo, en la casa de Dios. Samuel era consagrado para Dios desde su niñez.
·  El que Samuel viviera en la casa de Dios marcó una gran diferencia en la vida de el joven Samuel. Samuel era un joven que agradaba a Dios y daba testimonio de que era un hijo Dios, un siervo de Dios ante los hombres, la gracia de Dios estaba con él.1S.2:26,3:19.
·  Jesús el Hijo de Dios también creció en sabiduría, en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.Lc.2:40,52. Aunque era Hijo de Dios, sus padres: María y José le influenciaron su devoción y su fe. Entendieron su responsabilidad ante su Dios, que He herencia de Jehová son los hijos y cosa de estima el fruto del vientre. Sal.127:3.
·  Cuantas madres han clamado grandemente por tener sus hijos, pero hoy que los tienen no los traen a la casa de Dios, los dejan en casa, no los traen a la escuela bíblica o dominical, algunos tienen sus razones: Creen que los pueden golpear, les pueden contagiar una enfermedad, piensan que las maestras no están pendientes de ellos, etc.
·  Pero no se dan cuenta de la gran bendición, lo que es que nuestros hijos crezcan en la casa de Dios.
·  Que irónico es que en vez de traerlos a la casa de Dios los llevemos al cine, a comer, al colegio, etc., pero no los queramos traer a la casa de Dios. Dedica tus hijos a Dios, conságralos trayéndolos a la casa de Dios.
·  Recuerda que, si los consagras a Dios tu niño será instruido en la Palabra de Dios o en los caminos del Señor, entonces, aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Pr.22:6.
III.    La madre de los hijos de Zebedeo (Mt.20:20-23)
·  La madre de los dos discípulos de Jesús, Jacobo y Juan (Mt.4:20). Estos eran los más allegados al Señor, realmente su madre no sabía lo que estaba pidiendo.
Mt.20:20-23: Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo - Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda - Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos - Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
Es de admirar los deseos y planes que esta madre tenía para sus hijos, ellos eran pescadores pero su madre tenía un deseo más grande para ellos.
·  Era una mujer muy inteligente, no anduvo hablando con personas influyentes, para bendecir a sus hijos, sino que se fue directamente donde Jesús.
·  En realidad, la petición que la madre de estos jóvenes hiciera a Jesús no era posible que el Señor se la concediese, eso ya estaba determinado por el Padre.
Pero no te desanimes mamá, hay otras muchas peticiones que las madres pueden hacer por sus hijos y el Señor tiene todo el poder para concederles.
·  Mi hermana no ande buscando cosas u hombres con dinero para sus hijas, póngalas en las manos del Señor y el hará realidad sus deseos. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.Sal.37:5”
·  No se canse de orar por el futuro de su vientre, sus amados hijos(as), no se canse de suplicarle y pedirle al Señor que cumpla sus promesas sobre sus hijos. “El cumplirá sus deseos”.
IV.    Eunice y loida, la madre y la abuela de Timoteo (2Ti.1:3-5)
·  Si hay algo que marca una gran diferencia en la vida de un hijo, es la fe no fingida, la fe real, de una madre, de un padre, y en el caso del siervo Timoteo era la fe de su madre y su abuelita.
El apóstol Pablo dice: Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día - deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo - trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro de que en ti también. 2Ti.1:3-5.
·  El caso del siervo (Joven pastor) Timoteo es el caso de muchos jóvenes cristianos hoy en día, su mamá y su abuela son cristianos pero su padre es inconverso, así era con Timoteo (Hch.16:1), pero a pesar de la influencia negativa de tener un padre pagano es decir idolatra, Timoteo se convirtió en un gran siervo y predicador de la palabra de Dios, ¿por qué? porque su madre y su abuela tenían una fe genuina, un cristianismo auténtico y real no fingido.
·  Si hay algo que marca la vida de nuestros hijos es que nuestro cristianismo sea real, que no haya diferencias entre sus padres ni en la iglesia ni en sus casas.
Los primeros que deben ver que el poder de Dios cambia verdaderamente las vidas de las personas son nuestros hijos.
Concluimos diciendo:
Estas madres son las que deben servir al Señor no solo con sus hijos sino también sirviendo a otras mujeres y madres para que el mundo se arregle y gocemos de una gloriosa eternidad.
Por ello Tit.2:3-5 dice: Las ancianas (madres mayores, con experiencias, maduras y fieles al Señor) deben vivir de una manera que muestre reverencia y respeto a Dios, que no hablen mal de los demás y que no sean esclavas del vino. Deben enseñar el bien - para que aconsejen a las más jóvenes a amar cada una a su esposo y a sus hijos - Las jóvenes deben aprender de ellas a tener buen juicio y un corazón puro, a cuidar la casa, a ser amables y a estar dispuestas a servir a su esposo. Así nadie podrá criticar el mensaje que Dios nos dio.

Que bendición es ser una madre fiel a su Señor y, ejemplar para todos los de su casa, y todo el contorno que le rodea.
De estas son las que sus hijos hablan bien de ellas, y su esposo la alaba y dice: - «Hay muchas mujeres buenas, pero tú eres la mejor de todas» - La gracia y la belleza son engañosas, pero la mujer que respeta al Señor es digna de alabanza - Que se le dé el reconocimiento que merece; y se le felicite en público por todo el bien que ha hecho.
Estas son las madres que queremos en la iglesia, en nuestra ciudad, en nuestros pueblos y en el mundo entero, que sin duda algunas son estas las que irán al cielo y con ellas toda su casa. Amén.
Dios le bendiga.

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